lunes, 25 de julio de 2011

LA MALDICIÓN DE LOS 27

Hablar de los acontecimientos de Oslo me produce tal dolor y repulsión que prefiero quedarme con alguien que ya ha pasado por esta bitácora. Mike nos puso el video de la Winehouse cantando su "Rehab" y ya por entonces era tan conocida por su talento como por su afición a hacer lo posible por adelantar su fecha de caducidad. Pasará a formar parte de la lista de artistas-leyenda de los que siguieron la máxima de vivir deprisa, morir joven y dejar un cadaver bonito. Sólo tenía 27 tacos. De Janis Joplin oía discos en casa de mi padre pero el mundo hippy me pilló en otra galaxia. Recuerdo la voz desgarrada y las fotos de las portadas... y que cuando dejó de fumar, tenía 27 años. Jim Morrison, otro venerado maldito del rock palmó con otros 27 añitos al igual que Jimi Hendrix del que dicen que se ahogó en su propia pota. Kurt Cobain tampoco llegó a los 28 y nuestra local Cecilia se quedó en la carretera con la misma edad. Surgirán sectas milenaristas que buscarán en la numerología la coincidencia de las edades y vaya usted a saber cuántas gilipolleces acerca del asunto, pero no me veréis especulando ni peregrinando a ningún templo rockero para encontrar la respuesta a la maldición de los 27. Que por cierto ya dejamos atrás hace unos añitos.

TODOS LOS CAMINOS EMPIEZAN EN CASA


Todos los caminos empiezan en casa
Es de perogrullo pero esto es así, para ir a cualquier sitio siempre partes de tu casa y esto es muy importante.
Hacía más de un año que no montaba en bici, esto de correr es realmente adictivo y había dejado la bici de lado. Necesitaba retomar las sensaciones bicicleteras y el fin de semana que pasé en Valladolid me propuse recuperar el golpe de pedal. Salí dos días e hice 50 Km cada día. a todo tren para recordar a los músculos la tensión de la bici, las sensaciones fueron buenas pero el culo se resintió más de lo normal y estoy seguro que tardaré más en recuperar el callo necesario para la noble práctica de ciclismo
El lunes me levante a las 7 para hacer los últimos preparativos y cargar las alforjas.



Empecé la jornada a las 8, los primeros 13 Km. fueron fáciles transitando por el carril bici hasta Tres Cantos. A partir de aquí me interné en el camino marcado por la asociación de amigos del camino de Santiago de Madrid. Todo está señalizado por flechas amarillas y es prácticamente imposible perderte; Hasta que te pierdes.
El tramo hasta Colmenar es fácil, un poco empinado pero transitable, Otra cosa fue el paso hasta Manzanares el Real por un camino de cabras imposible de ciclar. Esto empezaba a romperme las medias planteadas. Finalmente me planté en Manzanares a las 9:45



La siguiente etapa fue Navacerrada, recorriendo lugares ya conocidos como el Arcipreste de Hita, ya no me acordaba de las temibles cuestas.
Llegué a Cercedilla a las 2. Para entonces ya estaba dando el día por perdido ya que mi intención inicial era llegar a Segovia a dormir, las medias eran paupérrimas y el día no se estaba ajustando a lo planificado. Este era el territorio que conocía, ¿cómo serían los siguientes días?
Termine de comer y surge el primer problema mecánico, un pinchazo. No hay cuidado, tengo cámaras y bomba para hinchar, la dificultad viene cuando la bomba de mano se descojona, el santo protege a sus peregrinos y a 200 m hay una tienda de bicis, todo arreglado o al menos lo parece, la casualidad hace que los lunes no se abra. Gracias a Dios hay un taller de reparación de neumáticos y un polaco súper amable me ayuda a resolver la dificultad
Con todo ya son las 4 y el puerto de la Fuenfría sin subir, para entonces dudaba seriamente si quedarme aquí a dormir o pasar la sierra ya que no hay ningún refugio en este tramo del camino



A pesar de todo, apuesto y me decido a subir el puerto, ya lo conocía pero los 65 Km. previos lo hacen bastante más duro de lo que recordaba. Finalmente corono a las 6, dos horas muy intensas, ya solo quedar bajar hasta Segovia por la carretera de la república, una auténtica gozada que me hace precipitarme alegremente hasta Balsain. Primera pérdida grave del camino que me obliga a hacer 10 Km. más de propina por carretera para llegar hasta Segovia. Llego a las 7:30 y me apresto a conseguir albergue para peregrinos.



El albergue de Segovia está cerrado, supongo que será por la crisis, llamo a los padres Carmelitas que acogen peregrinos según la información que tenía, pero la única acogida que me dan es un teléfono de un albergue en Zamarramala.
La verdad es que estaba un poquito falto de fuerzas después de 100 Km., me surge la tentación de coger un hotel en Segovia pero me he propuesto hacer un viaje low cost y no me quiero gastar 60 eurazos por la habitación, saqué fuerzas de flaqueza y me dispuse a seguir hasta Zamarramala con su consiguiente cuesta, me sentó como un tiro pero finalmente mereció la pena, llegué a las 8:30 y encontré refugio en la ermita de San Roque, ninguna comodidad, no hay luz, solo unos colchones viejos para tirar en el suelo. Las duchas están en unos servicios públicos del pueblo a 300 m de la ermita. A pesar de todo me supo a gloria



Allí me encontré a Franco, un chaval gaditano que en este momento está viviendo en Madrid. Estudio Educación física pero lo dejó por el arte dramático y en este momento está haciendo una función en una sala de Lavapíes sin ganar un duro. Está muy ilusionado con triunfar en el mundo de la farándula. Todo esto lo contó mientras nos tomábamos un cervecismo y cenábamos en una tasca del pueblo. Quiere hacer el camino andando desde Madrid en dos meses, una pasada
A última hora llegó un grupo de tres ciclistas al refugio, nos arreglamos todos como pudimos y a la piltra
Total 104 Km. y más de 10 horas de pedaleo, una media paupérrima de 10 Km/h. Hecho polvo pero contento por haber cumplido mi objetivo.

Como decía todos los caminos parten de casa, y esta ha sido mi reflexión: Todo lo que quieras hacer en la vida debe partir de lo que ya conoces, de la fuerza que te da tu familia, de lo que sabes que es cierto, de las cosas que te dan confianza, de lo que realmente es importante para ti
Mañana espera otra dura jornada.

Siempre adelante

viernes, 8 de julio de 2011

HERENCIA ROTA

Estos días estoy de suplente del suplente en mi sección, algo así como responsable de una cooperativa, circunstancia que no me gusta nada porque detesto las reuniones: la mayoría sólo valen para consensuar una decisión errónea. Tendría algo más que decir al respecto, pero eso será en una terraza practicando el cervecismo, no vaya a ser que alguno de mis jefes se meta en este blog tan famoso y visitado. Al grano. Anteayer me tocó hacer la portadilla de Deportes. El sorteo del calendario de Liga. Una doble página que me estuvo torturando porque llevaba un cuadro con todos los partidos (de Primera y Segunda) que un servidor, recién entrado en la edad de la presbicia, era incapaz de leer; mucho peor los veteranos lectores de ABC. Pero hubo empeño en que fuera así, así que no hay más que hablar. Cerramos sobre la bocina y después hubo que pulir algunos errores del dichoso gráfico. Me fui a las tantas con la sensación de que, después de tanto mirar, corregir, cambiar... la habíamos cagado. Llegué a casa cerca de las doce de la noche, asalté la nevera y me puse a ver la tele, nada en concreto, hasta cerca de las dos de la mañana.

Al día siguiente, al llegar al periódico, caras serias. Muy serias. "¿Qué ha pasado?". "Mira la portadilla", me dice un subdirector. Cuando abro el diario por mi sección casi me da un infarto. La mitad del texto estaba en bruto, sin editar, y además se salía de la caja. Vamos, que sobraba texto. En la edición de Madrid, que es la más importante. ¿Cómo es posible si había dejado todo niquelado? Porque alguien, sin darse cuenta, rompió la herencia.

Rebobinemos. La tarde en que estaba perpetrando la información del calendario liguero un compañero entró en mi página abriéndola accidentalmente en la edición de Madrid en vez de en Primera edición. Las sucesivas ediciones van heredando lo que se hace previamente: si te anticipas y abres la página en Madrid cuando estás trabajando en Primera rompes esa "herencia". En este caso, la edición de Madrid memorizó esa versión inacabada, la que existía en el momento de la intrusión de mi compañero; es decir, no heredó la versión editada que completé posteriormente, y ocurrió la terrible cagada, la peor en mis casi 24 años de carrera. Así que después de pasarme el puto día liado con este asunto el resultado fue desastroso: un texto empastelado e infumable.

En fin. La única suerte es que la vida sigue y hoy tengo otro marrón que lidiar.

martes, 5 de julio de 2011

I'M BACK



Espero que no sea tarde, pero también apelo a vuestra comprensión ya que es mi primera (y última) flaqueza bloguera. ¿Por qué? ¿por qué? que diría ese entrenador que sufrimos, pues habrá un porqué pero dejémoslo para otro momento. El caso es que aquí estoy para quedarme y volveré a estrujarme la sesera para contar lo que sea que me pase por delante de las narices y pueda luego encontrarle el ángulo correcto.

El fin de curso me ha dejado seco. Escribir estas líneas me está costando un huevo pero por experiencia sé que la mejor terapia contra el síndrome del folio en blanco es ponerse a darle a la tecla y así acabará por salir algo. Y si no es hoy ya será mañana.

Tranquilo Mike que ya cojo el testigo hasta que me pire de vacaciones hacia los Pirineos en el mes de agosto, mientras tanto estaremos pendientes de los culebrones de verano del Marca y de lo que le pase a Contador por las carreteras gabachuás. Aunque el recorrido ciclista que más me llama la atención en este momento es la peregrinación interior del Yiyi que se ha convertido en mi héroe del verano. Ánimo páter. Rodillas aparte espero que os encontréis todos bien y que las alineaciones planetarias os sean favorables.

Abro off topic- mientras escribo estas líneas tengo la tele puesta y veo una peli de esas que no pasarán a la historia pero en la que Angelina Jolie va corriendo por un pasillo ocasionando un terremoto pectoral capáz de arrasar continentes. Cierro off- topic.

Hasta aquí mi post de reencuentro, vacío de contenido pero que debe ser entendido como un billete de vuelta al redil abandonado. Por cierto que no he sido el único.

Recios.

LA EDAD DE MIS RODILLAS

"¿Y por qué ha tardado tanto en venir?", me pregunta la amable doctora un minuto antes de meterme mano y hacerme un daño de cojones (sin necesidad: tiene el resultado de la resonancia magnética encima de su mesa y sabe lo que hay, condromalacia y rotura del cuerno posterior del menisco interno, pero la tipa tiene que putearme). Naturalmente hay una respuesta sincera a su pregunta, pero tiro por el tópico: las ocupaciones de un trabajador y padre de familia y bla, bla, bla. Cuando la cuestión procede de mi familia/amigos suelo aludir a mi alergia a los médicos. Esa respuesta, sin ser mentira, se queda a medio camino. La de verdad la voy a confesar aquí y ahora: me creo que tengo 25 años y peso 75 kilos y puedo hacer lo que me venga en gana desde el punto de vista físico. Pero no: la edad de mis rodillas y el peso que soportan es otro muy distinto...
...y yo soy un gilipollas.
"Hay que cuidarse". Ese es el mantra que escucho en casa. Cuánta razón. Estaría encantado en debatir ésta y otras cuestiones con vosotros...

Is there anybody alive out there?
Yo, sigo.

sábado, 2 de julio de 2011

CIEN AÑOS NO SON (CASI) NADA


Seguimos con los contrastes. Cien años separan estas imágenes, aunque podrían estar tomadas en planetas distintos. Arriba, la inglesa Dorothea Douglass, campeona de Wimbledon en 1911. Ganó en la final a su compatriota Dora Bootthby por 6-0 y 6-0. ¿Cómo diablos podían correr con esa equipación? Probablemente solo irían a por las bolas que pudieran alcanzar estirando el brazo. Y la tal Dora, visto el resultado, ni eso. Abajo, María Sharapova, que ha sucumbido hoy con la checa Petra Kvitova en la final del mismo torneo (lástima, me gusta mucho más el "tenis" de la rusa). ¿Qué pensaría Dorothea del modelito de María?

¿Y vosotros, qué pensáis de este post?
¿Y de la vida?

Is there anybody alive out there?
Yo, sigo.