
Y es que los publicistas de Berlusconi pusieron en marcha una estrategia hasta entonces nunca vista. El 10 de noviembre de 1990, una noticia era publicada en los principales periódicos nacionales con el titular siguiente: “Laura Palmer ha sido asesinada”. Cuatro días más tarde los mismos periódicos anunciaba la emisión de la serie en dicha cadena de reciente creación, con un texto que decía: “Si no ves mañana Twin Peaks, pasado mañana no sabrás de qué hablarán todos”. El jueves, 15 de noviembre, se emitió el episodio piloto, con un share de audiencia superior al 57%.
Twin Peaks, con su cascada helada, su serrería y sus estereotipos sociales.

Mis hijos ahora ven al agente especial Cooper gesticulando ante la tarta de cerezas y sonríen o se parten de risa. Pero la verdad es que la serie daba miedo, porque todos sabíamos que detrás de todo el humor relajante de esas escenas se escondían los laberínticos designios de los sueños. Y Lynch es un maestro de lo onírico.
Mi sorpresa ha sido mayúscula cuando he leído que se emitieron 30 capítulos, y hasta se estrenó en 1992 en el Festival de Cannes una película que recreaba los últimos días de vida de Laura Palmer, titulada cómo no: "Fuego, camina conmigo". No sabía. A mí se me hizo mucho más corto.
Recuerdo que las amigas de Laura, las amiguitas que estaban todas como un queso, tampoco eran lo que decían ser. Al final, las amiguitas no eran tan amiguitas de Laura Palmer. Coño, como en la vida real. ¡Qué coincidencia!

1 comentario:
Gran serie, un icono sin duda.
También "Yo Claudio".
Hoy, para mí, "House".
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