He entrado en el blog y me he quedado sorprendido de no encontrarme todavía ningún post sobre la carrera de Brasil de esta tarde. Supongo que más de uno estará aún algo jodido con lo visto y vivido, así que aprovecho la ocasión para ser yo quien dé la primera opinión sobre lo que ha ocurrido hoy.
En general, la F-1 me parece un petardo, muy espectacular pero aburrida. Y este año en particular me ha parecido más aburrida si cabe, posiciones de podium calcadas a las de las calificaciones, coches que no se rompen (casi nunca), diálogo exclusivo entre las dos escuderías poderosas y tal y tal. En fin, que desde la distancia he ido siguiendo lo que ocurría este año, más pendiente eso sí de las tribulaciones de tipos como Ron Dennis y papá Hamilton, los espionajes, las multas multimillonarias, las buenas relaciones entre Luis y Fernando, las putaditas de McLaren a su primer piloto y demás temas extradeportivos que este año han sido la tónica.
Y date aquí que llegamos a la última carrera todo el mundo haciendo cuentas de las posiciones que deberían ocupar HAM y ALO y llega RAI, o sea Iceman, y les deja a todos con un palmo de narices. No me quiero imaginar el careto que se les ha quedado a Ron y a papá HAM, o incluso al aprendiz de brujo. Sí he visto en cambio la de Alonso y no me ha parecido muy triste que digamos, yo creo que en su fuero interno se estaba descojonando de risa.
Que queréis que os diga, me alegro por Raikkonen, es un tío con horchata en las venas como se ha podido apreciar hoy viéndole “alegrarse” por el título conseguido, pero es un campeón y se lo merece. Igual que se merecen lo que les ha pasado todos los members de McLaren, desde el ínclito Ron hasta el último aprieta tuercas, pasando por sus dos pilotos. Ambos me parecen tipos poco deportivos y bastante endiosados y creo que una cura de humildad como esta nos les va a venir nada mal. Incluso a Felipinho Massa, otro cretino que se cree mejor de lo que es, ha tenido que dejarse adelantar en su circuito por su queridísimo compañero al que se ve que aprecia un montón también.
En fin descansemos una temporada de F-1, de culebrones, de masters en anti-compañerismo, de Lobato y de Tele 5, de happy hours durante paradas en boxes y de la madre que los parió a todos. Siento que este año hemos aguantado demasiada temperatura para que al final gane un iceberg con casco. Cosas de la vida.
2 comentarios:
¿La F1 aburrida? Depende. Las tres últimas carreras de esta temporada no lo han sido en absoluto. ¿Cuántos partidos de fútbol merecen la pena? ¿Uno de cada diez?
McLaren ha recibido su merecido. Fichó a un bicampeón para que les hiciera los reglajes del coche, le maltrataron en favor de un niñato mimado y le regalaron el campeonato a Raikkonen. Me alegro por Kimi, se lo merece, ha sido el mejor piloto del año. Alonso volverá a ser campeón cuando se libre de los putos ingleses.
Llevo tres años enganchado a Tele5 siguiendo a Lobato y a su puñetera madre, levantándome a las 6 de la madrugada de los sábados y domingos para que ahora me vengáis a tocar los pies con que si la F-1 es un petardo. Ya es hora de que podamos seguir algún acontecimiento deportivo a nivel planetario sin que nos avergüencen los bienpagados de turno, y ver ondear la rojigualda constitucional carrera tras carrera porque un asturiano algo sieso le ha dado por ser mejor que algunos alemanitos o inglesitos. Profeta en su tierra es lo que es Alonso. Y yo le seguiré animando, aunque Titus me tache de "atlético con ansias de algún título". Pues me mola eso de ganar, para variar.
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