domingo, 14 de febrero de 2010

EL PUTO FÚTBOL


Escasos quince minutos de partido habían pasado cuando se presentó el cenizo. Campo de fútbol de la Agrupación Deportiva Canillas, sábado 13 de Febrero 9,15 horas de una gélida mañana donde niños y padres trataban de que los -3º no fueran obstáculo para disfrutar de un rato de fútbol, que al fin y al cabo es de lo que se trataba.

A las 9,15 horas, se presentó el Torquemada que la Federación Madrileña de Fútbol había asignado al grupo 21 de futbol 7 en categoría benjamín. Yo no supe de su existencia hasta ayer, pero creo que no me voy a poder olvidar de él en mi vida, con su cara agria de estreñido crónico. Esa fue la hora en la que un tipo más bien mayor y con cara de pocos amigos se acercó al banquillo del equipo en el que juega Néstor. Desde lejos vimos como parecía que entrenador y ese tipo recién aparecido discutían. El episodio duró unos minutos durante los cuales Néstor fue sustituido. En el descanso nos enteramos de lo ocurrido, el entrador se dirigió al grupo de padres en el que me encontraba para decirme que el delegado federativo, el personaje, prohibía que Néstor siguiese jugando al no disponer del certificado acreditativo de que las gafas con las que juega cumplen las normas de la competición.

Pensé que era broma, que el frío que caía a plomo estaba afectando a mi entendimiento. Pero no, era verdad, el partido iba a iniciar su segunda mitad y Nes ya estaba vestido al completo, chándal, anorak, gorro y guantes, todo en su sitio. No podía ser verdad que alguien en su sano juicio privase a un chaval de ocho años de hacer una de las cosas que más le gustan como es jugar el partido del sábado, para lo que se entrena con ilusión durante la semana, y para lo que esa mañana había tenido que vencer por este orden, al sueño, mucho sueño, y al frío, mucho frío.

Y todo por un puto papel, que a mitad de temporada se nos reclama por primera vez, cuando esas gafas tipo Adbul Jabbar adquiridas a precio de oro y especiales para practicar deporte, han sido utilizadas desde Octubre, cuando empezó la liga, sin ningún problema. Se ve, que el Sr. delegado federativo es la primera vez que se dejaba caer por allí.

Traté de hablar con el inquisidor, que se paseaba al otro lado del campo. Intenté llegar hasta él para lo que tuve que acceder a una zona restringida en la que pude avanzar escasos metros, pues hasta tres esbirros simultáneamente me echaron el alto, amenazándome con la silla eléctrica si continuaba caminando. “Muy bien, yo no entro, pero que venga ese señor a explicarme por qué mi hijo no puede seguir jugando”. Uno de los orcos accedió a ir a avisarle, pero para mi desgracia volvió solo, esta vez para decirme que el Sr. Delegado no tenía porqué darme explicaciones y para echarme la bronca porque en nuestro equipo no teníamos N.P.I. del reglamento y que fuese a la Federación a arreglarlo. Le mandé a T.P.C. por partida doble, una para el delegado federativo y otra para él, que se comportó como un auténtico majadero.

Con un mal rollo de mil demonios y tras un trayecto en el que no fui capaz de explicar porque sólo había podido jugar dos minutos, volvimos el niño y el padre a casa. Encima con un 6-1 en el zurrón, una derrota más, pero esta más amarga que ninguna. Nada más llegar entré en la web de la Federación Madrileña de Fútbol para ver si encontraba alguna información de cómo liquidar el trámite. No fui capaz de dar con nada que me diera alguna pista, en cambio si me quedé horrorizado del laberinto de comités, comisiones, reglamentos y disposiciones que la federación tiene, que supongo serán gestionados por miles de personajes siniestros como nuestro Torquemada particular que al final de mes se lo llevarán crudo por tan importante labor. ¿Y donde está el deporte que a nuestros hijos les encanta practicar? ¿Qué sitio ocupa en toda esta maraña?

El padre de un compañero de Néstor, exbaloncestista como yo (y por cierto del Atleti), ya me había resumió sabiamente la historia: “… el puto fútbol”. Si señor, el puto fútbol, o el engendro que han conseguido hacer de este bonito juego y que cada día tiene que ver menos que ver con lo que entendemos como deporte.

Ojalá que el inquisidor sea uno de los 50.000 internautas que han accedido ya a nuestro blog, aunque dudo que un tipo así sepa leer. Por si acaso, ahí va mi mensaje para él:

¡ME CAGO EN TU PUÑETERA MADRE, CACHO MAMÓN!

Permitidme que vaya finalizando, tengo que ir a vomitar…

5 comentarios:

gonso dijo...

No tanto el puto fútbol como la legión de delegados, paniaguados y tocapelotas que no dudan en joder a un chaval de ocho años porque quizá sea la única manera que tengan de hacerse notar. Una lástima y un asco que gente así decidan quién juega y quién no.
Que les den por culo.

yiyi dijo...

Que le den, seguro que no tiene niños y no entiende que a esta edad lo que importa es pasarlo bien

Titus Jones dijo...

Cuando me lo contaste el otro día no me lo acababa de creer. Me imagino que en tiempos de Franco la vigilancia por parte de estos tipos seria salvaje y en todos los terrenos.
En cualquier caso yo también "mecagoensuputamadre"

PacMan dijo...

Delegados y árbitros... si tan sólo se pusieran a pensar que a lo que se deben es a los chavales, porque ellos son el futuro de nuestro deporte. Pero no. Estos abrazafarolas y soplagaitas se empeñan sábado sí y el otro también en arruinar las ilusiones de los que ven en cada partido una oportunidad de sentirse lider entre sus iguales por haber pateado el gol de la victoria o enchufado la última canasta.

Este sábado pasado a "Anto" y a los suyos les arruinó su partido contra el Caldeiro un mequetrefe con un silbato de a duro. En todo el partido les pitó 33 faltas personales en contra, y acabaron sólo 4 sobre la cancha. Hasta Yolanda -que no distingue unos pasos del "campo atrás"- se cogió un rebote soberano. Al final, hubieran perdido igual, o eso creo, pero que a chicos de 11 y 12 años les machaquen su creatividad de mala manera... debe hacer reflexionar a las instituciones federativas sobre los objetivos de su labor.

Lo de Néstor es igual: joder por joder. ¡Y luego nos quejamos de que no hay cantera!

Mike Muddy dijo...

Me parece que estáis siendo muy duros con ese HIJO DE PUTA...