EL REPUPAS

No vengo aquí a hacer más sangre con la que algunos de nuestros members tienen encima. De hecho tenía pensado escribir este post desde el jueves pasado, osea antes del derbi, una vez que se confirmó que la lesión sufrida por Fernando Torres con la selección le iba a impedir jugar con el Liverpool en el Calderón.



Empezamos la semana con mala suerte por denominarlo de alguna manera, el alevoso atropello de la UEFA al Atleti. Una vergüenza sin lagunas contra la que me solidarizo y que me indignó tanto como a todos, indios y viquingos. Tras la intervención del mismísimo ZP parece que las aguas vuelven a su cauce, se aplaza la sanción y por tanto el Calderón puede –de momento- seguir siendo escenario de partidos de la Champions. El siguiente partido es contra el Spanish Liverpool y ¡zas!, el niño se lesiona contra Bélgica y es baja para tres semanas.

¡Hay que joderse!. No se quien coño bautizó al Atleti como el pupas. Creo que se quedó corto, cuanto mínimo REPUPAS. Aquella ley de Murphy de que algo que va mal es susceptible de empeorar, se cumple a rajatabla cuando uno se viste de rojiblanco. Y es que no se que es peor, que te cierren el campo o no poder ver a Torres en el Calderón en el equipo rival y en Champions. Yo tuve la fortuna de ver jugar a Fernando Redondo (que curioso que compartan nombre) con el Milán contra el Madrid en Champions y todavía recuerdo el vello como escarpias y los ojos reventones de lágrimas cuando Ancelloti tuvo a bien sustituirle. Ninguno de los allí presentes podremos olvidar la ovación durante más de dos minutos de un estadio Bernabeu rendido a los pies de un jugador santo y seña del madridismo del que no habíamos tenido ocasión de despedirnos como se merecía, tras su precipitada salida por la puerta de atrás nada más aterrizar Florentino.

No recuerdo el resultado, ni recuerdo en que ronda fuimos eliminados ese año. Esos dos eternos minutos valieron el abono europeo de la temporada y formarán parte para siempre de ese trozo de la memoria madridista que se tiñe de sentimientos, esa que se mantiene para siempre en formol, que no se olvida jamás y que se transmite inalterable de padres a hijos.

Members atléticos, os compadezco. No poder vivir esa mágica sensación, quedarse con la incertidumbre de si esa emotiva despedida-homenaje a vuestro Niño será posible algún día es la peor de las desgracias posibles, y la peor de cuantas cosas os han ocurrido esta semana y probablemente este año.

Y eso hablando del Atleti, es mucho decir.