Crónica resignada.
El Luso acoge la tercera gala de los prmios Charly. Espacio desconocido incluso hasta para quien lo propone, así que nos la jugamos con la cena pero salimos bien parados. Por cierto Yiyi ¿Y el vino?
La noche de flashes es más bien noche de flashbacks, ya que volvemos a escuchar al Titus en su pose tocahuevos y de inmediato se arranca con su monotema. Bien es verdad que siempre encuentra quórum para discutir. Pacman cae una vez más. Semos básicos. Madriz y atleti, Atleti y Madriz.
Pedimos la cena que resulta ser copiosa y sabrosa, Jose te libraste. Si llega a salir mal el asunto de la pitanza hubieras sido castigado a escribir un post y a leerte los de los demás.
Me lanzo al agua desde una barca que yo mismo he hecho. Las primeras brazadas son poderosas aprovechando las incipientes olas que veo romper allá lejos en la playa.
Mike y Gonso se sitúan estratégicamente para repartir el juego de platos que van de un lado a otro, pero que se van aligerando en las idas y venidas para disgusto de los ubicados en los extremos. Lo siento Pepe. Los pimientos, cojonudos, las cocletas, magníficas, la sepia, regia y el pulpo imperial. De segundo, brochetas y bacalaos. Platos enormes en los que no se ve el fondo. De momento.
El fútbol también le deja sitio a la conversación sobre el blog. A ver si colaboran más unos… Jose ha visto el camino, y a ver lo que le dura… que os den por culo a los frikis… y cosas así. Todo muy elevado.
Llevo ya un rato braceando y los hombros empiezan a pesar. Pero sigo nadando. El frio se nota en los miembros, sobre todo las piernas, y de otros miembros ni hablamos para no caer en el oprobio. Empiezo a estar cansado y me asalta otro flashback. Ya me he visto en ésta, nadando hacia una playa que no hace más que alejarse. Os veo a todos subidos a una lancha con sonrisas en la boca. ¡Nada campeón! Que este año sí que llegas. Carcajadas y manos que se retuercen, sigue, sigue que vas bien… que te va a dar igual.
Llega el momento esperado. Cambiamos el orden natural de los premios y comenzamos con el Dark. El premio a lo peor. La hez de la hez. Hay unanimidad en otorgarlo y felicidad al recogerlo.
Un poco más reñido está el “Gone” que se viene conmigo. Algo es algo. También vuelve al hogar el “Conan”. Es un triplete, tres de tres, que no celebro como otros lo hacen por repetir en lo peor. Para mí casi han terminado las votaciones, ya que sólo queda el Charly, y aunque tenga dos nominaciones, sé que es una playa vetada para mí.
La resaca me empuja hacia afuera pero lucho desesperadamente por avanzar. Estoy exhausto y empiezo a tener visiones. Es otro flashback. Mi brocheta me quiere dar conversación pero no tengo fuerzas; una gaviota se acerca y me grita que lo deje. Los bacalaos que os estáis comiendo nadan a mi lado. No me queda oxígeno y resuena en mi cabeza una sevillana de María del Monte.
Otra vez estoy en la final. Sólo me separan de la orilla unos metros. Saludo a mi oponente desde la resignación de la derrota antes del combate. “Cántame, me dijiste cántame…”
Y se consuma. Vence de nuevo el mejor, que sale en hombros de la playa entre vítores y loores, mientras mi cuerpo se hunde en medio metro de agua. Agua que me arrastra de nuevo a lo más oscuro de la fosa abisal. Tan cerca y tan lejos de la gloria, hundido y resignado en la sombra.
“ A la sombra de los piiiiiiiiiiiiiiiiinos.”