UN TIPO MUY PROFUNDO

La semana pasada perdimos para siempre a Gerard Damiano, director de Garganta profunda. Me ha resultado sorprendente comprobar como tratándose de un simple director de cine porno octogenario, he sabido de esta noticia por la radio y la prensa escrita quienes le han prestado una especial atención. Y qué tiene este Damiano o esta garganta de especial, me pregunté. Así que ni corto ni perezoso me puse a “profundizar” en el asunto, que es lo que exactamente se requiere para esta crónica de sociedad.

Pues resulta que Garganta profunda es la primera película de cine porno de la historia, rodada en 1972, ósea que hasta los mismísimos Franco y Dª Carmen Polo pudieron verla y disfrutarla, vete tu a saber. Se rodó en tan sólo 6 días, lo cual habla bien de la capacidad de recuperación fálica de sus actores/sementales y de la fortaleza del gaznate de la actriz principal de la que se dice acabó con las existencias de Strepsils durante esa semana y los dos meses siguientes. Pero sin duda lo que hizo más famosa a esta película fue el hecho de que garganta profunda fue el nombre clave del confidente en el caso Watergate, una estrategia magistral de marketing a priori no planeada por nuestro director, supongo.

Y no os creáis que por ser una peli porno no tiene argumento, pues “en el fondo” es una historia de amor. Linda es una mujer joven y espectacular que se encuentra frustrada sexualmente ya que es incapaz de tener un orgasmo. Su amiga Helen decide recomendarle un sexoterapeuta después de comprobar que ni siquiera la accción conjunta de varios de sus jinetes habituales con dotes más que probadas en las artes follatorias, son capaces de hacerla disfrutar. De esta manera lleva a Linda a la consulta del Dr. Young que tras una exploración exhaustiva con la inestimable ayuda de su enfermera, una ninfómana rubia y explosiva, descubre que el problema de Linda consiste en que tiene el punto G en la garganta con lo que tan sólo unas buenas gárgaras diarias de rabo pueden aliviar su pesar. El Dr. Young se ofrece a llevar personalmente la terapia dado lo extraño de la patología y lo buena que está su paciente, lo que realmente es una actitud que le honra ya que con atender las continuas demandas de su enfermera tiene más que suficiente. Esta actitud del Dr. Young y aquello de que "el roce" hace el cariño, hace que Linda se enamore del doctor, quien ve como su potencia sexual se va apagando día a día. A la vez que esto ocurre, otro paciente del doctor se va enamorando de Linda y decide también poder ayudarla, para lo que decide inyectarse silicona en el miembro hasta conseguir una longitud de 9 pulgadas ó 23 cm, y poder servir así de “apoyo sólido” en el tratamiento de su reciente amor. Al final todos felices y comiendo perdices y lo que no son perdices.

¿Qué me decís?. ¿Fue el Damiano este un tio profundo o no?. Después de ver la peli no me extraña que a alguien se le ocurriera la historia de la bella y la bestia y aquello de que la belleza está en el interior y que todo consiste en buscar "ma' adentro" como hizo Amenábar. No entiendo como el hijo de Damiano puede decir que Garganta profunda no era la película que más le gustaba a su padre de las 50 que rodó. Incomprensible.

Señores, un minuto de silencio y un aplauso a continuación a este caballero capaz de hacerse millonario y de pasar a la historia filmando sus fantasias sexuales más salvajes, demostrándonos con su arte que con una buena polla bien se folla. Pudo ser el primer comunicador en serie del arte de la penetración pero desde luego ante todo fue un tipo con muchííííísima suerte, pues de no haber existido el caso Watergate o de haberse bautizado al confidente con otro nombre, vete tu a saber quien coño se acordaría ahora de Damiano si no fuera por la rima fácil. Yo desde luego, no hubiera escrito este post.

Gracias Gerard Damiano. Mi más “profundo” agradecimiento pues me has puesto en bandeja mi post nº 21 del año, lo cual empezando el mes de Noviembre no es moco de pavo. Nunca te olvidaré y te prometo que algún día a lo mejor veo la peli.