El reportero más dicharachero de Barrio Sésamo... bueno éso no soy yo. Sólo becario pero con inquietudes. Al lío. Me he puesto a pensar que mi último post debía haber sido una crónica y no llegó a ser ni un titular largo. Así que he hecho propósito de enmienda y esta es la crónica de un verano granadino que está en lo mejor. Allá vamos.
Penetro en la papelería Sánchez López, donde aún huele a ultramarinos y DDT. Aquí se vende de todo. Como cada día, salgo con "El Ideal" bajo el brazo. Regreso al hotel y lo que percibo es a cámara lenta. Como en un capítulo de Oliver y Benji, bajo el letargo estival me obligo a caminar por entre las palmeras del paseo. Volveré a la tumbona donde no hay clases sociales. Donde se escucha el chunda- chunda de Shakira. Donde los rayos de sol penetran. Donde a duras penas se filtran los ecos de la caida en bolsa del imperio creado por aquel ex-presidente merengue o el último positivo del tour. Me voy a holgazanear una vez más. A jugar al único juego de decidir si me zambuyo o me sigo tostando al fuego lento de la sombrilla, donde leo acerca de las andanzas de Arnau Estanyol en la Barcelona del siglo XIV. Aquí, de vuelta al siglo XXI digo que no hay clases sociales porque reviso mi alrededor y observo cuerpos despojados de opacas vestiduras y atuendos con distintivos. Contemplo la moda de la transparencia, de los pareos y conjuntos de dos piezas. Un desfile de prendas de baño al amor del agua y del sol; cómo no contemplar a aquella niña de dieciséis añitos con esos muslos y ese culito, y esa mamá de treintaitantos con ese mercado de lácteos que debe ser un gusto para sus hijos... Ñam, ñam. ¡Llamadme voyeur! Creo que todos llevamos un voyeur dentro de nos. Todo esto saboreando una "Alhambra" bien fresquita mientras los niños chillan lejos, en el agua. Ya no los oigo... Aquella madre...
Por cierto, Ava Gardner estaba espléndida aunque estuviera borracha. No he podido resistirme y le he sisado el título al magnífico filme.
3 comentarios:
Ya estabas tardando. Te tenías que redimir del escuálido comienzo granaíno y lo has hecho. Siempre me han gustado esto que llamámos crónicas y no sé si técnicamente lo son, que nos ilustre el plumilla. Contemplar lo que nos rodea, contarlo e ilustrarlo con nuestras reflexiones y ocurrencias siempre me ha parecido muy interesante.
Lo de estar tirado en tumbona o toalla al sol no es para mí, ni mi piel ni mi natural inquieto me permiten estarme tumbado ni medio minuto. Reivindico el no usar el tiempo en verano, que no significa perderlo, pero prefiero el paseíto con gafas de sol protectoras observando la fauna sin que sea evidente. Me refiero a los mamíferos de costa, preciso: mamíferas.
Dentro de unas horas estaré volando hacia Manchester y lo de los calores dejará de ser una pesadez para ser una necesidad, el caso es no estar nunca satisfecho.
Una crónica es un relato de hechos, básicamente, que puede incluir la revista de tropas en una playa. Que disfrutéis de vuestras vacaciones y viajes de... ¿trabajo? :-)
Oye Pacman, que ya eres centenario, enhorabuena. Si haces media con los de Jose tocais a 51 y medio.
Que putas las matematicas.
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