lunes, 19 de mayo de 2008

PORQUE ÉL LO VALE



Aunque de lejos puedan ser "el mendigo y el príncipe" ambos son de carne y hueso, y se llaman Rafael y Roger. Ayer tuvo lugar su enésimo enfrentamiento en la tierra batida de Hamburgo, y como casi en todo, el mallorquín le va recortando protagonismo al suizo. Le costó llegar a la final al primero, porque enfrente tenía al jugador de moda -el serbio Djocovic- que le hizo sudar la elástica durante más de tres horas para ganarse el honor de seguir siendo número dos del mundo. Pero Nadal, el sábado, le hizo trizas con su juego demoledor y preciso en un partido que vamos a retener en la memoria como uno de los más emocionantes y llenos de puntos al límite de la historia del tenis. En contra, la semifinal de Federer había sido un paseo por la alameda, fotografiando buitres. Y ayer domingo, así las cosas, los presagios se confirmaban en forma de molestias en la parte posterior del muslo del español. Aún así, Federer sabe de partidos anteriores que no conviene despertar a la bestia dándole de comer "moralina" después de media noche. Pues bien, Nadal que tenía un 1-5 en contra en el primer set y estaba como Yiyi después de un atracón de percebes, remontó espectacularmente y consiguió ganar esa primera manga por 7-5. Y aunque perdió el segundo set en el tie-break, fue capaz de consolidar el tercero con un tenis sólido y contundente. Y no le quito mérito a Roger, que es un verdadero crack y un caballero -aunque su novia me caiga, partido a partido desde la grada, como el mismísimo culo-. En dos días me he vuelto a enganchar a un deporte que había perdido de vista desde las hazañas de la copa Davis. Por cierto, este otoño volverá a Madrid la tal copa con polémica servida desde la federación, pero hasta que llegue, nos quedará París y la hierba inglesa. Aunque no tenga un físico de tenista al uso, vista como un indio, se rasque el culo al resto y hable un poco pijo, el de Manacor nos hace vibrar a todos con su tenis de gran nivel. Quizá haya que olvidarse ya de los Orantes, Jimeno y Santana. Quizás me haga mayor este chaval de veintitantos. Gracias, Rafa.

2 comentarios:

Gonso dijo...

Si señor. Debe ser una tortura tenerle enfrente. Federer debe tenerlo ya grabado en el inconsciente y eso es muy malo para él. A ver que tal en Paguí si le aguanta el físico.
A mí Wimbledon no me gusta. Eso se parece poco al tenis y demasiado al pim pam pum, si te pilla una mala bestia de esas de casi dos metros que pone la bola a mil en el servicio de poco vale que sepas jugar.

Mike Muddy dijo...

Rafa impresionante. Un atleta con fuerza, talento y sin complejos, jugando siempre al límite. Si los futbolistas fueran así otro gallo nos cantaría.