miércoles, 2 de mayo de 2007

DIOS SALVE A REINA


No sé si tuvisteis ocasión de ver el partido de la Champions de ayer, Liverpool – Chelsea. Como asiduo del Santiago Bernabéu y seguidor cada vez más tibio eso si, de la liga de fútbol patria, he de reconocer que en muchos aspectos estos tios me producen envidia sana. Cosas como escuchar cantar a cincuenta mil almas el himno de los Reds “Nunca caminarás sólo”, observar como antes de la tanda de penaltis todo el estadio coreaba al unísono “Rafa, Rafael” agradeciendo a Benítez todo lo que está siendo capaz de hacer con un equipo excampeón hasta su llegada, contemplar atónito como nadie ni afición ni jugadores rechistaba lo más mínimo ante la anulación de un gol que hubiera supuesto la clasificación para la final por un más que dudoso por fuera de juego (el árbitro era Mejuto por cierto), son cosas que queréis que os diga, me producen admiración después de ver domingo a domingo como nos las gastamos por aquí.

Y realmente me sorprende esta actitud de una panda de salvajes capaz de beberse el Nilo y de destrozar antes de los partidos fuera de casa todo cuanto encuentran a su paso. Y quizás por eso me sorprende aún más el respeto casi místico por el “God save the Queen” o por figuras míticas como Sir Alex Ferguson que lleva la friolera de veinte años dirigiendo al Manchester United sin que nadie se atreva a discutir ninguna de sus decisiones, incluidos periodistas, a pesar de llevar a sus espaldas unos cuantos años de fracasos. No me extraña que Rafa Benítez le haya dado ya varios cortes de manga al Madrid que pretende infructuosamente traerle como entrenador de un proyecto vencedor. En el Liverpool le dejan trabajar, le respetan, le valoran, le dejan demostrar que es un entrenador como la copa de un pino. Sólo tener fe en un técnico explica que ante una mala racha de resultados en sus comienzos en la Premier resolvieran la cuestión ampliando su contrato cinco años más. En España todo esto entraría en el terreno de la ciencia ficción o más bien, de las ciencias ocultas.

Pensad en el Madrid, en el Atleti, en el Barça, Valencia o en el Recreativo de Huelva. Pensad en sus futbolistas, en sus dirigentes, en las respectivas aficiones y por que no, en los medios que cubren su información. Todos sin excepción, me temo que estamos (y me incluyo) a años luz del concepto de fútbol que manejan estos tipos tan peculiares que son los británicos.

Al fin y al cabo algo bueno tendrán. Pobrecillos, no todo iba a ser tirarse pedos y envasarlos.

2 comentarios:

Gonso dijo...

Pues si que son distintos estos tíos, para lo bueno y lo malo. Me ha llamado mucho la atención que están todo el día bebiendo vino, por lo menos al nivel que yo he estado. En todas las cenas y comidas a las que me han invitado, y han sido unas pocas, tres o cuatro botellas de vino neozelandés, sudafricano, italiano o francés caían fijo. Al final le he cogido el gustillo. Si tenéis que hacer un regalo a un británico no lo dudéis: rioja, ribera o lo que sea que seguro se lo pimplan.
Y lo del deporte en general. Siempre recordaré ver el torneo de las cinco naciones en la tele que se te ponía el pelo de punta al oírles cantar los himnos, (incluso a los gabachos su Marsellesa)

Mike Muddy dijo...

Precisamente ayer escribí en Pueblo de Ballenas sobre la envidia que le tengo a los "reds", metiéndole un rejón al Atleti que cada día me desespera más. Vi el partido y en la final iré con ellos. Sobre tus argumentos, Pepe, amén.