A Pacman y a los que se vean en el trance.
Ese tacto rectal que ya se asoma
y te obliga a postrarte indecoroso,
poniendo el culo en pompa, y sudoroso,
postura favorita allá en Sodoma.
Indigna posición la que uno toma
mientras late el corazón a toda leche
dejando honor y popa en escabeche
cuando el médico te palpa y te encaloma.
¡Y qué sentir en ese trance oscuro!
en que pierdes dignidad y algo de peso
penetrado por un dedo largo y duro
del terrible doctor: "doctor Obeso"
que después de hacer se fuma un puro...
podría por lo menos darte un beso.
3 comentarios:
Lo recordaré cuando me vea en el trance, ja, ja. Joder cómo está el blog. Echa humo.
Es que la experiencia deja huella. Buenísimo el soneto. ¿De Góngora?
De Gon.....so
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