Volvía yo de Zaragoza en el tren de la España del XXI y me he tenido que enterar de los goles a golpe entrecortado de ondas hertzianas procedentes de Radio Nacional. Como en los años previos a la TV. Como cuando Matías Prats -padre- narraba emocionados cantos de orgullo patrio en honor de la selección. En aquel tiempo no éramos "la roja". No me atrevo a pensar en lo que hubiese ordenado fulgurante el morador del Palacio del Pardo si la hubiesen bautizado así en los medios. Pero eran otros tiempos, en los que -sí- ganábamos a la URSS hasta en alguna que otra final. Pero bueno, hoy hemos ganado a Rusia. La de Putin y los chechenos. Eso sí, marcando cuatro goles e ilusionando a toda España. ¿A toda? No. Un grupo de rebeldes encabezados por Titus resiste aún a las hordas de forofos. Pues que le den, y a otra cosa.
P.D.: Titus, uno a cero. Y cállate, que estás más guapo.
4 comentarios:
Ya tenemos una pero supongo que todos nos acordamos de cómo empezamos el mundial. No echemos las campanas al vuelo.
Dejémos al Titus en paz, si no quiere verlo y se la pela él verá, si perdemos ya sacará el colmillo.
Tranquilos que no voy a entrar al capote.
Pasarlo bien y disfrutar mientras podáis. Sabéis que os quiero y si os hace felices que gane España, que gane. Si os hace felices que os la chupen vuestras mujeres o quines sean, que lo hagan.
Por cierto Paco, fragil memoria la tuya, vendiendo ya la piel del oso antes de cazarlo. Todavía me acuerdo tu careto en la final de Lyon. Solo espero que no se repita.
Parece más complicado que una miembra entre en esta banda de miembros que España gane algo en fútbol, pero no hay que perder la esperanza. Los rusos, unos amigos. Llegar a cuartos estaba en el guión. Ya veremos que pasa luego. Pero de momento... ¡aúpa España!
No quiero yo tampoco polemizar, pero prefiero una goleada con chupada que una paja en el ojo ajeno. Tú ya me entiendes, Titus. Que "el internacional" no se hizo su fama en cuatro días y lo debe haber visto ya media España. Sin polemizar, que te den por aquél. ¿Y el siete? Illa, illa, illa. No hay más que decir.
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