"BE GUATER..."

Vaya tiempos en que vivimos. Y si no aquí va un ejemplo.
Resulta que para vender un coche hacen un anuncio donde un chino que pegaba hostias como panes se vuelve filósofo y nos cuenta eso de que hay que adaptarse como el agua y la jarra y toda esa mandanga.
Pues de esto quería hablar yo, de adaptarse, o mejor dicho de no adaptarse. De algunos que no lo hicieron y por no hacerlo se han quedado en el olvido... Pero no para mí.
El primer ejemplo de olvido tiene que ver con nuestra historia, algo que comentaba Epi sobre los motes: Los tres investigadores, y en concreto uno de ellos Jupiter Jones sobrino de Titus Jones. Una joya de la literatura juvenil que pocos reconocen, sólo se oye hablar de "Los cinco" o " Los Hollister". Menudo coñazo. Lo más que resolvían era el misterioso robo de la tarta de manzana de la señora Robertson y gilipolleces del estilo. ¡Qué injusticia! mientras que Jupiter aclaraba misterios como el del caballo decapitado, el loro tartamudo o el león nervioso los famosísimos cinco ganaban fama por títulos como "los cinco se van de casa", Ooooohhhhhh que misterio, que emoción, que tensión narrativa. De pota. Pero bueno, cosas del destino y que los tres detectives de Hollywood no hicieron “be water”.



Otro caso. Todo el mundo se acuerda de Marco y Heidi, del puerto italiano y del O le ro le ro pi pu le ro pi pu amiguito dime tú, y se le hace el culo pepsi-cola cuando el niño encuentra a su mamá o Clarita se levanta de la silla y se da su primer rulo. Seamos serios. Lo del niño con su mono pasándolas putas tiene su aquél pero lo de Pedrito, el abuelito, Clarita, la cabrita y el perrito… es una mierdecita. No tiene un pase. Y aquí viene mi segundo desheredado. ¿No se acuerda nadie de la primera serie de animación japonesa que vimos? Meteoro. Yo no había echado los dientes y tengo recuerdos de ese coche que te cagas del futuro: el Mark V. Son flashes en blanco y negro porque así lo veíamos, pero leche, que alguien le de el reconocimiento que se merece, coño, que fue la primera de muchísimos. Un respeto para el pionero, un recuerdo para el que abrió una puerta por donde se han colado desde el inolvidable Mazinger hasta el Shin Chan de los cojones. En fin Meteoro. “Be water”.
Y el último y más desconocido: el capitán Trinquete.
Ese capitán pirata con grumete permanentemente constipado llamado Catarroso. Un capitán gordo que juraba “por todos los canguros de la isla de los canguros” o “por todos los repollos de la isla de los repollos”.
Una verdadera joya que nunca entenderé por qué no alcanzó fama y reconocimiento. Quizá sea el nombre, Trinquete. Estoy seguro de que si hubiera sido inglés y se llamara Captain Mizzen otro gallo le hubiera cantado, igual que a otros marinos famosos como el capitán Haddock o al más reciente Jack Sparrow que ya veríamos cómo hubieran aguantado su traducción al español como capitán Bacalao y Jack Gorrión. Vamos que no se hubieran comido un saci. Capitán mi capitán sigo esperando tu revival, tú tampoco hiciste “be water”.
Termino que se hace largo. Aparte de motivar estas líneas, lo que no habrán conseguido los del anuncio del coche, porque entre otras cosas no se cual es, es que me lo compre. Y a ti Bruce Lee no te lo tendré en cuenta, tu imagen de mala hostia, lleno de sangre hasta las trancas y preparado para seguir repartiendo estopa no quedará enturbiada por esos pinitos pseudo filosóficos. Que un mal día lo tiene cualquiera, que al fin y al cabo tú ya estás listo de papeles. Haberte adaptado.