miércoles, 14 de noviembre de 2007
QUIERO SER PUBLICISTA
Miedo me da en los últimos años contemplar el panorama publicitario en vallas, prensa, radio, TV o internet. Hemos pasado de los tiempos aneuronados del "Filís" de Carmen Sevilla, del negrito de Cola-Cao, y del presidente de Colón -ya sabéis, "busque, compare y si encuentra algo mejor... cómprelo."-, a los tiempos en que todo vale. El publicista del siglo XXI no le teme a nada: desde que la sociedad estuvo madura para digerir anuncios de compresas y tampones a la hora de la cena, esto es un cachondeo en el que salen desnudos los limones del Caribe, los abanderados y hasta las burbujas de Freixenet. Todavía nos faltan anuncios con olor, pero de aquí a un tiempo, lo veremos, que todo se puede.
Desde que Mr. Proper cambió su nombre por el más cercano de don Limpio, los coches ya no corren tanto pero sí te permiten sortear los atascos y a las hordas de paparazzis, permiten a tus hijos viajar más cómodos y distraídos, y sobre todo son más ecológicos. Desde que el queso se unta y te permite vivir entre ángeles, los yogures son nido de bífidus, bacterias y cachos de fruta. Desde que el turrón vuelve a casa por octubre -ya no sólo por Navidad-, los juguetes se nos cuelan en las fiestas de invierno, en junio, en Semana Santa y en septiembre (que vale la pena empezar el cole con buen pie). Se nos cuela hasta Chiquito, que no contento con completar su ciclo de fama, ya tiene guasa que vuelva ¡al ataqueeer!.
Esta última tiene delito, pues el publicista ¿director de QUÉ arte? se autorretrata a sí mismo como un ser que haría cualquier cosa por un puñado de euros. Todo vale. Qué machaqueo. Y ya está aquí la Navidad, que es la fiesta del publicista feliz. Se abre la veda de lo obvio. ¡Muera lo sutil!
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2 comentarios:
El de los tiburones es impresionante. Hay que hilar fino fino para hacer un anuncio así, desde luego lo prefiero a la tía vestida de rojo que dice ser "tu menstruación". Los dos extremos pueden ser igual de eficaces a la hora de vender compresas pero me quedo con lo sutíl antes que lo directo y a veces de poco gusto.
...a lo que hay que añadir la pasta que levantan estos "creativos" (palabro que ha prosperado en lugar de publicista).
Pues las campañas de MSB -sobre todo aquella de "Hacemos bombos"- estaban de puta madre y nunca nos dimos importancia.
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