martes, 3 de febrero de 2009

MACARRAS DEL PATIO

El patio del recreo de los colegios puede llegar a ser territorio comanche para todos los que lo frecuentan. No es que sea muy habitual pero de vez en cuando los chavales se zurran como hemos hecho todos alguna vez en la vida. Lo que ha cambiado es que ahora también se pegan las chicas, si cabe con mayor fiereza y montando mayor alboroto.
La fauna es lo que tiene, que en cuanto se juntan diversas especies en un espacio reducido, acaban por aparecer los roles y por norma general el más grande le atiza al más chico. Este post va más sobre los animales, los de verdad, que veo a diario en el patio del colegio, que sobre los otros animales, los metafóricos, que también veo y pastoreo.
El hecho de que el cole esté en un paraje cuasi natural a orillas del rio Guadarrama y contenga un pequeño soto de pinos, además de grandes fresnos de ribera hace que no sea extraño ver fauna en estado puro.

Desde hace unos años habitan en los pinos varias ardillas rojas que hacen las delicias de todos con sus carreras y su morro pues han llegado a colarse dentro de las aulas. No es raro estar dando clase y que los chavales no te hagan ni puto caso ya que están siguiendo a las ardillas saltar de rama en rama haciendo cabriolas imposibles. Cuando esto pasa renuncio a seguir mi rollo y me uno a la clase en el placer de contemplar los juegos de los bichos.
Hoy hemos tenido tragedia.
A primera hora de la mañana hacía su ronda diaria una de las ardillas. Baja de lo más alto de los pinos, y poco a poco se acerca al suelo. Se mueve rápido y nerviosamente, parece que no mira pero controla todo lo que hay a su alrededor. Ya está en el suelo y por la ventana la vemos ir de un lado a otro siguiendo una lógica animal que se escapa a nuestra comprensión. Se detiene y se sienta como hacen las ardillas con las manos tocando la nariz.
Y pasó lo inesperado.
De entre la maleza surge un fantasma con cuerpo de gato montés, gesto de tigre y alma de demonio que de un salto se abalanza sobre la atónita ardilla. Un segundo. En un segundo ha ocurrido todo. Desaparece por donde ha venido llevándose el cuerpecillo inánime de nuestra amiga la ardilla.
Miro dentro del aula y sólo hay ojos grandes y bocas abiertas. Estupor primero e incredulidad después. Nadie dice nada hasta que una voz inocente dice algo así como "¿no la ha matado, verdad?"
Explicar después que es ley de vida, que el cabrón del gato también tendrá hijos cabroncetes que alimentar y que si la pirámide alimenticia y tal y tal después de contemplar la escena no ha sido fácil. Es más ha sido inútil.
Recuerdo hace unos años un episodio parecido en el que fuí testigo de la caza de una paloma por parte de un halcón a escasos dos metros de mí. Pero la paloma no me dió pena y brindé por la rapaz. Hoy no. Maldigo al gato que se ha llevado a la ardilla y ojalá se encuentre con un doberman cabreado.


Me ha jodido el día el puto gato macarra del patio.

10 comentarios:

PacMan dijo...

Es arriesgado tratar de razonar con un niño acerca de lo que la Naturaleza representa cuando está atenazado por el estupor. Pasado el sobresalto inicial, hiciste bien razonando la ley natural; los sentimientos los añadimos los humanos en nuestro afán de convertir el mundo que nos rodea en extensión de nuestro salón de casa. El mundo animal se rige por reglas simples; nacer, crecer, reproducirse y morir son eslabones vitales sin el significado epopéyico que queremos atisbar los humanos tras cualquier contemplación silvestre.

Por mi parte, lo más desgarrador que recuerdo -dejando a un lado los montajes de Felix- es la matanza de leones marinos por parte de las orcas en alguna costa austral, quizás por la exótica mezcla de los actores y porque le tengo simpatía a ambos grupos de especies.

Mike Muddy dijo...

Un día vi un gato con un estornino en la boca en el jardincillo que hay en el parking del periódico. Le hice un amago al felino y soltó la presa que, aunque algo perjudicada, aún estaba viva. Y lo que son las cosas: como no podía volar, se refugió entre mis piernas mientras el gato vigilaba debajo de un coche. El estornino se dejó coger mansamente: pensó que en esas circunstancias sería mejor apostar por el humano. Lo lancé con todas mis fuerzas al otro lado de la verja y aleteó lo suficiente para alcanzar la rama de un árbol. Me inmiscuí en el ciclo de la vida, pero me sentí satisfecho toda la jornada.

yiyi dijo...

Soys un poco mariconcetes.Acaso no habéis visto las sagas de Felix, eramos pequeños y no nos impresionaban las cruentas escenas
Una de Felix les daba yo a los mojigatos y quizá empezaran a comprender y respetar la naturaleza como nosotros hizimos con nuestro lider carimático

Titus Jones dijo...

Dentro del ecosistema en la que desarrollas tu actividad docente, seguramente un día verás como uno de tus lebreles de clase se esta comiendo el conejo de unas de tus lebrelas. O como una de tus lebrelas se esta metiendo el pajarito en la boca de uno de tus lebreles. O como un conejo se come un pajarito. O....mejor lo dejamos.

A ver como coño les explicas todo eso a tus niños. Seguro que es más facil razonar lo de la ardilla.

Gonso dijo...

A mí ver en la tele como un cocodrilo se traga un ñu o como un león mata a los cachorros de la leona recién conquistada me deja un poco frio porque en los documentales hemos visto cómo cualquier bicho de rostro amable llega a ser un depredador implacable. La tele es la tele.
Verlo en directo es distinto. Y quieras que no, a fuerza de ver a la ardilla todos los días y de pronto un cabrón se la lleva por delante en tus barbas es como ver al novio de tu hija metiéndole mano o lo que toque.

Pues si Titus, ya pillé a unos en faena...

PacMan dijo...

Pues no se hable más, Gonso. No tienes más que contarlo en un post: titúlalo "ESCUELA DE CONEJOS".

Penélope dijo...

Será el cambio de año, o que ya no "pillais" los 40...pero que "blanditos" se os ve...sniff, sniff pobre ardillita. Más salidas al campo y menos teledocumental.
Ah!!! no os hagais ilusiones lo de las visitas suelen ser "arañas" para indexar contenidos, fotos y esas cosillas.

Mike Muddy dijo...

Penélope, a ver si enseñas algo más que las piernas.

Gonso dijo...

Yes Penélope, arañas y lo que tú quieras... pero tú entras.

Jose dijo...

Las escenas de depredacion (y depravacion)se viviran esta noche en la gala; me rio yo de la fiera corrupia come-ardillas.
Y cuidado con Penelope, no vaya a tejer su particular y letal Red Aracnida donde caigan members despistados...