El “7” es un número mágico, la verdad es que no sé por qué, pero el caso es que es el número favorito de mucha gente (la verdad es que no lo entiendo el mío es el 69, mucho más jugoso, que duda cabe).
En términos futbolísticos hablar del “7” es hablar de Raúl Gonzalez Blanco. Ante este nombre me pongo de pie y me descubro. Santo y seña y máxima expresión del madridismo. Capitán de capitanes y escudo de nuestra blanca camiseta. Si el Madrid actual es lo que es, es gracias a individuos como él. El Bernabéu lo reconoce domingo tras domingo. La afición blanca no es una hermanita de la caridad precisamente y somos bastantes críticos, pero si hay algo que sabemos reconocer es la entrega y el amor a unos colores en estos tiempos de mercenarios que vive el fútbol actual.
Siento vergüenza, por lo poco que me queda de amor hacia el país donde vivo, cuando veo que un borracho ludópata me representa como seleccionador y menosprecia a uno de los pocos jugadores que se le pone la carne de gallina cuando se pone la “roja”. Sinceramente me alegro de que Raúl no pierda el tiempo en partidos estériles en los que la mitad de España desea que gane y la otra que pierda. Somos una puta mierda, cosa que confirma la imagen que transmite el mediocre y mezquino entrenador que tenemos, que lo primero que tenía que hacer era tener un respeto por el mejor jugador que ha habido en España en los últimos 30 años.
Raúl, no vayas a la selección. Deja esas cosas para los mediocres y dedícate a defender la camiseta blanca que, aunque les joda a muchos, es lo que mejor representa a nuestro país (o lo que queda de él) por esos mundo de Dios.
Y Luis, un poquito de respeto a la historia. Lo mejor que puedes hacer es quitarte de en medio y retirarte dignamente (aunque ya es tarde). O quizá mejor quédate, porque así nos aseguramos que nos van a a dar por culo de nuevo.
Raúl, gracias por tu lucha, entrega y fidelidad.
2 comentarios:
Completamente de acuerdo en tu valoración de Raúl, a pesar de que soy atlético y lo he padecido. Uno de los más grandes futbolistas de la historia de España. Más allá de su indiscutible calidad, lo que me admira es su profesionalidad y honestidad. Su reacción en esta absurda polémica suscitada por su ausencia en la selección ha sido impecable. Y lo que dijo Luis Aragonés sobre el currículo de Raúl en mundiales y demás es totalmente injusto, entre otras cosas porque nadie ha ganado nada, salvo aquellos de la Eurocopa del 64, que ya ha pasado agua por debajo del puente.
Coincido también en que Luis debió irse hace tiempo, pero no en los insultos que le dedicas. Sé que es un borde de cojones y se le va la pinza, pero no es peor que sus predecesores y, al menos, tiene un plan: ha acabado con el mito de la "furia" que tanto daño ha hecho a la selección, elige probablemente lo mejor disponible en el mercado y el equipo -cuando juega concentrado como en Dinamarca- toca muy bien el balón. Otra cosa es que esto sirva para algo. Creo además que si Raúl cuaja una gran temporada acabará yendo a la Eurocopa.
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