lunes, 30 de abril de 2007

EL SÍNDROME LANGOSTA

Febrerillo loco. "Que te toca ir a consulta para que te cuenten lo de la biopsia".
Y salgo con lágrimas en los ojos. Voy bajando por las escaleras mecánicas y asimilo: "Síndrome linfoproliferativo tipo B". Quizá sea un linfoma. Quizá leucemia. Va a ser lo segundo.
"Se apellida tricoleucemia o leucemia de células peludas", me dice la rubia de la bata blanca. "Soy la doctora Villalón. Paciencia". Pues mira qué bien.
Adelante, asno. Tú como un machote. Y sobre todo, no mires abajo.

Marzo ventoso. Me han mirado de frente, de perfil, de reojo... Con galio, con rayos gamma, con desidia. Y me han sacado sangre, innumerables veces. Los antebrazos y los dorsos de mis manos parecen las de un toxicómano. Las manos de un enfermo.
Juguemos al go: un tablero vacío al que añadir píldoras blancas, comprimidos beige, cápsulas azules. No es viagra, quizás la próxima vez. Cada día pierdo la cuenta.
Luego llega el veneno vestido de azul, por espacio de dos horas. Mis compañeros y compañeras de viaje en clase turista tienen la vista perdida. Algunos sin pelo. Buenas tardes. Hasta la próxima. Y se van... para volver.
Después de dos dosis, después de dos semanas, me arde la frente. Le digo hola a los 40, casi los tengo. Tengo escalofríos, señal inequívoca de que algo va mal. Ingreso hospitalario con fiebre, hepatitis y ras cutáneo.
Mi vida alrededor se viste de verde. Yolanda lleva gorro y calzas y peto y mascarilla. Todos los médicos entran vestidos de médicos a punto de operarle a alguien el bazo. Creo que un día entró Gregory House. ¡Hola, enfermillo!

Abril lluvioso. De casa al hospital y del hospital a casa. Me sigue picando por todo el cuerpo, tengo los neutrófilos en negativo (perdón a los de letras) y sigo con décimas. Más pinchazos. Coño, que parezco un colador.
Contemplo la vida como si fuera un sudoku. Me cuelgo de mis libros, de mis emails, de mis películas.
Cuando paso por el hospital veo caras conocidas. -¿Otra vez por aquí?- Hasta pronto.- ¡No te quepa duda!-
Ahora a buscar el causante de la hospitalización. Y conozco otro ala del hospital, el de alergología. -Te hemos puesto un parche, no puedes mojarlo.- Ahora me tomo otro montón de pastillas. Y no te olvides de tus pinchazos. ¡No siento los brazos!

Mayo es una incógnita. Nací en julio, a las siete de la mañana. Soy cancer con ascendiente cancer. Ánimo.

5 comentarios:

Gonso dijo...

Hala, ya lo has conseguido. Y mira que es difícil pero casi he estado a punto de no escribir nada para hacer un comentario silencioso. ¡Qué paradoja! la verdad es que no se cómo se hace. No se nada de tricoleucemias ni de neutrófilos, pero si se de valentía y ponerle buena cara a la borrasca.
Enero lluvioso y febrero ventoso dejan un mayo florido y hermoso, que dice el dicho.
Gracias por darme ánimos.

Mike Muddy dijo...

Pasarán los meses, Paco, pasarán las estaciones, y seguirás escribiendo tu historia, no me cabe la menor duda. Lo único bueno que traen esas píldoras amargas que nos obliga a tragar la vida es que ayudan a que se caiga el velo de los ojos: lo importante es la familia, los amigos, los sentimientos, los viajes, los libros... Ese equipaje que nos vamos haciendo y que olvidamos a menudo por lo anecdótico.
Estoy orgulloso de ti. No sé qué más puedo decir.

Pepe dijo...

Muchos güevs hacen falta Pacman para escribir sobre tu enfermedad como lo has hecho. Estoy convencido que la única manera de vencerla es plantarte de frente y mirarla fijamente a los ojos mientras le dices, creyéndotelo de verdad, que será Pacman quien ganará. Y es así exactamente como lo estás haciendo.
Es curioso que el inicio del blog haya coincidido con el diagnóstico definitivo y que el nombre de Pacman, que a mi me suena a guerrero infatigable con cara de mala hostia, salga nuevamente a la luz tras años de ostracismo.
Ánimo Pacman. Yo también estoy orgulloso de ti, de tu coraje, y de como estás sabiendo afrontar la crudeza de todo lo que te está tocando vivir. Ojala que seas capaz de sacar conclusiones positivas de todo esto. Yo también estoy convencido de que así va a ser.
Un enorme abrazo.

Titus Jones dijo...

La vida es la vida. Debe ser parecido a la frase de Boskov de "Futbol es futbol". La verdad es que en este teje maneje en que estamos metidos de tus pelos en los leucocitos (o algo así), he aprendido muchas cosas y en esta vida uno no puede dejar de aprender nunca y el dia que lo haga, malo. Lo que quiero decir es que eres un mosntruo y que ver como lo llevas es un ejemplo para todos nosotros. Me impresiona tu chica, es tremenda (has tenido suerte Paco....valeeeeee, ella también) Saldremos de esta seguro. Solo hay una pena, un tio como tú merece ser del Madrid y no de ese puto Atletí que no lleva a ninguna parte (todavía estas a tiempo). Besos

yiyi dijo...

Mucho ánimo Paco y más paciencia,Marta y yo estamos contigo.Me gustaría que pudieras leer mi mente y saber cuanto te admiro,no lo puedo expresar, siempre tuve problemas para escribir y decir lo que pienso mediante las letras, por eso todo esto prefiero decírtelo a la cara en una visita.
Besos