lunes, 4 de febrero de 2008

ODA A LA CHULE (La Chuletera revisited)







A las ocho era la cita
Hacia y media llegué yo
¿Qué ocurre que nadie entra?
¿Qué pasa con la reunión?


La penumbra es el presagio
¡Quién lo iba a imaginar!
los neones no se encienden
nadie pasa del umbral

¿Qué pasa? por fin pregunto,
a los que allí se congregan
me huelo el oscuro asunto,
que está cerrado me pega.


Leo bajo luz escasa
la respuesta en el cartel
que está pegado con grasa
por debajo del dintel

No se vende ni se cierra
pero si que se traspasa
que limpien otros la mierda
de este templo de la grasa.

Nuestros vasos levantemos,
poniendo fin a una era,
bebamos, amigos, brindemos...
por la vieja Chuletera.
Chin pon
(prometo no volver a hacerlo)

6 comentarios:

Mike Muddy dijo...

Foto crepuscular, casi fantasmal añadiría, pues espectros parecemos bajo el marchito cartel. Emborronados antes del fundido en negro. No sé si me gusta... o si ir a ajustar cuentas con el tipo que disparó, vaya ojo, vaya pulso, desde luego no ganará un World Press Photo. El poema sí es de premio. Empiezas a postularte con fuerza, ¿eh, Gonso?

PacMan dijo...

Nunca hube reparado, como ahora al ver esta foto que movida parece -que no, que es un efecto especial-, en el nombre del tal lugar de antaño, como ahora lo hago: "Mesón La Chuletera".

Ni era mesón de yantar,
ni pleno de chuletas era
ni asador que yo prefiera,
mas no me podré olvidar
de ti, plancha gastada
de tanta sepia, de oreja,
de pepitos de ternera,
hamburguesas revenidas,
champiñón, jamón, cerveza,
bravas, ali-oli, priva.
Medicinas tan genuinas
de la sin par Chuletera.

Mira, sin haberlo preparado...

Gonso dijo...

Joder con los rapsodas.

Terminemos pronto el lance
antes que el Titus lo lea
y una hostia nos alcance
dejemoslo estar, así sea.

El lado oscuro va a flipar.

Gonso dijo...

Lo de la foto es para nota.
Mira que es mala suerte. De todos los que viven en Madrid tenemos que parar al único menda que no ha hecho una foto en su puta vida.
Siempre podemos decir que es arte modelno.

Pepe dijo...

Desde Góngora y Quevedo no había visto un pique en verso de tanta altura. El final de la Chule bien merece este derroche de intelectualidad, al fin y a la postre ha sido nuestro Café Gijón particular. Chule, Miguel, Pedro, Biomanán, sepia, hamburguesas, submarinos, grasa... jamás os olvidaremos.

Titus Jones dijo...

Felicidades Gonso, te has librado de la leche por esta vez.

Si sigues así quizá te vote en los II Premios Charly (con buen rollito)