Hace ya la leche de tiempo, según san google en 1988, se celebró en Madrid un torneo de baloncesto en el que participaron el Scavolini de Pesaro, la selección Yugoeslava, el Real Madrid y... ¡Los Boston Celtics! de la mismísima y otrora lejana NBA.
El torneo se llamaba Mc Donald's y tuvo lugar en el quemado Palacio de los deportes en Goya.
Por entonces, y ahora también pero con menos vigor, corría sangre baloncestística por mis venas e intentaba no perderme nada que tuviera que ver con la canasta. Todavía conservo los 150 primeros números de la revista "Gigantes del Basket" cuyos cinco primeros ejemplares ocupan un lugar de privilegio en mi librería. Así que por primera vez en mi vida me dispuse a hacer cola en el Bernabéu para sacar entradas para el evento. Allí me planté a eso de las siete de la mañana y tuve la suerte de colocarme en la fila con no mucha gente por delante y sobre todo justo precediendo a dos individuos con aspecto patibulario que no eran más que la cabeza de lanza de un ejército de reventas que a eso de las ocho de la tarde cuando abrieron las taquillas sumaban más de doscientos que sabían de baloncesto lo mismo que yo de música tradicional fenicia.
No sé lo que me costaron las entradas ni quienes fuimos ¿te acuerdas Pepe? Pero si tengo la sensación de haber sido testigo de algo grande. Al llegar al palacio estuve a un metro de Larry Bird, Robert Parish, Kevin Mc Hale, Danny Ainge, Dennis Johnson... pa flipar que diría uno de la ESO.
Veinte años después (diecinueve para los puristas de la suma) la NBA vuelve al mismo Palacio de los deportes y por partida doble: Menphis Grizzlies y Toronto Raptors se las verán con Estudiantes y Real Madrid el 11 de octubre en sesión contínua.
Allí estaré de nuevo.
Esta vez no he tenido que chuparme una cola del copón de la baraja. La espera ha sido sólo mientras el servidor de turno me daba acceso y con una tarjeta de crédito he aflojado los aurelios (un porrón eso si).
No estarán ni Petrovic ni Fernando Martín pero seguro que mola.
2 comentarios:
Estuve, estuve. Participé en los relevos en la cola y me acuerdo que cuando abrieron las taquillas casi morimos arrollados. Aún guardo las entradas. En los 80 me gustaba mucho el básket, en los 90 me desconecté y ahora soy un forofo de la ÑBA (con la ACB ando un poco despistado).
Cierto, allí estuvimos para ver en persona a héroes casi míticos para nosotros entonces. El tiro de Larry Bird, el 00 de Robert Parish, la camiseta con percha de Kevin McHale, la cara llena de viruelas de DJ, el culo de cocinera negra de Ramón Rivas, eran algo seguido y admirado por nosotros entonces cuando la NBA estaba plagado de auténticos DIOSES DEL BALONCESTO, con mayúsculas.
Supongo que nada podrá ser lo mismo que entonces, pero no obstante que lo disfrutes. Dentro de 20 años, cuando te enteres que vuelven por aquí me avisas y nos vamos juntos.
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