martes, 3 de julio de 2007

RUTEROS EN MÉXICO



Lo del jet lag es cierto. Y lo del mal de Moctezuma, también. Odio los tacos, los burritos y las enchiladas. Estoy hasta las narices de ternascos hormonados. Pero la experiencia, en líneas generales, ha merecido la pena.



Apunte histórico: Cortés se presentó en 1519 en estas tierras con una tropa más bien escasa y acabó con el imperio azteca tirando de labia más que de espada. A Moctezuma, al que cogió cariño sin llegar a mariconadas, le vendió la burra de que era un dios. Sus súbditos no tragaron y estuvieron a punto de desbaratarlo varias veces, por no hablar de sus rivales políticos, con el gobernador de Cuba a la cabeza, pero Cortés era un genio. Casa a casa, templo a templo, pueblo a pueblo, batallando unas veces, intoxicando las más, terminó por conquistar Tenochtitlan, o sea México, y no dejó piedra sobre piedra. En las ruinas del templo mayor me dio pena sincera de los aztecas; no eran precisamente unas hermanitas de la caridad y tenían obsesión por los sacrificios humanos, pero deploro la destrucción de su cultura y sus ciudades. Si queréis saber más os recomiendo la lectura de la "Historia verdadera de la conquista de la Nueva España", de Bernal Díaz del Castillo, a la sazón soldado de Cortés y testigo privilegiado de aquellos hechos.



La Ruta Quetzal: Medio millar de integrantes entre expedicionarios, organizadores, periodistas y agentes de seguridad. Puede que algún día el proyecto muera de éxito. La clave de su supervivencia está en que el espíritu aventurero que la inspiró no quede sepultado por los compromisos con los patrocinadores y el clientelismo. Miguel de la Quadra-Salcedo está mayor (75 tacos) y delicado de salud, pero su presencia aún se deja notar. Es algo así como el Padrino. A su alrededor, una gran familia (literal y literariamente). ¿Seguirá la Ruta sin su creador? Para el BBVA, que es quien pone la pasta, es un escaparate de prestigio y una forma de incentivar a sus empleados. La respuesta, creo, es sí, con las dudas razonables expuestas al principio de este párrafo.



Los ternascos: ¿Éramos así a los 16 años? Con 350 tipos de más de 50 países el abanico es muy amplio: formales y gamberros, ingenuos y pícaros. He visto niñas llorar porque tenían ampollas en los pies. Otras, reconocer entre pucheros que no podían con la mochila. Y he escuchado frases como ésta: "Coño, llevo una semana poniéndole las tetas en la cara y el tío no reacciona". Los grupos mixtos están prohibidos, y los tonteos, mal vistos, aunque haberlos, haylos. Propuse a los de prensa hacer un reportajillo sobre parejitas y pusieron el grito en el cielo. En fin, yo sólo pretendía escribir algo inocente y romántico -sin dar nombres para no aterrorizar a los padres-, no repartir condones ni alquilar mi habitación para que los críos se desfogaran... A las niñas no les dejan enseñar el ombligo. Los monitores, con pocos años más que los ternascos, tienen orden de que nadie se desmadre. Como conté en una crónica, los chicos tienen más compromisos publicitarios que Beckham.



La experiencia: Lo peor, el calor, la falta de sueño y las largas esperas para ir todos en comitiva. Lo mejor, Teotihuacan (espectaculares ruinas de una civilización anterior a los mayas y los aztecas), el Museo Antropológico de México, la ascensión al volcán Paricutín, Pátzcuaro (un precioso pueblo colonial) y, sobre todo, el contacto con los niños purhépechas. Con nosotros viajaban unos titiriteros segovianos y las sonrisas que arrancaban a los habitantes de los pueblos humildes que visitamos es la mejor de las recompensas del viaje.

(Las fotos se las he "robado" a Ángel Colina y Jorge Cembranos, fotógrafos oficiales de la Ruta, cuya página oficial podéis ver aquí)

3 comentarios:

Gonso dijo...

La experiencia tiene que haber sido buena por necesidad. No todos los días se puede participar en algo tan grande como la Ruta Quetzal. Yo creo que ya está lo suficientemente consolidada que sobrevivirá al De la Quadra.
Lo de viajar con ternascos y ternascas es otra experiencia inolvidable. Hay que olvidarse de la lógica adulta e intentar comprender la lógica adolescente si es que eso existe. No se que grado de contacto has tenido con ellos pero si tienes que ir de currito responsable entonces la cosa cambia, sobre todo hacia el final de los viajes cuando todo el mundo se conoce, el cansancio se acumula y el roce del día a día pasa a ser el roce de noche a noche. Ojo con las Lolitas que te piden aspirinas y te miran con ojos golosones. Te la juegas.
A México hay que ir, no sólo para conocer un país que tiene que ser la leche si no para entender mejor una época que protagonizaron unos españoletos de pellejo duro, que se pegaron con media América a puro huevo dejando sombras y luces por todas partes.
He seguido las crónicas y me han gustado mucho.

PacMan dijo...

La Conquista de México fue la conquista de Tenochtitlan por "otros" mexicanos cohetáneos que les tenían ganas. Muy posiblemente Cortés estuvo en el lugar y momento adecuados, pero toda gran cultura tiene grandes enemigos que esperan el momento para asaltar el imperio, y las tribus de alrededor debían de estar de los Aztecas hasta las vísceras. Así que mientras los españoles de dos cabezas eran decenas, los inditos aliados eran millares y luchaban a muerte contra la élite política y militar de la época. ¿Me suena esto de algo?

En cuanto a la experiencia del viaje, gran post que me despeja varias incógnitas humanas. La de Dios debe ser organizar la logística para 500 almas. Mira tú lo dificil que es lo de organizar a siete gatos cada vez que se reúne la banda...

Santiago : LiFiH dijo...

teneis un mapeis de la ruteis que hizo la Nao de China por estos lugares?
que no sea el que ya vi?