jueves, 17 de enero de 2008

40

Ayer fue mi cumpleaños. Mejor dicho, ayer cumplí cuarenta años. El mensaje aparentemente es el mismo, pero el fondo desde luego no. Nunca llevo demasiado bien el cambio de prefijo, pero esta vez reconozco que me ha supuesto un auténtico mazazo, mucho mayor que el salto de la veintena a la treintena. Siento como que a la hoja de calendario que pasé ayer se le habían quedado pegadas un buen taco de hojas más, de esas que no se dejan quitar sin que el calendario quede hecho una puñetera mierda.

La verdad members es que decir que tengo cuarenta me produce respeto, más bien vértigo. La juventud oficialmente ha quedado atrás y sin posbilidad de retorno. Ya no soy un joven, he llegado a esa edad que hasta que no estas en ella se asocia con madurez, con plenitud, con veteranía, con tocar techo y todas esas cosas. Y por la gloria de mi madre que no siento nada de esto ni física, ni sexual (sobre todo), ni mentalmente. Sigo creyendo que me queda mucho por llegar a ese estado imaginario y además tengo la sensación de que en mi DNI debe haber algún error. No puede ser que cuatro décadas pasen así de rápido cuando la dictadura franquista duró una eternidad en palabras de los contemporáneos de Antonio Alcántara. Y lo peor, he entrado en la categoría de superveterano en las carreras populares, ni veterano ni leches, ¡super-veterano!, así como suena. ¡Tócate los cojones!. Ya no hay más categorías, bueno si, la de criador de malvas, que gracias a Dios no figura en los formularios de inscripción.

Como lo de la treinta ya lo había conseguido asumir, he decidido aunque sólo sea para consumo interno mío decir que tengo treinta y diez años, luego treinta y once, treinta y doce y así sucesivamente. Al fin y al cabo no se falta a la realidad y sinceramente, creo que se ajusta bastante más a mi visión sobre mi propia edad. A la RAE le parecerá de pena, pero a un tio madurito y en plenitud de sus facultades como yo, me parece cojonudo.

Se que casi todos me comprendéis perfectamente. Gonso de momento se descojona, pero ya vendrá dentro de ocho meses con las orejas gachas filosofando sobre la vida.

5 comentarios:

Mike Muddy dijo...

Felicidades por haber llegado tan lejos y ánimo, ya verás como no es tan malo. La edad se mide por el cerebro y por la actividad sexual. Con respecto al primer factor somos casi veinteañeros, y con respecto al segundo estamos en los diez años como máximo ;-)

Gonso dijo...

Felicidades tronco,
no te llamé porque estaba postrado atacado por la gastroenteritis aguda que me tuvo echando la pota y haciéndome caquitas todo el día de ayer.
No hay que darle muchas vueltas al guarismo. Es lo que hay y punto.
No analices y pa lante.

PacMan dijo...

Son sólo números. Si viviéramos en Marte, tendrías 21 años, y en Saturno no llegarías a 2 añitos. Así que no te agobies. Debes recordar lo bueno de lo vivido, soñar con lo que te queda, pero sobre todo no desperdiciar ni una pizca de ese tiempo que es el hoy y el ahora. Vive el momento. Carpe diem. Dentro de 10 años terrestres también recordarás los treinta y diez como una época inmejorable. Enhorabuena por participar.

yiyi dijo...

Bienvenido al club. Todo llega y todo pasa. Cuando teníamos 30 tu sólo tenias 26 y era un abismo.
Con 90 todos calvos. Besos

Gonso dijo...

calvos...
algunos antes.