domingo, 23 de marzo de 2008

HACHE - DOS - O


Cualquier chiquilicuatre sabe de qué va esa fórmula, de química no tan elemental. Esta centuria se considera que llegará a ser el siglo del problema del agua. Desde hace tres años he tenido oportunidad de visitar un par de veces las obras de la ExpoAgua de Zaragoza. Ayer se celebraba el Día Mundial del Agua. Eventos con nombres tan vacíos como tantos otros. ¿O no? Pues, hombre, vacío o no, el planeta en pleno se está poniendo las pilas desde hace un tiempo para ahorrar, desalar, reciclar, potabilizar, descontaminar, fabricar agua porque el agua se acaba, se evapora, se destruye, se agota, "se finí". El de nuestras cuencas fluviales, nuestras nubes, nuestras nieves y granizos, nuestros embalses, nuestros océanos.



Leí hace poco por la red el siguiente grupo de preguntas:

¿Pasarías un día con 15 minutos de Internet?
¿Caminarías 20 km para conseguir conexión a Internet?
¿Arriesgarías tu vida para conectarte a Internet?
¿Usarías Internet aunque se cortara continuamente?
¿Pagarías el 15% de tus ingresos familiares por la factura de Internet?

Para muchos sería una pesadilla más o menos terrible. Ahora bien, si se sustituye la palabra Internet por la palabra agua, la pesadilla es un anuncio de una realidad en medio de la que viven millones de personas actualmente. No creo que ninguno de nosotros, en nuestro confortable primer mundo -escaparate de los otros mundos- lo soportara mucho tiempo. De todos los suministros que nos llegan desde fuera a nuestras casas u oficinas -electricidad, gas, saneamiento, TV, teléfono, internet, agua- es sin dudar el más necesario. Piénsalo. ¿Cuánto podrías sobrevivir sin TV? ¿Y sin gas? ¿Y sin teléfono? Incluso sin electricidad. ¿Un par de días? Sin agua, en unas horas nuestra actividad se reduce notablemente, la de nuestros hijos, no soy capaz de planteármela.



Así que ya sabes: cuando te duches, te cepilles los piños, te laves el mojino, te sirvas un vaso, tires de la cadena, hagas la sopa, cargues la plancha, te laves las zarpas o pongas el lavavajillas, POR FAVOR: ahorra, reserva, no contamines, valora, recicla y no agotes nuestras exiguas existencias de H2O. Ya sabes, agua que no has de beber... déjala en la puta tubería.

2 comentarios:

Mike Muddy dijo...

Está muy bien lo de las preguntas relacionadas con internet. De hecho, el argumento es aplicable a muchas cosas de nuestra vida cotidiana. Recuerdo un viaje a Nigeria. Conocí a un tipo que tenía que apañarse con un cubo de agua al día (para beber, para cocinar, para asearse...). No me atreví a decirle que en el mundo rico abres un grifo y derrochas litros y más litros... El acceso al agua limpia protagonizará las guerras del siglo XXI.

Gonso dijo...

Ya lo hace. El conflicto árabe-israelí, aparte de las consideraciones conocidas, es una pugna por el agua escasa de la zona.