domingo, 26 de febrero de 2012

CONDENADO AL OLVIDO


El diario Público ha desaparecido de kioskos, librerías, barras de los bares y mesillas de ministerios. Si es que alguna vez estuvo allí. En estos cuatro años no lo compré, no lo ojeé. No me manché los dedos con su tinta ni crucé sus olores de papel impreso con el aroma del café y del croisant recién horneado. Quizás debía haberlo hecho. Ahora ya es tarde para lamentarlo. En el tiempo que nos ha tocado vivir, las empresas nacen y mueren con la velocidad del rayo. La información y la opinión que se generaba en sus rotativas ha visto la luz por última vez el viernes 24 de Febrero. Sus trabajadores serán apartados por sus líderes de la misma manera a la que se opusieron desde sus páginas, devorados por el mismo mal que pretendían denunciar. Otros entrarán en detalles de cifras y viabilidades. La mayor parte de nosotros nos olvidaremos pronto de que fue un diario de tirada nacional. Como lágrimas en la lluvia...

4 comentarios:

Mike Muddy dijo...

La prensa pasa por el momento más delicado de su historia, y me temo que los mejores no están a los mandos de las naves. Las nuevas tecnologías y las redes sociales, que tantas cosas buenas aportan, también han contribuido a vulgarizar el producto, ya que no se toman como herramientas, sino como manantiales de saber. Y eso es un craso error. No tengo una fórmula mágica (si la tuviera se acabarían mis problemas), pero sí sé que sólo desde la apuesta por la calidad sobrevivirá el negocio.

Público era un periódico que combinaba justa crítica social con rancio sectarismo. Pero el que esté libre de culpa que arroje la primera piedra. En cualquier caso, su cierre es una mala noticia para la pluralidad informativa.

Pepe dijo...

Muerto Zapatero, la caída de Público era cuestión de tiempo. Y bien poco que ha durado.

Lo siento por los cientos de trabajadores que se habrán quedado en la puñetera calle. Alguno seguro que se embarcó en este proyecto dejando buenos trabajos, al menos por aquel entonces.

gonso dijo...

Coincido en que no me gusta que desaparezca un periódico aunque apenas le presté atención, quizá ocupaba un lugar en el panorama periodístico que alguien debe ocupar aunque no me gustan los folletos doctrinarios de ningún signo.

Titus Jones dijo...

Público nació ya muerto. De todas formas la menera de trabajar de las empresas y sus trabajadores y los productos que desarrollan tienen que adaptarse a las nuevas realalidades. Las empresas nos tenemos que reinventar pero yo creo que la que se tiene que reinventar de verdad es la sociedad actual. Esto huele a muerto.