sábado, 19 de mayo de 2007

PRAGA


El pasado puente de San Isidro, Raquel y yo nos hicimos una escapada de solteros a Praga. El motivo era celebrar como novios nuestros diez años de matrimonio que cumpliremos a mediados de Junio, para lo que escogimos esta ciudad del centro de Europa que teníamos marcada con verde fosforito en nuestro debe.

Me habían hablado maravillas de Praga y he de reconocer que mis expectativas de encontrarme con algo espectacular no se han visto defraudadas. Más que una simple ciudad es una mezcla densa y genuina de lugares y sensaciones: es pasear con tu santa por la Plaza Vieja y sus calles aledañas laberínticas y adoquinadas, es contemplar cada hora en punto el desfile de los apóstoles al son de las campanadas del reloj astronómico, es patear hasta la saciedad y en ambas direcciones los 500 metros del Puente de Carlos, es disfrutar con la belleza de sus iglesias, de sus sinagogas, del viejo cementerio judio, es adentrarse en la majestuosidad su castillo con la catedral de San Vito incluida en su recinto, es recorrer sus calles y puentes de noche... Pero es mucho más, es música clásica de violín y órgano allá donde vas (espectaculares los conciertos en las iglesias), de músicos callejeros virtuosos, es teatro negro por doquier y representaciones de danza, es un muestrario sin fin de marionetas de madera y de objetos de cristal de bohemia, es trasegar cerveza rubia por medios litros como si fueran cañitas, es quedarte bizco y absorto al contemplar la fusión de bellezas eslavas de ciencia ficción con escenarios de cuento de hadas.

En resumen, un viaje inolvidable y que aconsejo apuntéis en vuestra lista de futuribles si es que no habéis tenido ocasión de ir por allí. Sin duda, os gustará todo lo que Praga puede ofrecer. Sabor europeo en estado puro.


2 comentarios:

Gonso dijo...

Buen destino, si señor. Hay pocos sitios dónde yo haya estado que no diga que volveré y Praga no es excepción. Siempre piensas que habiendo un mundo tan grande por qué repetir un destino pudiendo ampliar horizontes, pero algunos lugares enganchan y decides que seguro volverás. A Praga le tengo puesta la cruz desde que crucé el puente de San Carlos y ví la alegría que tenía el personal, lo buenísimas que están las eslavas y que antes de abrir la boca en el bar ya te habían puesto una cerveza tamaño "Tajada al canto" encima de la mesa.
Felicidades por el viaje, por la celebración y por el post que te ha quedado niquelao

Mike Muddy dijo...

Praga es, junto a Nueva York, mi gran asignatura pendiente. Todos los amigos y familiares que han ido me han puesto esta ciudad por las nubes, así que iré sin ninguna duda cuando tenga ocasión.

Felicidades por ese 10 aniversario. Eso me recuerda que por esta época, hace una década, se produjo nuestro último "just for men": destino Port Aventura. ¿Alguien se anima a escribir un post al respecto? ¿Yiyi?