Dos décadas y pico después los Lakers y los Celtics vuelven a verse las caras en la final de la NBA. Magic Johnson, Byron Scott, James Worthy, Kurt Rambis y Kareem Abdul Jabbar vs Dennis Johnson, Danny Ainge, Larry Bird, Kevin Mc Hale, y Robert Parish. Esos eran los cincos iniciales de entonces, diez jugadores estratosféricos (unos más que otros) cuyos nombres completos, caretos y forma de jugar recuerdo veinte años después como si les hubiera estado viendo ayer mismo. Ellos, angelinos y celtas, hicieron que me enamorara del juego del baloncesto y de la NBA del siglo XX.
Desde entonces y una vez pasada la gran época de Detroit con Isiah Thomas, Joe Dumars, Dennis Rodman, John Salley y Billy Laimbeer, y de Chicago con Michael Jordan, Scottie Pipen y tres más, los muchachotes que ahora juegan en la NBA me parecen más de carne y hueso que antes, y más todavía después de los revolcones sufridos por la selección USA en mundiales y juegos olímpicos.
Reconozco que la liga americana ya no me interesa de la misma forma. Sólo el hecho de que haya tanto español hace que me apetezca conocer el curso de la competición. De los Lakers actuales conozco bien a Kobe Bryant, sin duda el heredero más digno de Jordan, y por supuesto a nuestro Gasol. De los Celtics se de la fama de Kevin Garnett, pero sin ver su nombre en la camiseta no sabría identificarle. Y pare usted de contar.
Jugadores que no conozco, un quinteto de los Celtics integrado por cinco jugadores negros, un español como titular indiscutible en la gran final. Nada es igual a entonces pero yo gracias a Magic & Cia sigo siendo de los Lakers veintitantos años después a pesar de mi actual ignorancia. ¡Animo Kobe y Pau, a por ellos!
3 comentarios:
Me temo que Los Lakers han palmado.
Pero la cosa promete.
Por muchas razones yo debería ser de los Celtics. Me gusta más el este americano que el oeste, con la excepción de San Francisco, pero allí no juegan al baaloncesto. El halo de equipo tradicional, eso de que siempre jugaran varios blancos y que llevaran las zapatillas siempre negras les otorgaban una pátina pseudo europea atractiva. Los vimos en Madrid en pleno apogeo y en mi caso estuve a medio metro de todo el equipo al que no intenté ni pedir un autógrafo pues me quedé paralizado al tener delante a Larry Bird. Con todo y con eso no soy de los Celtics. Creo que sé las razones, una se llama Magic Johnson y otra me parece que es por que van de verde.
No me gustan los uniformes verdes.
Les guardo cariño a ambos equipos por aquellos partidos míticos, pero Pau obliga. Vivan los Lakers por esta vez. Me grabaré los partidos (los pone Cuatro de madrugada).
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