martes, 30 de marzo de 2010
CRISIS DEL SECTOR
Alguien en el blog dijo que para hacer blog se empieza leyendo todos los días, comentando las más de las veces y escribiendo de vez en cuando. Ahora recuerdo. Fui yo el que lo escribió.
Pues bien, voy a seguir escribiendo de mí mismo. Llevaba semanas sin leer, sin comentar, sin escribir. Soy un juntaletras de los que necesitan zarandear a las musas de la inspiración. Pero si no tienes voluntad, ¿cómo convocarlas tan siquiera? Después de los tiempos convulsos llega la calma del día a día. Después de la lucha contra los itinerarios alternativos por las calles y las autopistas repletas de otros al que el tiempo aprieta, llega la luz de la rutina, la senda trazada y cómoda que nos devuelve a la seguridad minimalista. Trazadas mil veces las rutas más descabelladas, volvimos al abrigo del puerto. Llegar a resguardo, comer en tus lares, volver en tiempos mínimos. Buena caza. Cristal y acero, al fin y al cabo no son tan malas compañías. En definitiva somos nosotros mismos. Menos cada vez, eso sí. Pero nosotros mismos.
Ha sido una catarsis no buscada. Y por eso me ha removido los más olvidados cimientos de mis convicciones laborales. He pulsado la volatilidad del trabajo que todos realizamos. Parece que los nuevos proyectos nos rehuyen. Que el dinero -público y privado- se ha enterrado huyendo hasta la llegada de mejores tiempos. Que la competencia ha logrado lo que porfiamos duramente nosotros. Siempre ellos. Nunca nosotros. Soy perro viejo y ya sé que esto es cíclico. Pero qué rabia cuando quedas colocado "el segundo" y te dan la enhorabuena por tu "gran trabajo y mayor entusiasmo". Los cojones. Dame el siguiente concurso y déjame en paz. Pero no hay dinero para el siguiente. Y a mi alrededor aletean compañeros de éxitos y se las piran atraidos por la luz de los contratos en otros pagos como las polillas alrededor de la bombilla. Suerte para ellos. Cada vez menos y con cara de gilipollas.
Saldremos adelante. Siempre se sale. Mientras que nos queden pepitos grillos (gracias Gonso) que nos recuerden y alienten, saldremos. Al fin y al cabo, somos unos privilegiados de vivir dónde y cuándo vivimos. Lo demás son las partes bajas de la sinusoide vital. Un cerrar los ojos, un abrirlos otra vez y estaremos subiendo la cuesta. Una crisis de fe la tiene cualquiera. Hasta el más fiel de los creyentes. Hasta el más creyente de los fieles. Ya pasó. Sólo que la fiebre nos ha dejado débiles. Un caldito con una yema y listos.
miércoles, 24 de marzo de 2010
UN POCO DE PEPITO GRILLO
Queridos amigos de la fauna ibérica...
Hemos echado de menos alguna intervención más en la semana Félix, pero no importa, nunca es tarde para que un member se escriba algo o haga un comentario a los posts del resto. No sé si es por la coyuntura o por las siempre poderosas razones que tenga cada uno, pero quizá el blog ha entrado en un proceso de desaceleración no acostumbrado en estas fechas. Yo como ZP no hablaré de crisis pero si de una cierta apatía bloguera que estamos sufriendo todos. Quizá sea el proceso natural al que se tiende después de un comienzo fuerte y poco a poco el número de intervenciones se vaya reduciendo hasta encontrar unas cifras en las que cada uno se sienta cómodo. Alguno está comodísimo en el cero absoluto, pero tampoco es eso. El blog necesita de las aportaciones y de los comentarios de todos pues es la razón misma de su existencia. Puede que entre vosotros estéis más en contacto y no notéis la distancia, pero los que nos hemos agarrado a la bitácora Scarlettiana como vínculo con la banda, notamos cierta desazón cuando el eco ciberespacial no devuelve nuestras llamadas. Verdad es que no siempre está uno animado ni inspirado, o lo que menos le apetece después de un día de jungla, es sentarse al ordenador para darle a la tecla- a mí me pasa a menudo- pero cuando eso ocurre me fuerzo a enfrentarme a la pantalla en blanco, y a modo de terapia me marco unas líneas que me sirven de bálsamo contra el mal rollo y la bilis acumalada.
En esta ocasión no saco a Buba, si no que lanzo el post a modo de buen rollito para animar a aquellos que puedan estar más agobiados y no quieran ni puedan tener tiempo para sí mismos delante del ordenata.
Remontaremos sin duda. La primavera sacará a los osos de su letargo y ocuparemos el ciberespacio con nuevas fuerzas renovadas. Quizá la prueba de fuego venga con el próximo Madrid-Atleti o quién sabe con qué, pero allí estaremos.
Ale, fuerza y honor. Aprovechad la corriente "don't worry be happy" mientras dure. Pero no os confieis porque se puede acabar rápido y volverán las hostias.
Pacman, vuelve, que sólo ha sido una mudanza; Jose, si un día lées esto, date por aludido de una puta vez; Titus, ánimo; Yiyi vas bien pero hay que exigirse un esfuercito más; Pepe, ponte una meta, una Pepemeta que te obligue; Mike, estás perdiendo el ritmillo profesional de uno por semana pero no hay queja. Y yo... Haré lo que pueda. (Aunque ya aviso que en Semana Santa me quedo sin conexión)
viernes, 19 de marzo de 2010
GENERACION 2.FELIX
Vienes tarde, salida del colegio, niños jugando en el parque hasta que se hace de noche. No importa acostarse tarde, a la mañana siguiente no hay que levantarse y además se aproxima uno de los momentos más importantes de la semana, El hombre y la tierra.
Baño y ducha, olor a tortilla de 80 quilates, las especiales de mi madre. Terminamos de peinarnos y ponernos el pijama.
Todo está sincronizado, empieza a sonar la música. Ese todo dramático inicial nos hace ir corriendo al salón, peleas por los puestos enfrente del televisor. El viernes es el único día que cenamos delante de la tele.
La melodía empieza a acompasarse y adquiriendo un ritmo dinámico, siempre a representado para mi la traducción en música del dinamismo, del ritmo, de la actividad, del movimiento.
Termina la música. Primeras imágenes de un escenario cambiante cada capítulo. Nos estamos poniendo en escena. Empiezan a desgranarse aventuras increíbles.
El ritmo de las imágenes es trepidante. En un metro cuadrado aparece una gineta, un lirón careto, un agila real y un muflón. Yo me creía esto a pie juntillas. Para mi esto era la realidad de la naturaleza y Félix su profeta
Los comentarios de Félix son doctrina para mi. Los lobos corriendo son dogma de fe. Todo ocurre en el campo tal y como lo cuenta Félix.
Félix fue para mi la persona que introdujo el sentimiento conservacionista en mi. El “Mufi”, mi profesor de naturales la persona que me introdujo en el ecologismo. Ambas personas me han influido en la vida, uno desde la tele y el otro en el colegio. Fue una combinación potentísima
Ya soy grande, padre de familia, con responsabilidades que a veces me pesan demasiado. Félix sigue guiando mi vida, lo tengo presente todos los días cien veces. El tono de mi móvil es la sintonía carismática de la serie.
Ahora cuando voy al campo me sigue extrañando no encontrar al lirón y a la gineta juntos, o al mochuelo y a la musaraña juntos en la vieja olma en el campo. Se que todo era pura fantasía, los comentarios los hacía sobre la marcha mientras veía las imágenes montadas, nos contaba un cuento precioso cada noche de viernes y nos ayudó a comprender la ecología. Gracias a él toda nuestra generación, la generación Félix, adquirimos conciencia de la necesidad de conservación y estudio de la naturaleza. En nosotros fructificó en el gusto por el campo y la ornitología, por las acampadas y las salidas.
Debemos recoger el testigo y crear una generación “2.Felix”. Debemos trasmitir estos conocimientos y sentimientos en nuestros hijos ya que la docencia, la promoción de la cultura y el carácter de difusión ha desaparecido de la tele. Ya no hay naturaleza solo hay Hannas Montanas y patitos feos que no van al campo ni aunque les maten. Son urbanitas puros
Cuento con vosotros para esta labor brothers, hijos de la cultura “FELIX RODRIGUEZ DE LA FUENTE”
Besos ecolólogicos desde el LADO OSCURO
jueves, 18 de marzo de 2010
LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE PEPE
19 de marzo, San José o San Pepe, día del padre. Mi santo y mi día.
Muchos años lo he pensado pero nunca me había propuesto contárselo a nadie. Me identifico plenamente con San José, no me podría sentir mejor con ningún otro nombre.
Poco se sabe de este hombre que aparece en escena cuando la Virgen María está a punto de dar a luz. Previamente se supone que él ha encajado como un campeón eso de que tu chica está en cinta por obra de una paloma. Tu no la has puesto una mano encima, pero te lo crees, lo aceptas y hasta te casas con ella. Al contrario de tener una actitud hostil, a partir de ese momento tira del carro como nadie, se busca la vida y hace posible que su parienta de a luz en unas condiciones infrahumanas a un hijo que no es suyo. Como recompensa queda retratado para la posteridad a la altura de un buey y una mula que pasaban por allí. Asume su rol de padre amante y protector, y cuando Herodes decide quitar de en medio a todos los inocentes, él lejos de aprovechar la ocasión haciéndose el sueco, se lleva a la madre y al niño a Egipto, a TPC del ejército de matones.
A partir de aquí desaparece de escena y no se vuelve a saber de él. Jamás dijo nada digno de ser recogido en ningún texto. Se supone que se dedicaba a sus tablas o a currar en lo que se terciase, ya que tampoco creo que anduvieran escasos de crisis en aquellas épocas.
Me mola San José, su nombre, su espíritu de lucha y de aceptación, su trabajo en la sombra, su actitud ejemplar ante una paternidad bajo sospecha. Como decía antes, me identifico con él, somos tocayos y ambos Pepes, Padres Putativos honrados y agradecidos a una vida que tuvo a bien regalarnos ese maravilloso don. Además me considero un hombre de trastienda, un tío de equipo que prefiere cardar la lana a llevarse la fama y que entiende que el mejor bien posible es el bien común.
Mis padres no podrían haber elegido un nombre mejor, un nombre que ha ido creciendo a mi par y que cuarenta y dos años después se halla en plenitud. Ahora ya no está de moda, suena antiguo, señal de que ya soy un carroza. No importa, sirvan estas líneas para homenajear a un hombre a buen seguro excepcional, por el que me enorgullezco en llevar dos nombres, tal vez feos, pero plenos de significado para mí.
Muchos años lo he pensado pero nunca me había propuesto contárselo a nadie. Me identifico plenamente con San José, no me podría sentir mejor con ningún otro nombre.
Poco se sabe de este hombre que aparece en escena cuando la Virgen María está a punto de dar a luz. Previamente se supone que él ha encajado como un campeón eso de que tu chica está en cinta por obra de una paloma. Tu no la has puesto una mano encima, pero te lo crees, lo aceptas y hasta te casas con ella. Al contrario de tener una actitud hostil, a partir de ese momento tira del carro como nadie, se busca la vida y hace posible que su parienta de a luz en unas condiciones infrahumanas a un hijo que no es suyo. Como recompensa queda retratado para la posteridad a la altura de un buey y una mula que pasaban por allí. Asume su rol de padre amante y protector, y cuando Herodes decide quitar de en medio a todos los inocentes, él lejos de aprovechar la ocasión haciéndose el sueco, se lleva a la madre y al niño a Egipto, a TPC del ejército de matones.
A partir de aquí desaparece de escena y no se vuelve a saber de él. Jamás dijo nada digno de ser recogido en ningún texto. Se supone que se dedicaba a sus tablas o a currar en lo que se terciase, ya que tampoco creo que anduvieran escasos de crisis en aquellas épocas.
Me mola San José, su nombre, su espíritu de lucha y de aceptación, su trabajo en la sombra, su actitud ejemplar ante una paternidad bajo sospecha. Como decía antes, me identifico con él, somos tocayos y ambos Pepes, Padres Putativos honrados y agradecidos a una vida que tuvo a bien regalarnos ese maravilloso don. Además me considero un hombre de trastienda, un tío de equipo que prefiere cardar la lana a llevarse la fama y que entiende que el mejor bien posible es el bien común.
Mis padres no podrían haber elegido un nombre mejor, un nombre que ha ido creciendo a mi par y que cuarenta y dos años después se halla en plenitud. Ahora ya no está de moda, suena antiguo, señal de que ya soy un carroza. No importa, sirvan estas líneas para homenajear a un hombre a buen seguro excepcional, por el que me enorgullezco en llevar dos nombres, tal vez feos, pero plenos de significado para mí.
miércoles, 17 de marzo de 2010
EL LOBITO DE FÉLIX SE MOSQUEA
Pensaba sacar a Buba a pasear, pero me he topado con esta criatura de la manada de Félix bastante mosqueada con los miembros que no han sido capaces de escribir siquiera un párrafo sobre nuestro mito infantil. El bicho se ha descolgado con estas declaraciones: "Me apetecen unas criadillas de VyM (vago y maleante) para cenar". Es que ni siquiera habéis dejado comentarios a los post de los esforzados compañeros que han hecho su parte.
¡Penitenciagite!
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autor: Mike,
Félix Rodríguez de la Fuente
sábado, 13 de marzo de 2010
GENERACIÓN FÉLIX / 3
Desde que Mike nos lanzara el guante de escribir sobre Félix le he estado dando vueltas a cómo iba a ser mi post. Lo primero era darle un título. Un título original, llamativo y que invitara a la lectura. Pero visto que mis dos antecesores en la publicación han optado por el genérico, me meto la originalidad por donde me quepa y tiro por la calle de enmedio a lo facilón.
Resuelto el dilema, aunque de forma un poco miserable, me voy al lio.
¿Y qué decir de Félix que no se haya dicho ya? Os dejo las grandes palabras para vosotros y busco en mi memoria imágenes y sensaciones de esas que todos y cada uno a buen seguro conservamos.
Lo primero que recuerdo es la urgencia por acabar todo lo que tenía que hacer: baño, cena etc para poder pillar el primero el lugar del sofá enfrente de la pantalla. Por supuesto que no había discusión por qué ver en la tele. La oferta era la que era y después siempre me pregunté por el impacto que habría tenido aquella serie fabulosa en estos tiempos asesinos en competencia con Tómbola, La inmundicia de Patricia, Gran Rumano y pestes de este jaez dónde la fauna ibérica es otra bien distinta y sinceramente me importaría un huevo que se extinguiera. Es más; ayudaría.
Tan ta ran ta ran tán, tan ta ran ta ran tán... !Qué empiezaaaa! La actividad en casa cesa y quedamos todos pendientes y encandilados por la voz del doctor. " Queridos amigos de la fauna ibérica..."
La jineta que persigue dentro de un tronco al lirón careto, del que vemos primerísimos planos moviendo el hociquillo con carita de decir "ya estamos otra vez, puta vida la de roedor del bosque" o el zorro, el raposo, que hace lo mismo intentando meter el hocico dentro de una madriguera. Son los primeros flashes que surgen al hurgar un poco en los recuerdos. Las famosas escenas del águila y el cabrito o de los lobos corriendo en manada a cámara lenta acompañados por aquella enigmática sintonía en la que se oía a alguien gritar "El lobo, que viene el lobo" y se distinguía un coro que repetía eso de "llega el matadooooor". O por lo menos eso era lo que yo entendía.
El inolvidable reto sobre el alimoche que el Barón alemán Nosécuantos le lanzó a Félix para que comprobara si la conducta rompehuevos de avestruz a pedradas, era innata o aprendida. ¡Qué subidón cuando el ave acertó con la piedra en el falso huevo!
¿Y las luchas de los machos de cabra hispánica? ¿Quién no reconocería enmedio del bosque el ruido del choque de astas? ¿Y la berrea de los ciervos en las dehesas de ¿Cabañeros?
El muflón y el rebeco, la culebra de escalera entrando en los nidos de los abejarucos, ¡Cada vez que salía una serpiente ponían una música que te helaba la sangre! Además, el ritmo en la narración era fabuloso, dejando a los animales que actuaran acompasando los comentarios para no interrumpir la acción.
Aprendimos que lo que llamábamos pájaros tenían nombre y apellidos y no pocos corrimos a los quioscos a comprar los cuadernos de campo de Rodríguez de la Fuente para empaparnos de nombres que nos han permitido identificar a varias especies y fantasear con muchas otras. Recuerdo el capítulo del alcaudón que me dejó patidifuso con las escenas en que el ave del antifaz ensarta a sus presas en una zarza a modo de despensa. Félix y su amigo el cetrero nos enseñaron que un águila puede ser real, imperial, perdicera, culebrera, calzada, que existen los aguiluchos y los ratoneros, además de milanos, halcones y qué se yo. Aprendimos y luego lo disfrutamos al ver alguna de esas especies maravillosas con nuestros propios ojos. "Pásame los prismas que creo que he visto un águila imperial hembra de unos dos años de edad..." Éramos jóvenes e inofensivos.
También tengo sitio para las nutrias, las de aquí y las gigantes del Orinoco. De allí descubrimos a las capibaras, al jaguar y a la anaconda. ¡Qué susto coño! Ahí me hubiera gustado ver al Attemborough con el barro hasta las ancas y a punto de dejar de fumar por culpa de un mostruo desagradecido al que Félix quería salvar y llevar a un lugar mejor.
Pero lo que seguro no olvidaré es el momento en que dieron la noticia de que Félix se había quedado allá en Alaska. Los que tenemos hijos quizá hemos visto la película de Balto. Un perro que tiró de un trineo para poder llevar unas medicinas a un pueblo aislado en Alaska cuya hazaña se conmemora con una carrera de trineos que Félix quiso grabar.
Lástima que fueran Enrique y Ana los que cantaran a la desparición del buen doctor y que la cancioncilla tuviera un carácter tan infantil.
Esta mañana me ha contado el gallo
que el elefante le contó al castor
que la culebra dijo a la piraña
que esta mañana esta más triste el sol.
Me ha dicho el pato que le diga al gato
que lobo dice que contó al ratón
que la coneja dijo a la anaconda
que esta mañana está más triste el sol.
Estribillo:
amigo Félix cuando llegues al cielo...
amigo Félix hazme solo un favor:
quiero ir contigo a jugar un ratito
con el osito de la osa mayor.
Ñoña, muy ñoña pero por el mensaje y por dedicársela a uno de mis héroes les perdono la vida.
Vuelvo al título y me lo quedo. Ni generación X, ni hijos del baby boom, ni JASP ni pollas...
Generación Félix.
GENERACIÓN FÉLIX / 2
Decir Félix Rodríguez de la Fuente es nombrar a uno de los responsables de la actual conciencia ecológica de nuestra generación. Él en la tierra y Jacques Cousteau en el agua, han marcado la manera de convivir con la naturaleza de millones de personas entre las que nos encontramos, y han dejado un legado que ahora estamos obligados a transmitir a nuestros hijos.
El mismo título de su programa era toda una declaración de intenciones: EL HOMBRE Y LA TIERRA. Luego supo concentrar sus esfuerzos en mostrarnos y demostrarnos la gran variedad y belleza de la fauna de este país que nos ha tocado en suerte, acercándonos al entorno natural y a la manera de vivir de muchos animales que sólo podían ser vistos en el zoo. Su voz inconfundible y eterna, la sintonía del programa, el saludo de “Mis queridos amigos de la fauna ibérica”, la música magistral que acompañaba cada tipo de escena, las imágenes de cacerías de lobos, águilas y aves nocturnas, las escenas tiernas de cachorros y pollos de un montón de especies, nos permitieron empatizar con la manera de vivir de estos animales y nos hicieron comprender como el ser humano puede ser el depredador más terrible para todos ellos, dejando a nuestra elección jugar este papel para el que estamos de sobra capacitados o convertirnos en aliados del resto de seres que cohabitan con nosotros.
Félix ha calado hondo en todos nosotros. No sólo lo recordamos por lo que fue capaz de inmortalizar en sus programas, trucajes a parte (Yiyi, el video de abajo va por ti). Su mensaje era lo importante y es el poso que nos ha quedado una vez los años nos han hecho olvidar la inmensa mayoría de las escenas que veíamos con la boca abierta los viernes por la noche.
Hemos sido inmensamente afortunados habiendo podido disfrutar en nuestra infancia de personaje de esa categoría. Una suerte y una responsabilidad para con nuestros hijos, transmitir un mensaje que semana tras semana durante años nos ha servido a todos para forjarnos como personas, como seres humanos respetuosos con nuestro medio y admiradores de lo que la naturaleza es capaz de ofrecer.
Félix no murió hace 30 años, Félix vive. No permitamos que muera jamás.
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viernes, 12 de marzo de 2010
GENERACIÓN FÉLIX
Marcelle es coqueta, y Odile es guapa y tiene el don de gentes de su padre. Cuando le cuento a la esposa de Félix que la entrevisté hace... ¡20 años!, me contesta: "Ah, bueno, entonces eres de la familia". Y entrados en materia Odile me reconoce que tiene "muchos hermanos". Es cierto. Félix era como de la familia. No recuerdo una vinculación igual, una fidelidad sin fisuras a un personaje famoso. Tal vez a Bruce Springsteen. La clave es que habitó en mi auténtica patria, mi infancia, donde cada día era pura revelación: igual descubría que las niñas no eran tan plastas como pensaba (eran peor), que Franco no era inmortal, que mi cabeza no estaba diseñada para las matemáticas... y que un águila real podía volar con un cabrito entre las garras. No había consolas, ordenadores ni móviles. En el parque jugábamos a las chapas y a las canicas. Un balón de fútbol era un lujo; una bici, un tesoro. Y los viernes, en casa, a la caída de la tarde, en nuestra televisión en blanco y negro sonaba una tonadilla que surtía el mismo efecto en nosotros que la melodía del flautista de Hamelín en las ratas y los niños del cuento. "El hombre y la Tierra" no era negociable. "Queridos amigos de la fauna ibérica...". Reconocería su voz hasta debajo del agua. Las cárcavas. El lirón careto. Gaspar el alimoche. Aurelio el cetrero. "Para que en las noches españolas no dejen nunca de escucharse los hermosos aullidos del lobo...". Así que los niños del baby boom nos convertimos en la primera generación ecologista de este país. En la generación Félix. Y nosotros nos echamos al monte provistos de prismáticos, guías de aves y pertrechos de acampada. En esas escapadas de observaciones y pateadas diurnas y calimochos y tertulias nocturnas, aderezadas con platos de alta cocina (espaguetis y fabes marca Litoral), hubo quien incluso vio un pollo de quebrantahuesos. Odile se ríe cuando le menciono que Félix es nuestra referencia moral, y que en el campo sólo abandonamos desechos biodegradables (y con reservas). ¿He dicho que Odile está buena? Me pregunto si sabremos inculcarles a nuestros lebreles el amor por la naturaleza. Ahora no hay Félix, ni sucesores ni sucedáneos. Hoy la referencia es Hanna Montana (tengo niñas) y las preferencias de ocio van más por Micropolix que por los paseos campestres. El lobo es el de Caperucita. Ahora que pienso... igual les preparo una emboscada y desempolvo los viejos vídeos de "El hombre y la Tierra". Tal vez esa voz enfática y esas imágenes tengan el mismo efecto hipnótico tantos años después. Tal vez...
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martes, 9 de marzo de 2010
SEMANA DE FÉLIX EN EL BLOG
El próximo domingo se cumplen 30 años de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente, un hombre que marcó nuestras vidas e influyó decisivamente en nuestra querencia a echarnos al monte, como las cabras. El pasado domingo publiqué un extenso reportaje en ABC que podéis leer aquí. Os propongo que cada uno de nosotros publique un post esta semana (yo me incluyo, aportando mi percepción personal, algo que no hice en el citado reportaje) sobre qué significó Félix. No hace falta una tesis doctoral, sino rebuscar en nuestros recuerdos. De alguna forma es un nuevo viaje a la patria de nuestra infancia, un clásico en este blog. Que no se escaquee nadie, o Buba entrará en acción. Quién sabe si de aquí saldrá el premio Charly 2010. Y Yiyi, no vale criticar la escena del águila y el cabrito, que ya sabemos que fue auténtica.
¡A escribir!
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domingo, 7 de marzo de 2010
UN PAIS DE TOROS
Este debate de toros si toros no que se está llevando a cabo en el parlamento de Cataluña no más que ganas de perder el tiempo. ¿Pretenden llegar a alguna conclusión tras escuchar las opiniones antitaurinos convencidos y taurinos fanáticos? El que entró en la discusión alineado con un punto de vista, abandonará la contienda más convencido de sus teorías. Es como que un hincha del Madrid pretenda convencer a uno del Atleti de que su equipo es el mejor o viceversa (más chungo en este segundo caso, todo sea dicho). Ridículo.
El trasfondo de la discusión es lo de siempre, España si, España no. El toro y todo lo que le rodea es una simple excusa, es algo que apesta a español y por tanto objeto satánico para unos independentistas catalanes que ahora han optado por la ciencia y por el derecho de los animales como disfraz con que recubrir su ariete. Los toros y su sufrimiento seguramente se la pelan.
En las antípodas de esta postura, encontramos a Esperanza Aguirre concediendo protección oficial a la fiesta de los toros en la Comunidad de Madrid. Poco tiempo ha tardado en aprovechar al barullo catalán para reclamar la atención sobre si envolviéndose en la bandera de España. A Esperanza, los toros y lo que puedan tener de arte seguramente se la pelan.
Es la politización de la vida cotidiana y que todo lo invade. Hechos simples como la valoración de lo bueno o lo malo de prohibir los toros o de subir los impuestos, no puede realizarse de forma objetiva y carente de ideología política. Parece que pensar de una u otra forma ya te hace correligionario de unos o de otros. ¡Qué no, joder!
A mi me encanta la figura del toro y creo que representa e identifica como nada lo español. Esa silueta del toro de Osborne en nuestras carreteras para mi es patrimonio nacional. Pero también es cierto que “la fiesta” me parece una barbarie y por mucho que forme parte de una cultura y unas tradiciones de las que me enorgullezco, creo que como espectáculo debería pasar a mejor vida, una vez inmersos en pleno siglo XXI como estamos. Y eso no me hace ser defensor de las teorías del tripartito ni negador tajante de cualquier Esperanza, sólo un españolito de a pie que expresa una opinión sin tintes políticos, como cuando manifiesto que me da por saco que suban los impuestos o que nos impongan la jubilación a los 67. Así de fácil.
De lo que si estoy convencido es que si nuestros políticos fueran más prácticos, menos demagogos y menos toritos bravos que embisten a todo lo que se mueve, tal vez en este país seríamos capaces de arreglar algo. Qué lástima lo que están haciendo con este país, a este paso no va a necesitar ni descabello.
jueves, 4 de marzo de 2010
EL DERBY
El fin de semana pasado jugaron el Madrid y el Atleti aunque apenas tuvieron repercusión mediática. De hecho no fue un único partido si no que fueron dos: los juveniles jugaron en el Cerro y los cadetes en Valdebebas. Soy tutor de diez chavalotes futbolistas que se reparten entre cadetes y juveniles, y ambos me dijeron que si les iba a ver jugar. Como los cadetes insistieron más, y me pillaba más cerca, me fui a Valdebebas desafiando la ciclogénesis explosiva que nos rozó.
En Valdebebas se respira fútbol. Por encima de unas magníficas instalaciones hay un tufillo jurgolero que es igual que en cualquier otro campo de barrio o de pueblo. Ese aroma lo da un poco la raíz de un deporte que bebe más a morro que en copas de cristal de Bohemia; definitivamente distinto a un club de tenis, una hípica o un green de golf. Hablando de aromas, a lo que olía al entrar en el complejo, era a porro. Don Florentino no tiene que ver con el asunto, más bien era un grupito de padres de unos chavales de amarillo que acababan de jugar contra los locales. Allí esperaban dándole a la hierba cuando aparecieron las madres anunciando a gritos que había que esperar al Jonatan y al Kevin porque se iban a duchar. "Pero que ducha ni qué hostias" dijo uno de los progenitores porreros.
Llego al campo 5 y está la grada de bote en bote. Hay más padres, madres y amigos del Atleti que de los locales del Madriz. Los chavales ya están calentando en el césped y sólo veo a dos de los míos. Ya me habían avisado de que el sistema de convocatoria es asesino, pues todas las jornadas se quedan hasta 6 tíos en la grada.
No hay mal rollo en la única tribuna, donde abundan las madres fumadoras y los padres retacos de cuello corto. Un canijo de unos 5 años se arranca cantando: "Atleti, arriba, mirando hacia la liga, Madrid, abajo, buscando escarabajos". Todo el mundo se descojona y aplaude al chavalín. Todos menos uno: el de la gorra. Hay un personaje clásico en Valdebebas, que vive practicamente en las instalaciones, y viste del Real Madrid de los pies a la cabeza. Cada vez que la grey atlética prorrumpe en cánticos, les chista para que se callen y los mira con cara de cabreo. Él solito se pone a dar gritos de Madrid, Madrid, Madrid; nadie le sigue pero le importa un huevo pues está animando al club de sus amores.
Edgar no está convocado y mira el partido a mi lado. Se lo trajeron de Canarias y apenas le da bola el mister. Rafa está lesionado, Oscar descansa, Angel es portero y está bajo los palos y Dario es su suplente. Veo el partido a la antigua, de pie, igual que cuando iba al Bernabéu con Pepe y Titus. Eso sí, en el descanso ya noto las piernas y al final del partido apenas me responden.
El gol es caro en el mundo del fútbol y quizá en cadetes lo sea más. Apenas hay oportunidades y se imponen las defensas. Lo que no cambia es la ojeriza con el árbitro. El medio centro del Madrid le mete una lija espectacular a uno del Atleti y le sacan la amarilla. El tio que tengo al lado- perilla, tatuajes y pelo rapado- le protesta y le insulta a voz en grito; el argumento es que es la primera. Patadón pero la primera. Pasa el primer tiempo sin ocasiones y durante el descanso me entretengo contemplando la T4 en la distancia y me encuentro con algún padre conocido. Me cambio de sitio y la voz que oigo a mi lado me suena. Es la de un tio que comenta los partidos de la Premier en TVE y que fue representante de Torres. Habla con alguien que me suena pero no le pongo nombre, aunque deduzco que es un mandamás del Atleti. Pongo la oreja y hablan del primer equipo y de cómo el mister, "este chico", no se da cuenta de que tiene que sacar a Jurado. Enseguida me acuerdo de él. José Manuel Jurado, buen chaval. Todavía tengo unas espinilleras suyas que me prestó para jugar un partido en cole. Quizá alguno de los que estoy viendo hoy lleguen tan lejos como él, o como Soldado, Codina, Javi García, Juanfran, Juan Mata o los hermanos Callejón. (curioso, ninguno en el Madrid)
Dos de mis chicos calientan en la banda. Son la conexión argentina. Martín, potrero puro, que cuenta unos chistes que avergonzarían al más cuajado de los chulos de su barrio de la Boca, y Santiago, de poco físico pero desde que sale al campo no deja de correr y llega a todas partes.
El Atleti marca y la mitad de la grada prorrumpe en gritos de alborozo mientras que el tio de la gorra se quiere morir. Pero no lo hará, sólo morirá el día en que no le dejen entrar en Valdebebas. El Madrid empieza a apretar y encuentra un coladero en el costado derecho del rival. El bajón físico de la banda colchonera abre una autopista pero el Madrid no ve puerta ni de coña. El nueve blanco se va de dos, tres, pierna derecha, le sale otro más y lo elude, finta al portero que se va al suelo, se escora hacia la izquierda, va a marcar... pero como tiene la zurda sólo para apoyarse, se queda sin ángulo y chuta al poste. La jugada sigue y es el portero del Atleti el que levanta al hundido ariete y le consuela con un abrazo al que el del Madrid correponde con otro. El mister del Madrid jura en Arameo y el del Atleti mira a su guardameta como diciendo ¿Pero qué haces? ¡Pisálo, pisálo!
El árbitro no se entera. Pita dos fuera de juego que no son y desde la grada se acuerdan de su madre primero y de su padre después. Por mala conciencia o ineptitud, le saca la segunda amarilla a uno del Atleti por perder tiempo en un saque de banda. Los colchoneros se indignan, con razón, y el chavalín de 5 años grita "hijoputaaa", mientras los del Madrid se descojonan. "Ya la ha liao". Dos jugadas más tarde el extremo merengue recibe una pared a espaldas del defensa y se va sólo hacia puerta, el central rebasado le agarra del cuello pero la roja clarísima se convierte en amarilla. Los madridistas se indignan con razón ¡árbitro joputa! dice el de la gorra mientras que los del Atleti se descojonan.
Sigue el acoso y los del Cerro sacan a dos africanos para el contraataque. Corren como gacelas pero no se comen un saci.
Queda un minuto para el final y en un córner el Madrid empata. Es un gol de remate, rebote, remate, rebote y gol. Alegría y resignación por barrios pero no hay un mal gesto ni una mala palabra excepto para el trencilla; ni siquiera las madres fumadoras pierden la compostura ni los padres de cuello corto acaban a hostias, que por otro lado, según me cuentan no es nada raro.
Acaba el encuento con empate y el Madrid conserva su ventaja de 3 puntos sobre el Rayo y 6 con el Atleti. Ha habido buen ambiente, pasión y deportividad. Buen rollito. Quizá pasaría lo mismo con los mayores si no existieran el p. Marca ni el p. As para exprimir el asunto. Quién sabe.
Pero aquí no estaban, sólo había una cámara y un cronista amateur.
En Valdebebas se respira fútbol. Por encima de unas magníficas instalaciones hay un tufillo jurgolero que es igual que en cualquier otro campo de barrio o de pueblo. Ese aroma lo da un poco la raíz de un deporte que bebe más a morro que en copas de cristal de Bohemia; definitivamente distinto a un club de tenis, una hípica o un green de golf. Hablando de aromas, a lo que olía al entrar en el complejo, era a porro. Don Florentino no tiene que ver con el asunto, más bien era un grupito de padres de unos chavales de amarillo que acababan de jugar contra los locales. Allí esperaban dándole a la hierba cuando aparecieron las madres anunciando a gritos que había que esperar al Jonatan y al Kevin porque se iban a duchar. "Pero que ducha ni qué hostias" dijo uno de los progenitores porreros.
Llego al campo 5 y está la grada de bote en bote. Hay más padres, madres y amigos del Atleti que de los locales del Madriz. Los chavales ya están calentando en el césped y sólo veo a dos de los míos. Ya me habían avisado de que el sistema de convocatoria es asesino, pues todas las jornadas se quedan hasta 6 tíos en la grada.
No hay mal rollo en la única tribuna, donde abundan las madres fumadoras y los padres retacos de cuello corto. Un canijo de unos 5 años se arranca cantando: "Atleti, arriba, mirando hacia la liga, Madrid, abajo, buscando escarabajos". Todo el mundo se descojona y aplaude al chavalín. Todos menos uno: el de la gorra. Hay un personaje clásico en Valdebebas, que vive practicamente en las instalaciones, y viste del Real Madrid de los pies a la cabeza. Cada vez que la grey atlética prorrumpe en cánticos, les chista para que se callen y los mira con cara de cabreo. Él solito se pone a dar gritos de Madrid, Madrid, Madrid; nadie le sigue pero le importa un huevo pues está animando al club de sus amores.
Edgar no está convocado y mira el partido a mi lado. Se lo trajeron de Canarias y apenas le da bola el mister. Rafa está lesionado, Oscar descansa, Angel es portero y está bajo los palos y Dario es su suplente. Veo el partido a la antigua, de pie, igual que cuando iba al Bernabéu con Pepe y Titus. Eso sí, en el descanso ya noto las piernas y al final del partido apenas me responden.
El gol es caro en el mundo del fútbol y quizá en cadetes lo sea más. Apenas hay oportunidades y se imponen las defensas. Lo que no cambia es la ojeriza con el árbitro. El medio centro del Madrid le mete una lija espectacular a uno del Atleti y le sacan la amarilla. El tio que tengo al lado- perilla, tatuajes y pelo rapado- le protesta y le insulta a voz en grito; el argumento es que es la primera. Patadón pero la primera. Pasa el primer tiempo sin ocasiones y durante el descanso me entretengo contemplando la T4 en la distancia y me encuentro con algún padre conocido. Me cambio de sitio y la voz que oigo a mi lado me suena. Es la de un tio que comenta los partidos de la Premier en TVE y que fue representante de Torres. Habla con alguien que me suena pero no le pongo nombre, aunque deduzco que es un mandamás del Atleti. Pongo la oreja y hablan del primer equipo y de cómo el mister, "este chico", no se da cuenta de que tiene que sacar a Jurado. Enseguida me acuerdo de él. José Manuel Jurado, buen chaval. Todavía tengo unas espinilleras suyas que me prestó para jugar un partido en cole. Quizá alguno de los que estoy viendo hoy lleguen tan lejos como él, o como Soldado, Codina, Javi García, Juanfran, Juan Mata o los hermanos Callejón. (curioso, ninguno en el Madrid)
Dos de mis chicos calientan en la banda. Son la conexión argentina. Martín, potrero puro, que cuenta unos chistes que avergonzarían al más cuajado de los chulos de su barrio de la Boca, y Santiago, de poco físico pero desde que sale al campo no deja de correr y llega a todas partes.
El Atleti marca y la mitad de la grada prorrumpe en gritos de alborozo mientras que el tio de la gorra se quiere morir. Pero no lo hará, sólo morirá el día en que no le dejen entrar en Valdebebas. El Madrid empieza a apretar y encuentra un coladero en el costado derecho del rival. El bajón físico de la banda colchonera abre una autopista pero el Madrid no ve puerta ni de coña. El nueve blanco se va de dos, tres, pierna derecha, le sale otro más y lo elude, finta al portero que se va al suelo, se escora hacia la izquierda, va a marcar... pero como tiene la zurda sólo para apoyarse, se queda sin ángulo y chuta al poste. La jugada sigue y es el portero del Atleti el que levanta al hundido ariete y le consuela con un abrazo al que el del Madrid correponde con otro. El mister del Madrid jura en Arameo y el del Atleti mira a su guardameta como diciendo ¿Pero qué haces? ¡Pisálo, pisálo!
El árbitro no se entera. Pita dos fuera de juego que no son y desde la grada se acuerdan de su madre primero y de su padre después. Por mala conciencia o ineptitud, le saca la segunda amarilla a uno del Atleti por perder tiempo en un saque de banda. Los colchoneros se indignan, con razón, y el chavalín de 5 años grita "hijoputaaa", mientras los del Madrid se descojonan. "Ya la ha liao". Dos jugadas más tarde el extremo merengue recibe una pared a espaldas del defensa y se va sólo hacia puerta, el central rebasado le agarra del cuello pero la roja clarísima se convierte en amarilla. Los madridistas se indignan con razón ¡árbitro joputa! dice el de la gorra mientras que los del Atleti se descojonan.
Sigue el acoso y los del Cerro sacan a dos africanos para el contraataque. Corren como gacelas pero no se comen un saci.
Queda un minuto para el final y en un córner el Madrid empata. Es un gol de remate, rebote, remate, rebote y gol. Alegría y resignación por barrios pero no hay un mal gesto ni una mala palabra excepto para el trencilla; ni siquiera las madres fumadoras pierden la compostura ni los padres de cuello corto acaban a hostias, que por otro lado, según me cuentan no es nada raro.
Acaba el encuento con empate y el Madrid conserva su ventaja de 3 puntos sobre el Rayo y 6 con el Atleti. Ha habido buen ambiente, pasión y deportividad. Buen rollito. Quizá pasaría lo mismo con los mayores si no existieran el p. Marca ni el p. As para exprimir el asunto. Quién sabe.
Pero aquí no estaban, sólo había una cámara y un cronista amateur.
martes, 2 de marzo de 2010
UN DÍA EN LAS CARRERAS
Después de dos años de penar en Renault parece que Alonso tiene un coche ganador en Ferrari. Al menos eso demuestran los entrenamientos de pretemporada. Luego, metidos en harina, ya veremos, pero soy optimista. Hace tiempo que me apetece ver un gran premio de Fórmula 1 en vivo y en directo, y ésta puede ser la ocasión. Montmeló se celebra el fin de semana del 7 al 9 de mayo. Por supuesto el GP es la excusa para pasar juntos un fin de semana en BCN. ¿He dicho Just For Men? No, no lo he dicho. La propuesta está abierta a todo el mundo, aunque mi almirantazgo me ha dicho que pasa del asunto y que tengo libertad de acción. Lo digo por dar pistas. En fin, pensad en el asunto (no mucho, porque supongo que las entradas vuelan). El Corte Inglés ofrece paquetes (hotel + entradas (entrenamiento y carrera) + desplazamientos al circuito). Os paso información por correo. No es barato, ya lo advierto. He contactado con el jefe de prensa del circuito para que me orientara sobre cuál es el mejor lugar para ver la prueba (atendiendo al criterio calidad-precio). Ya os contaré los detalles.
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