Sigo con el síndrome del folio en blanco pero para vencerlo lo mejor es darle a la tecla y que salga el sol por donde sea.
Que nadie le busque sentido a estas líneas, es más, ya anticipo que no voy a poner nada digno del blog pero las necesito para sobreponerme a este virus que me afecta últimamente.
Es un mero ejercicio de escritura automática para aniquilar demonios y volver a la senda de la producción regular (y tan regular)
Alguien dijo que eso de escribir era un porcentaje de inspiración y otro tanto, o más, de transpiración. Pues eso intento, transpirar un poco.
Bueno, hala, ya está bien por ahora para romper el hielo.
Bienvenido mes de octubre y que la fuerza os acompañe.
1 comentario:
Encantado de volverte a leer, hermano. Siempre un placer.
Publicar un comentario