viernes, 2 de noviembre de 2007

HALLOWEEN

¿Alguien me puede explicar qué coño es eso de Halloween?. ¿Por qué se ha colado entre nosotros esta cosa utilizando vilmente a nuestros hijos como via de entrada en nuestras costumbres?. ¿Por qué me apesta a americanada infumable, que por no tener no tiene ni puñetera gracia salvo en la película de ET?. ¿ Qué carajo aporta disfrazarse de esqueleto y profanar de forma tan sacrílega el símbolo de nuestra inolvidable Ruperta?.

Por mis muertos, valga la redundancia, que no entiendo nada. Me parece muy bien esto del mestizaje cultural y todas esas cosas que conlleva la globalización, pero por más que me empeño no acabo de encontrarle la razón de ser a esta costumbre yanqui. Me temo que cualquier año de estos veremos a algunos de nuestros vecinos celebrando el día de acción de gracias y trinchando pavos con maestría... porque si lo hacen en IUESEI, será por algo digo yo.

Tiempo al tiempo, guys, tiempo al tiempo.

3 comentarios:

PacMan dijo...

Me temo que lo de la noche de los difuntos se nos ha colado como si fuera gol de Arteche en propia meta. Ya lo escribió hace ya muchos años Don Umberto Eco, italiano por más señas, cuando muchos no habíais nacido chavales: o te quejas y te niegas a adoptar los cachivaches o las costumbres de la época que te arrastra, o te integras en ella plenamente. Apocalípticos o integrados. ¡Costumbres bárbaras!

Mi santa esposa me preguntó la noche de marras que si me unía a ella pastoreando a un vampiro, a una diablesa y a un fantasma de Scream junto con otros variopintos preadolescentes gamberretes por esas calles desiertas y frías dejadas de la mano de Dios. Le respondí que tenía jaqueca -lo de la regla no hubiera colado-. Así que me quedé con el encargo de abastecer de sugus las bolsas de los grupos de niños que se acercaban a mi puerta. No les eché al perro, porque mi perro no asusta, pero si hubiera sido un mastín, más de uno se habría hecho pipí. Pues nada, cada año es peor. Las costumbres bárbaras empezaron por el gordo de rojo y su árbol nevado en Navidad. Todo un montaje de la coca-cola. Siguieron con el día del padre y de la madre, sin olvidar a San Valentín. Todo un montaje de El Corte Inglés. Lo de halloween seguro que también es un montaje comercial para vender caramelos. ¿Nadie ha pensado en el día del casquete, promocionado por durex y la viagra?

Gonso dijo...

Profe, ¿Qué vamos a hacer por Halloween? osó preguntarme un descerebrado el otro día.
"Un examen" respondí con el peor tono y mala baba del que pude hacer uso. Al ver las caras de incomprensión reflexioné un momento y les pregunté qué significaba Halloween para ellos y entre todos llegamos a la conclusión de que no sabían qué pretendían celebrar, de dónde venía la tradición ni nada de nada. Lo más que consiguieron decirme es que se disfrazan, van por las casas pidiendo caramelos al grito del chantajista "truco o trato" (perversa traducción libre del original)y si la persona asaltada no sabe de que va el asunto o le toca un pie lo de los niños (y no tan niños)le forran la casa a huevazos y como sean de los más pasados de rosca le ponen petardos en el coche o incluso llegan a romper cristales. Un dechado de civilización.
En fín, que se unen a esto simplemente para celebrar algo y si alguna vez se llega a poner de moda el ramadán o el yon kipur pues también lo celebrarán.
Si los druidas celtas vieran en qué se ha convertido su celebración del día de los difuntos, el paso del verano al invierno y demás razones para la festividad, me temo que se afeitaban las barbas y se comerían el muérdago empanado.
O quizá no, y se unirían a la celebración a ver si pillaban una piruleta.

Mike Muddy dijo...

Voy a romper una lanza, aunque sea pequeña, por el invento ése. A mí, particularmente, no me molesta, quizás por mi querencia al terror gótico y a las pelis de Tim Burton, y a mi afán (aún más desde que soy padre) de desmitificar la muerte. Los yanquis nos colonizan con lo que pueden, desde Halloween a los McDonalds, pero nosotros les estamos colando el castellano de rondón, y esa batalla la tienen perdida. Quid pro quo, que diría Lecter. Sobre los niños coñazo que llaman a la puerta con el truco o trato, directamente no les abro.