CRISIS DE IDEAS

No sé si en este foro, o en mis charlas matutinas de café, pero escucho más veces de lo habitual lo de la crisis. En todos los sentidos. No nos llega la camisa al cuerpo. Y esto no para.

La construcción -no os miento-, se lleva la palma. Hace un par de años cualquier arquitecto técnico o ingeniero de caminos recién salido de la escuela, sin experiencia pero con algo de desparpajo, en la primera entrevista de trabajo -en la que calas al individuo sin dudar- se atrevía a pedir un nivel salarial que a tí te había costado arañar en la primera década de profesión. Se los rifaban en el mercado laboral. Ahora llega el miedo a la patada -o al pasillo seguido de la correspondiente patada- y a salir a un mercado laboral en que hay cero demanda y creciente oferta. Los inversores se retraen y no generan nuevos proyectos. Las obras de grandes edificios se han frenado y caen las previsiones de los departamentos: no llegaremos a los resultados de facturación esperados. Los fabricantes de material, las constructoras e instaladoras no hacen más que llamarte para ver qué tienes, que ya van meses que no les pides ofertas.

También los modistos de las pasarelas están en crisis, o eso parece al ver qué poca tela les ponen encima a las modelos; tanta minifalda y tan poco que enseñar. A mí me da que se han puesto a hacer balance y se preparan para este primer periodo navideño que nos espera con la cesta de la compra en baja y esperando a que los números rojos de los parqués mundiales se trasladen a los corte ingleses y lo único que regalemos al vecino sean los buenos días envueltos en el papel de "La Farola". Ni para taparse tienen las pobres chicas. Será que baja la bolsa y bajan los escotes.



Hasta yo mismo tengo que hacer esfuerzos por escribir cuatro cosas y añadir dos fotos de nenas en el blog, para que me leáis. Yo que antes escribía por los codos, ahora sólo revivo al Kun para picar al talibán. Lo que yo decía, la jodía crisis.