Os voy a contar un cuento, del que espero que saquéis una moraleja...
Había una vez un hermoso príncipe que le preguntó a la bella princesa:
- ¿Te quieres casar conmigo?
Y ella le respondió:
- ¡¡¡NO!!!
Y el príncipe vivió feliz por muchos años yendo a pescar, a cazar y al bar todos los días con sus amigos y tomaba mucha cerveza, vino y cava, se ponía hasta el culo de copas cuantas veces quería, jugaba al golf y comía caviar porque le alcanzaba la pasta para eso y mucho más, dejaba la ropa tirada en la silla del comedor y follaba con mujeres de la noche y vecinas y amigas, no tenía que competir con vecinos y amigos por el mejor coche, el mejor lugar de vacaciones, etc... Y se tiraba pedos a mansalva y meaba salpicando la tapa del baño con la puerta abierta, cagaba leyendo sin límite de tiempo y cantaba eructando y se rascaba los huevos, viendo fútbol todo el fin de semana... y no le tocaban las pelotas!!!
Igualito que nuestras vidas
3 comentarios:
Titus, ¿estresado? No te preocupes. El final del cuento es que el príncipe pilla una sífilis de elefante, complicada con una infección urinario-rectal por habel dejado fermentar la tapa del water, y en el hospital le pegan el tétanos y el sida. Pero no acaba ahí la cosa, porque sus amigotes dejan de hablarle, le suspenden los créditos bancarios y se convierte en un homeless. Cuando parece que ha tocado fondo, reaparece la bella princesa, que a raíz de su rollito había descubierto sus tendencias "vichissoiles" y se había cambiado de sexo. Ésta le hace un culo nuevo con su nuevo trasplante recien estrenado y le pregunta: ¿sabes que me he hecho del Barça?
¡Nooooooooooooooooooooooooooooooo!
Moraleja: no te quejes, que siempre hay alguien peor que tú.
Después de pensar que el plan de Titus pinta bien, reflexioné e iba a matizar, pero... no puedo superar lo de PacMan... je, je.
Añadiré una anécdota real. El otro día comentaba con un compañero del curro las excelencias físicas de una compañera de unos 35 tacos, soltera y sin compromiso (y sin ganas de tenerlo), neumática y con fama de folladora. El tipo me dijo:
- Ya. El problema es que dentro de 10 ó 15 años no se la querrá follar nadie; es más, no creo que la recuerden ni los que se la están tirando ahora. Dejará como legado unas croniquillas cutres llenas de faltas de ortografía. ¡Qué triste!
Me quedé acojonado.
Lástima que el correo con el texto me hubiera llegado la semana pasada y ya no sea sorpresa. Pero tiene su gracia. Lo de los matices es la parte sesuda y lógica del asunto, quizá demasiado acostumbrados a poner los pies en el suelo y no fantasear con aventuras imposibles.
Lo que le pasará a tu compañera neumática dentro de 10 ó 15 años puede ser verdad, pero mientras tanto que le quiten lo bailao.
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