Ya están aquí los vengadores. No me refiero a Cristiano,
Higuaín, Benzemá y resto de magníficos de la casa blanca, sino a un puñado de personajes
fantásticos de la factoría Marvel que acaban de aterrizar en nuestras salas de
cine. Paradojas del caprichoso destino que la venganza de ambos grupos de “superhéroes”
se produzca en las mismas fechas.
Aprovechando los días de fiesta de esta semana fuimos a ver
la peli en familia. Ibamos a ver otra, La invención de Hugo, pero como hábilmente
nos habíamos dejado las gafas 3D en casa, tuvimos que cambiar de planes sobre
la marcha. A mí me daba exactamente igual, así que acepté la propuesta sin
rechistar. De hecho entré en la sala sin haber siquiera mirado el cartel, así
que me sorprendí muy gratamente cuando vi en pantalla a nuestra Scarlett en su
papel de la viuda negra, una espía de nacionalidad rusa al servicio de la
organización de los buenos.
La peli es la típica historia de superhéroes que salvan la
tierra de las locuras de un supervillano malísimo con aires de grandeza patológicos
y que encima viene de otro planeta mucho más de todo que el nuestro. Para colmo
es hijo del dios Odín y hermano de Thor, uno de sus rivales en la historia,
¡qué morbo!. Comienzan los superhéroes peleándose entre ellos porque en el
fondo no se tragan y al final se dan cuenta que sólo uniendo sus fuerzas pueden
conseguir derrotar al malo. El final seguro que ni os lo podéis imaginar. No os
lo cuento para no aguaros la fiesta por si pensáis verla.
Natasha Romanov, osea Scarlett Johansson, es la única mujer
de un elenco de personajes extraordinarios entre los que están el Capitán
América, Ironman, Thor, Hulk y un arquero tipo Légolas de cuyo nombre no puedo
acordarme y que pierde el tiempo no presentándose a los juegos olímpicos.
Parece de coña ver a Scarlett con dos pistolitas formando equipo con compañeros
con armas y poderes sobrenaturales, enfrentándose a un ejército de seres más
feos que los orcos y con tanta o más mala leche, capaz de destrozar Nueva York
en quince minutos de peli.
Y es que Natasha tiene otros superrecursos que sólo algunos espectadores
sensibles somos capaces de apreciar en su justa medida, pues por encima de lo
lista que es o las hostias como panes que pega, va embutida en un supertraje negro
de licra superajustado, ideal para sus superhechuras de violín. Ni que decir de
sus labios supersensuales ni de su cara de superangel a la que la media melena
pelirroja le queda de cine. En definitiva, superatractiva, un divino toque humano
que sirve de contrapunto perfecto para tal recua de vengadores musculosos.
Os aconsejo que vayáis a verla. Y ya de paso, la peli
también.
3 comentarios:
Súperentrada, Pepe. Súpergracias. Tal y como se ha puesto el ir al cine, de caro quiero decir, este año me reservo para dos: Prometheus de Ridley Scott, y El Hobbit (parte 1) de Peter Jackson. No quiero ni imaginarme la impaciencia de Titus.
En cuanto tenga un día libre iré a ver a Scarlett y los superhéroes como friki del universo Marvel. Mis hijas me traicionaron y ya fueron un día en que su padre trasnochaba trabajando, seguramente, por culpa del Real Madrid. Y las que anuncia PacMan también me son prioritarias.
A la película que la den por culo, pero un corto con las apariciones de Scarlett si que lo vería.
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