viernes, 11 de julio de 2008

ENTRE POCO Y NADA

Crónica social.
Hola corazones,
La banda intenta hacer unos bolos de verano en la bolera montañesa. Como en los últimos años algún member falla pero están en el recuerdo de los que allí concurren. A las nueve sólo estábamos allí mi almiranta y yo, la puntualidad británica es eso, británica, aquí es una casualidad. Llegan Mike y Conchi, luego el Yiyi y Marta. Tanto uno como otro confirman que no era una cena formal, tampoco "smart casual", ni tan siquiera "casual", más bien de cortos y camiseta. Pepe viene con toda la family y al rato aparece Titus con la suya. No pasa desapercibido el look Ansar de melenita peinada a lo Oneto. Y lo peor es que a la nurse le mola. Entre recios abrazos se descuelga con un par de besos a algún member. Debe ser lo de la crisis de los cuarenta que todavía le dura, o la resaca del dia del orgullo. A algunos les da por comprarse una Harley y por lo visto a otros por hacer incursiones en Chueca.
Ya en la mesa distribución clásica, los tios todos juntos, las tias lo mismo y los lebreles otro tanto. Me sorprendió que los chavales no se hicieran notar. No se movieron ni empezaron a correr alrededor del restaurante ni improvisaron un escondite ni nada. La razón: el soma del siglo XXI, cada uno estaba equipado con un móvil o maquinita electrónica que les mantuvo hipnotizados todo el rato.
Pronto la conversación nos llevó a la Eurocopa, Luis, el Madrid del Titus y cosas así.
Momento estrella. Se juntaron las dos conversaciones, la de ellas y la de ellos. El tema: las happy hours. Desde dos puntos de vista antagónicos: el de la necesidad imperiosa y el del peaje inevitable. Fué el momento para confirmar las medias del Yiyi. Uno porque me voy, otro porque llego y otro porque es fin de semana. Y lo bueno es que su santa no desmintió nada, sonrió, se hizo la loca pero no salió a desmontar la tesis. Qué cabrón el Yiyi, que lo mismo es verdad, y a lo mejor es donante anónimo.
Titus esgrimió el mismo argumento pero en negativo: uno que no porque me voy, otro que tampoco porque llego y el fin de semana nada de nada. Y lo malo es que la nurse tampoco lo desmintió.
Mike nos ilustra con un poco de filosofía que da título a ésta crónica social: Entre poco y nada hay un abismo. Y así estamos todos, al borde del abismo.
Esta vez no hay competición de a ver quien tiene los gigas más largos, pero la electrónica nos tiene un rato ocupados. El bluetooth hará que la banda conozca a una nueva amiga, se llama Gema y tiene buen saque. Perpetra el hecho el nuevo suministrador oficial de material interesante, el dealer de la banda, que abrió el camino con los mejillones y sigue ahora incitando al amor propio y a lo del scalextric.
Bueno corazones, hasta aquí la crónica, espero que el posado que hicimos a la entrada del templo gastronómico ilustre éste post.
Se despide sin más,

Dealer Gonso.

5 comentarios:

Mike Muddy dijo...

El pater Yiyi nos muestra el camino... pero el camino se esconde bajo nuestros pies. Habrá que pasar el rato con el vídeo de Gema...

yiyi dijo...

Confirmo desde estas páginas punto por punto todas las cifras manifestadas con anterioridad
Si queréis podéis

Pepe dijo...

Todavía no me explico como Gema pudo tragarse un mango de ese calibre. ¡Menuda endoscopia!
Magnífica crónica Gonso. Por unos instantes me he vuelto a encontrar en la bolera descojonándome de risa y hablando de Ánsar, de Luis Aragonés, del mejillón cebra y otros almejones.

Titus Jones dijo...

A Luis le caben por el culo cuatro pollas como esa. Menudo maricón.

Gonso dijo...

Titus, mándale la foto a Mike y que la ponga.