Esto del blog tiene un gran componente periodístico, de aprovechar la ocasión cuando surge para compartir la experiencia con el resto de los members. Y ciertamente esto de ser plumilla no debe ser lo mió porque dejo escapar una tras otra las ocasiones de asomar mi prosa fluida al blog nuestro de cada día. Menos mal que la media de la banda está asegurada con Mike, Gonso y Pacman, nuestros tres Pizo Gómez de turno por lo que se lo curran los tíos. Un inciso: no os ofendáis por la comparación, por supuesto que os reconozco bastante más talentosos que el susodicho, pero currar se lo curraba el “tronco” (por cierto mientras Ruggeri se lo hacía con su mujer, decían las malas lenguas de Michel, Hugo & Co.)
Y ocasiones he tenido e intención de dejar latir mi pulso informativo también, pero en todas ellas se me pasó el arroz por razones que no deben servir como excusa. Se me ocurrió por ejemplo un post sobre Messi tras conseguir el maravilloso gol maradoniano contra el Getafe. Lo hubiera titulado Messi-As, y le hubiera rendido pleitesía como los grandes genios se merecen, que lo cortés no quita lo valiente.
Debería también haberos contado mis experiencias casi orgásmicas vividas y compartidas en el partido contra el Mallorca y el paso colectivo por diferentes estados de ánimo: triunfalismo inicial, susto, muerte, esperanza, resurrección, éxtasis, plenitud, afonía, manos desolladas, lágrimas, madridismo palpitante… Creedme que fue la leche, después del gol de Pedía en la séptima jamás habíamos tenido los madridistas una explosión de júbilo tan brutal. El martirio de toda la temporada y la agonía de las últimas jornadas no podían tener un mejor final
Con motivo también de un último mes de curso surrealista, podría también escrito sobre las tribulaciones de unos padres abrumados por las celebraciones de cumpleaños a las que son invitados sus hijos. Estaréis de acuerdo conmigo que esto del ocio infantil se nos ha ido definitivamente de las manos y que una vez dentro de la rueda la cagaste Burt Lancaster, prepara el GPS para llegar hasta donde no llega el Freelander de Toyota y la cartera para pagar la pila de regalos que hacen falta para cubrir el expediente. De las medias noches con jamón y queso con cuatro patatas y un vaso de fanta en casa del homenajeado hemos pasado a las piscinas de bolas, boleras, cines, etc. Nuestros hijos con 9 años conocen más garitos y juegan ya mejor a los bolos de lo que nosotros lo haremos en nuestra puta vida.
Y podría haber escrito de más cosas, por ejemplo de mi experiencia nocturna en la prueba de los 100 Km en 24 horas. Hice “sólo” 50 Km acompañando a mi tío Antonio y como no podía ser de otra manera y por segundo año consecutivo acabé empapado como una torrija. Empapado, y … húmedo pues pude vivir en directo los goles de Van Nistelrooy y Tamudo en la oscuridad y el silencio de la noche. Chavales, hay que atacar Ronda a pie un año de estos, todos en pelotón. Puede ser una experiencia inolvidable. Las ampollas si prometen serlo al menos.
Y alguna que otra cosa más podría haber sido fuente de inspiración. Pero como dijo, el malos pelos de Einstein, inspiración sin transpiración… caca de la vaca. En fin, prometo hacer propósito de enmienda e intentar no dejar pasar más oportunidades. Quizás eso mismo haya pensado el Niño emigrando a Liverpool… ¡joder que ocasión, aquí hay temita también!.
3 comentarios:
Las ocasiones perdidas para darte un par de hostias mariconazo. Me estuve fijando a ver si te veía en el desfile de Chueca vestido con cuero y plumas y plataformas plateadas.
Menudo periodista estás hecho, eres capaz de publicar que ha muerto Chanquete y esperar el Pulitzer.
Me habéis dejado sólo en el momento más importante de la liga rodeado de comanches. Menos mal que ellos estaban más perdidos que Adán y Eva el día de la madre que si no me forran.
Aquí uno se redime dándole a la tecla, no te lo pienses tanto y al lío, excusitas de cumpleaños y carreritas de 50 km de mierda tenemos todos o casi todos.
Hala, a traspirar, que me temo que si hacemos caso a tu estadística no te vemos más el pelo hasta septiembre.
Como al hijo pródigo que vuelve sus pasos al blog de cuando en cuando te recibiremos una vez más. Pero eso sí, te mereces una cartulina amarilla y una mirada arbitral de amonestación de propina.
Lo de Torres estaba escrito: uno se harta de ser el que tira del carro de la ilusión año tras año, así que va a cambiar la rojiblanca por la roja y a no caminar solo... Por cierto, creo que igual que siempre seré un poco del Milan -no os ofendáis algunos-, aquí va a empezar la carrera de muchos seguidores del fútbol inglés y de los reds de Liverpool en concreto, y me incluyo.
Es muy cursi, ya lo sé, pero el niño tiene que crecer y qué mejor ambiente que el Anfield para hacerlo.
Pepe, creo que los vagos y maleantes miráis al blog con excesivo respeto, como si os tuviérais que examinar con cada entrada. A veces basta con un breve comentario provocador, o una anécdota graciosa, para abrir diálogo. No os agobiéis, que esto es 100 por 100 informal. Por otra parte os obsesiona lo de escribir bien o mal, y puedo asegurar que en peores garitas me toca hacer guardia cada semana, editando textos infumables que se publican en un periódico de tirada nacional. Así que ánimo y que no haya más ocasiones perdidas.
Sobre Torres, qué decir. Bastante ha aguantado el chico. Le deseo lo mejor y ojalá vuelva dentro de unos años con algún título que el Atleti no ha podido (ni podría a corto plazo) darle. Estoy seguro de que acabará su carrera en casa.
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