MADRID

"Esta es una gran ciudad europea". Matemático. Ha nevado sobre Madrid y Alexis, compañero nacido en Cuba, criado en Galicia e hijo adoptivo del Foro, me busca en la redacción para que le acompañe al último piso del edificio de ABC. No es una gran altura, pero suficiente para ver parte del skyline, incluyendo las cuatro torres que están junto a Plaza Castilla, y la silueta dentada y blanca de la sierra. "Te recomiendo que subas a la azotea del Círculo de Bellas Artes. Tiene una de las mejores vistas de Madrid. Esta es una gran ciudad europea...". Alexis salió la pasada madrugada a pasear por el barrio de Salamanca para disfrutar de la soledad y de la nieve virgen crujiendo bajo sus pies.

Hace unos días, acabada la vorágine navideña, me di una vuelta por el centro sin una hoja de ruta determinada. El frío y el vaho no me impidieron disfrutar de la belleza de nuestro pueblo. Al contrario: de noche, con las tiendas cerradas y las hordas en retirada, Madrid se convirtió de repente en un museo de recuerdos. Gran Vía, Preciados, Sol, Plaza de Oriente, Plaza Mayor, Mercado de San Miguel... Pasé junto a los mesones donde antaño echábamos unas risas junto a raciones de tortilla y de calamares y unas cañas. Pensé: cuánto tiempo hace que no recorro con mis colegas estos rincones impagables, qué descuidado tengo a Madrid, sus parques, sus monumentos, sus rutas de tapeo... Vivimos en barrios -o pueblos- periféricos y buscamos el ocio en centros comerciales. Cine, bolera, cena en el Ginos o en el Vips, y hasta el próximo fin de semana, en que elegiremos otro antro de miles de metros cuadrados con la misma oferta. De vez en cuando programamos salidas al campo, o a otras ciudades españolas o extranjeras, pero no al Mesón de la Tortilla, a los garitos del Barrio de las Letras o de la Cava Baja, o a las tiendas del Rastro donde nos comprábamos los pertrechos de acampada.

Hace poco tuve una discusión con un compañero nacido en Segovia, criado en Torrejón e hijo adoptivo del Foro. Es lo que tiene Madrid, que convierte en madrileño todo lo que toca. A pesar de ello este tipo dice que Barcelona es superior. El mar, Gaudí, las Ramblas, la Boquería... Vale, todo eso está muy bien, pero basta con los lugares que he citado arriba -y sumar el carácter cosmopolita, mestizo y abierto de Madrid- para dejar BCN varios escalones por debajo. En fin, he nacido aquí, y eso también cuenta. Basta con patear la Gran Vía, que ahora cumple 100 años, y mirar con ojos no de madrileño apresurado, sino de turista pausado, para descubrir muchas cosas que pasamos por alto porque hemos sacado Madrid de nuestros planes para convertirla, simplemente, en la ciudad donde pasamos la vida.

Foto: Gran Via. Fernando Manso