Fiel al gusto por cargarme mitos, como el del águila de Félix, aquí desvelo el destino de las monedas que se arrojan a la Fontana de Trevi para asegurar la vuelta a Roma en un futuro. Según esto lo único que se asegura es el café de los operarios que trabajan afanosamente en la limpieza.
Esta foto pertenece al viaje conmemorativo del décimo aniversario de nuestra boda. Cuántos recuerdos huevona. El viaje bien, muy cansado, vimos lo más importante de Roma en día y medio. Lo mejor fue el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos (si esto lo lee Marta, flipa). Me estoy haciendo un viejo romanticón.
6 comentarios:
Con "lo mejor fue el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos" quieres decir que volviste por tus fueros, ¿no, fucker?. Muchas happy hours en Roma...
Y hablando de viejos romanticones. ¿Cuantos polvos echaste? Mi teoria es que todas las tías son unas putas menos nuestras madres y hermanas. Unas cobran con Visa o cash, y otras con viajes a Roma, New York, etc...
Roma es la ciudad eterna hasta para recordar los momentos que vas amontonando entre un hijo/a y el/la siguiente. Seguro que os sirve para recargar pilas. No hagas caso de esos que sólo piensan en pecar, pater. Y te propongo recordar las viejas leyendas de tus antiguas acampadas en un post (no recuerdo el nombre del mítico fulano que se las pasaba "by the stone" a todas). ¡Ánimo, que te sales!
El Américo.
Precisamente.
Como te pasas Titus,nuestras santas no son prostis, creo que se merecen un viaje y muchas cosas más
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