lunes, 14 de enero de 2008
SOLO O EN COMPAÑÍA DE OTROS
Nueva ley de mi santa: "No voy al cine a sufrir". Así que como el 90 por 100 de las pelis -no infantiles, exceptuando "Bambi"- introducen un elemento traumático, voy al cine menos que antes, y voy más solo. Ahora me ha dado por apretarme sesiones dobles, un viernes al mes, en un centro comercial con varias salas: pago el pase de las 22:00 y me cuelo en la sesión "golfa". Programa doble, como en los viejos tiempos. Por supuesto, veo producciones que mi santa no tolera. El último viernes, por ejemplo, "Alien vs Predator 2" (mala de cojones) y "Soy leyenda" (mejor de lo que pensaba). Me metí a ver esta segunda película porque me da morbo cuando Hollywood decide destruir Nueva York, dando ideas que luego, como se vio el 11-S, se llevan a cabo en la vida real (esto no me da morbo en absoluto). Ver los decorados que pateé hace unas semanas vacíos y desolados gracias a los efectos especiales (hay una escena gloriosa en Times Square, por no hablar del puente de Brooklyn partido por la mitad) me parece acojonante. La película está basada en una novela de ciencia ficción escrita por Richard Matheson en 1954. Cuenta la historia del último hombre vivo en Los Ángeles tras una epidemia que ha transformado a los seres humanos en una especie de vampiros. Hay varias adaptaciones cinematográficas. Es obvio que Nueva York da más juego. En esta versión, Will Smith hace un trabajo bastante decente, lo que en su caso es mucho decir. Ni una mueca, ni una gracieta. Soledad, sufrimiento y desesperación. El día es suyo: recorre la ciudad en busca de respuestas, evitando entrar en edificios oscuros, entablando conversación con su perro y los maniquíes de las tiendas. La noche es de los seres monstruosos y demenciados para los que intenta buscar cura. Sentado en la sala, rodeado de extraños, pensé que el cine es para disfrutar solo o en compañía de otros, pero la vida es otra cosa: al último hombre sobre la Tierra no le queda más remedio que redimir a sus congéneres locos o condenarse a la misma suerte.
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4 comentarios:
Siempre he apreciado el valor de un par de comentarios calentitos al salir del cine, o tomando humeante café en algún antro después de la sesión. Algunas de mis mejores pelis van irremediablemente ligadas a las personas con las que las compartí: Alien, El Señor de los Anillos (de Bakshi), El Silencio de los Corderos o Porky's. Soy un adicto al cine, pero lo soy más del cine en compañía. Y también me compadezco de practicarlo cada vez más en solitario. Será que nos hacemos mayores.
Le había echado el ojo a la peli después de ver uno de esos interminables trailers que ponen ahora, en los que con un poco de imaginación puedes decir que ya la has visto.
Me interesó hasta que se empezaron a adivinar monstruos.
Miré a Pilar que me leyó el pensamiento y dijo "ni de coña"
Automáticamente pasó a la lista de "ya la veré cuando la pongan en la tele"
Para mí, la escena más terrorífica no es una en la que participan vampiros, sino cuando Will Smith, solo y al borde de la rendición, entra en un videoclub y habla con un maniquí que le mira con ojos fríos e inexpresivos. Si alguna vez veis la peli, me comprenderéis.
Si no fuera por nuestra dispersión geográfica estoy convencido de que algunos members quedaríamos para ir al cine de vez en cuando. En fin, todo se andará.
A mi no me gusta el cine. Nada de nada. Pero fui a ver la peli por ver New York en tal estado de abandono y la verdad es que me impresiono. Al argumento sinceramente no le presté ninguna atención.
Mike, reconoce que te la hubieras cascado ahí mismo si pro algún lado hubiera salido un Alien, ¿eh?
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