domingo, 2 de agosto de 2009

LOS NUEVOS VÁNDALOS (CRÓNICAS PÚNICAS II)

Desde niño siento una atracción considerable por la Historia, que quizás me viene de repasar los grabados y las fotografías de las enciclopedias, e imaginar cada momento de aquellos hechos que más me conmovían en primera persona, como si me hubieran transportado a cada época y reviviera lo más heroico de aquellos acontecimientos. Aquella época de romanticismo se fue por el retrete porque la Historia (con mayúsculas), concebida como el conjunto de acontecimientos basados en el lenguaje escrito, no existe. Y no existe porque sólo existen las historias conservadas en los textos que nuestros antepasados conservaron selectivamente unos, destruyeron otros y manipularon los más.



-Los fenicios fundaron Cartago, fueron derrotados por Roma en el transcurso de las tres Guerras Púnicas y luego los Vándalos arrasaron con todo.- dice Navil, nuestro guía por el museo de El Bardo, en Túnez. -Estos mosaicos datan del siglo III d.C., y se han conservado hasta nosotros.- Navil, Alí y Sami son algunos de tantos guías profesionales que salen de la nueva Universidad de Túnez creada por el presidente Bourguiba y potenciada por el actual Ben Ali. En ella, los futuros guías estudian las nociones de Geografía, Historia e idiomas que les proporcionarán durante años a ellos y a sus familias el sustento gracias a las enormes cantidades de turistas venidos de Europa que llegan y llegarán a esta tierra de mestizaje. Según la versión oficial, la culpa de que medio país esté en ruinas es de los temidos Vándalos.



La ciudad de Cartago que se alzaba en el corazón de la África romana en el siglo V d.C. era una copia de peor calidad que la esplendorosa Cartago púnica que vio nacer a Anibal. En tiempos de dicho conquistador llegó a albergar a 400.000 almas y contaba con un régimen de gobierno más sofisticado y eficaz que cualquier ciudad romana. Los romanos sabían conquistar, destruir y arrasar a cualquier nación por medio de sus legiones de soldados profesionales. Pero también sabían eliminar de la Historia lo que a ellos les interesaba: durante siglosse ocuparon de borrar de los escritos a la cultura cartaginesa. Del siglo II a.C. en adelante se instauró la Pax Romana. Y así fue como, a principios del siglo V d.C. unos simples bárbaros -extranjeros a los ojos de Roma- llamados Vándalos al mando de Giserico recorrieron la distancia que les separaba de la actual Hungría, pasando por Helvecia, Galia, Hispania, y llegaron a Cartago. En ese momento, el Imperio Romano se desmoronaba entre Oriente y Occidente, y tenía que prestar atención a Atila y los hunos, por lo que pudo desentenderse en parte de la caída de la Cartago romana.

La introducción de los Vándalos en el norte de África no fue salvaje ni destructiva como fuera en su día la destrucción del imperio cartaginés por Roma. Tuvo un carácter de fusión con la cultura existente. Los Vándalos eran de origen germánico -procedían de la actual Polonia- y llevaban en el nombre su propio destino: vándalo significa "vagabundo", aunque para nosotros tenga un significado destructivo gracias a la propaganda romana primero y luego a historiadores del siglo XIX que identificaron el saqueo con el pueblo de Giserico. Se habían intentado establecer en numerosas regiones del imperio romano, abrazando la fe cristiana por el camino. Su rectitud y civilización eran evidentes. Tan solo cometieron un error para la posteridad: eran cristianos arrianos, en contraposición con la ortodoxia católica de la Roma Occidental que estaba establecida en el norte de África. Esa confrontación fue lo que, a la larga les costó ser lo que son a los ojos de los "libros de historias": unos destructores, asesinos y violadores consumados. El resto de la historieta es bien conocida: la Historia la escriben los vencedores, y de las cenizas de Roma nacieron los estados católicos que se fortalecieron en la Edad Media.

Regreso al siglo XX. Tumbado bajo la sombrilla de la piscina oigo las voces de los nuevos vándalos. Las polacas y los polacos han vuelto a Cartago, pero esta vez no vienen a quedarse. Sólo persiguen llevarse el sol de Túnez consigo. Y se lo llevan grabado en la piel.

2 comentarios:

gonso dijo...

Unos tienen la fama...
Ya no hay Vándalos reconocibles como pueblo, ahora hay vándalos por todas partes, incluso, Oh campos de soledad, podemos tener un vándalo en casa.
Entre los quince y los treinta, la horda vándala, arrasa parques y destroza paradas de autobus y las pocas cabinas telefónicas que quedan.
Ahora ya no hay pax romana que lo pare.
Vae victis

Mike Muddy dijo...

La historia la escriben los vencedores... y la reescriben los nacionalistas, oportunistas y demás chusma contemporánea.