Mirad en la barra de herramientas, abajo. Casi 45.000 visitas desde febrero de 2007. ¿Todas nuestras? Ni de coña. Supongamos que los siete miembros de este blog hubiéramos entrado todos los días desde que el contador empezó a funcionar. Que ya es mucho suponer, sobre todo por parte del "lado oscuro". Han transcurrido unos 960 días, así que si la calculadora no me falla habríamos sumado 6.720 apariciones por aquí. Introduzcamos algunos factores de corrección: me consta que si dejas transcurrir unas horas y regresas los dígitos suben, pero, seamos serios, salvo el triunvirato dudo mucho que los demás se hayan dejado caer por el blog más de una vez por día. Pongamos que la cuenta sube a 10.000. Y añadamos la aportación de nuestras santas, admiradoras (tipo Penélope, que nos tiene abandonados) y algún espontáneo como aquel "anti ZP". Cinco mil visitas más, siendo muy generosos. Eso nos deja el resultado en 15.000. ¿Y qué pasa con las otras 30.000? Pues son tip@s que no conocemos de nada y que han llegado a nuestras fronteras al olor de un nombre (Scarlett), de una foto... o porque los caminos del Señor son infinitos e inescrutables.
Ya sé que hemos hablado del asunto varias veces y que, de un modo tibio, nos planteamos hace tiempo blindar este chiringuito. ¿Por qué resucito el debate? A causa de un palabro: extimidad. El tema de mi último reportaje en ABC. "Actores, cantantes, deportistas y famosos de distinto pelaje usan los blogs y las redes sociales como Facebook o Twitter para desnudar su intimidad ante millones de fans. El fenómeno ha calado entre los usuarios de a pie: en la red no hay pudor que valga. El exhibicionismo está de moda", escribo en la entradilla. El rey de la extimidad es Ashton Kutcher, protagonista de "American playboy" y novio de Demi Moore. Un día pilló a Demi en ropa interior y mirando a Pamplona y... ¡zas!, le hizo una foto con el móvil. Unos segundos después la imagen estaba disponible para sus 3,6 millones de seguidores en Twitter. Y al cabo de unos minutos rulaba por el ciberespacio. Hoy ha acabado ilustrando este post. A Ashton y Demi el asunto les divierte. Les pone cachondos.
Contar intimidades y colgar fotos privadas está a la orden del día entre las "celebrities". Paris Hilton, Britney Spears, Ricky Martin, Lance Armstrong... Pero también entre el vulgo. Ved cómo este usuario de Flickr cuelga fotos artísticas de su chica para que el planeta internet las vea. Es obvio que el exhibicionismo da morbo. No es nuestro caso. Sin embargo... no todo el material publicado en el blog son bromas para echar unas risas. Quizás nos sentimos protegidos por una especie de escudo psicológico: en la red somos poco más que un nick, aunque nos desahoguemos o contemos cosas muy personales. Acaba de ocurrir con el último post de Titus. Pero todos, en estos casi mil días, hemos tenido momentos de debilidad que han quedado reflejados en este rincón que consideramos el sitio de nuestro recreo, poco o nada interesante si no perteneces al club... y abierto a miles de visitantes desconocidos. Amigos: practicamos la extimidad. Si es de alta o baja intensidad es opinable. Pero lo hacemos. Lo que nos costaría un mundo revelar en formato presencial lo volcamos en el blog como si fuera un confesionario. ¿Nos importa realmente? Hasta ahora parece que no. En el otro extremo, George Clooney acaba de echar un órdago a la grande: "Preferiría que un tipo con manos muy frías me hiciese un examen de próstata en directo en televisión a tener una página en Facebook". Supongo que entre Kutcher y Clooney habrá un término medio. Por mi parte prefiero seguir posteando antes que hacerme un tacto rectal en público.
Más sobre la extimidad, aquí.
2 comentarios:
Rayos otro palabro.
Creo que por el blog podemos estar tranquilos pues no nos exhibimos en demasía. Lo del número de entradas supongo que tiene mucho que ver con el título, ya que el gancho de la musa es mucho gancho. Y además está en inglés. Seguro que la propia Scarlett ha llegado a pincharnos curioseando por la red para ver que se dice de ella. No habrá entendido un pijo, eso sí.
¿Cuántos entran y leen algo? misterio.
Si es una propuesta de cambio, voto por dejarlo como está.
Yo cuando escribo no pienso que me vayan a leer más de seis personas. Que digo seis, tres o cuatro de los de apertura de blog diaria. El resto pueden leer lo que escribo pero ni creo que les interese ni que lo comprendan. Me siento como un tio del montón paseando en pelotas por una playa nudista plagada de gente del montón, por supuesto en pelotas.
Eso si, de facebook, twiter y rollos de esos, ni me hableis. Por defecto paso, pues me parece un exhibicionismo como el de las putas del barrio rojo que siempre invitan a pasar a cualquiera. Yo para eso soy todavía muy casto, Quizás cuando sea mayor.
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