domingo, 6 de diciembre de 2009

AMOR SIN FIN


En la aldea de Asterix se llamaría Egolatrix. Ya lo sabíamos todos pero ayer en el partido contra el Almería quedó ratificado en cuatro ocasiones, cada cual más elocuente. CR9 está enamorado de si mismo, se ama con pasión y encima es correspondido. Su egolatría parece no tener límites, a las pruebas me remito:

- Perfecto centro de Cristiano para que Sergio Ramos cabecee el 1-0. Todos los jugadores vestidos de blanco lo celebran efusivamente… todos menos uno que prefirió celebrarlo por libre. ¿Quién fue?

- Benzemá anota el 3-2 que daba la vuelta al marcador, tras despeje del portero al lanzamiento de un penalti a cargo del propio Cristiano. Todos los jugadores de blanco de abrazan celebrando el tanto … todos menos uno, que prefiere quedarse parado haciendo pucheritos y con las manos en la cabeza. ¿Quién era ese jugador?

- Cristiano anota el cuarto del Madrid y decide hacer el numerito de la camiseta para llenar portadas de periódicos. Sabía que eso supondría tarjeta amarilla. Me temo que eso más bien se la pelaba, que su única pretensión no era otra que certificar al mundo mundial lo de los 3.000 abdominales diarios.

- En los últimos minutos CR9 decide burlarse de sus rivales regateando de forma tan ridiculizante como innecesaria a todos cuantos se le acercan, con el único afán de ofrecer carnaza a la plebe enfervorizada. Por supuesto recibe unas cuantas lijas aunque la última es la suya, la más contundente y absurda. Roja y la calle, contra el Almería y contra el Valencia, asequible siguiente partido para “su” equipo. Magnífico ejercicio de pensamiento grupal.

Evidentemente, a Cristiano Ronaldo solo le salva que es un jugador de fútbol de otra dimensión: espectacular, potente, polivalente, físicamente sobrado y técnicamente superior a casi todos. Otro cantar es lo que este tipo ha demostrado como deportista, como persona y como compañero que a ojos de cualquiera que tenga dos dedos de frente no ofrece discusión.

Yo desde luego lo tengo claro: CULPABLE


PD: 9/10, perdón CR9/10. ¡Joder, que casualidad!

3 comentarios:

gonso dijo...

Podridos de millones, con oro por todas partes, conduciendo Ferraris, comprándose islas exóticas y paseando pericas de quitar el hipo. Pero sólo son futbolistas, y eso no garantiza nada más que saber darle muy bien al balón.
Reglamento a parte, si un jugador de mi equipo se quita la camiseta le meto un puro por desprecio a los colores que se caga.

Mike Muddy dijo...

Un gilipollas de manual.

Mike Muddy dijo...

Y un futbolista de libro.