ENCINTA

Vuelvo la mirada a la cartelera y me doy de bruces con mi musa, con nuestra musa, con "la musa". Radiante me mira desde su torre de marfil de cartelera multiplicada, interpretando a la Bolena, a Cristina en Barcelona o al espíritu de Silken Floss. Donde esté Scarlett que se quiten Paz o Eva. Y descubro que, además de estar en todas esas cintas, también podría estar encinta. ¡Noooooo!

Sólo es una pesadilla. Y eso que con 24 añitos recien cumplidos está en una edad que bien podría calificarse de idónea para procrear. Muchas mujeres con su edad eran madres desde hacía una decena de años, como una tal Señora Vassilet, campesina rusa nacida en pleno siglo XIX, que tuvo la friolera de 27 embarazos, repartidos en 16 partos de gemelos, 7 de trillizos y 4 veces cuatrillizos, lo que sumaba un total de 69 hijos. Creo que esta señora no conocía la expresión "vientre plano" y sí las propiedades flexibles de la piel humana. La expresión de estar encinta no debía ir con ella, ya que no tenía tiempo de lo contrario. Y es que la estepa es muy fría y muy solitaria. Por cierto, el término "encinta" probablemente viene de "no ceñida", ya que las mocitas debían ir ceñiditas hace ya siglos y cuando pasa lo que pasa, ya se deja de estar a la moda.

Pero tranquilos, drugos míos, todos esos rumores que se extendieron acerca de que Scarlett Johansson podría haberse casado con Ryan Reynolds por las prisas eran infamias de mujerzuelas -millones eso sí- envidiosillas de nuestra pobre Escarlata. Dicen las encuestas que nuestra rubia heroina de 1,63 m es odiada por el común de las mujeres de la misma manera que idolatrada por la práctica totalidad de los hombres del planeta. No está embarazada, por el momento, pero estarían trabajando en ello. Me cachis...

Admiremos, pues, sus curvas perfectas por el momento. Antes de que le entre el gusanillo.