CAE OTRO "OCHOMIL"

Ayer escuché en un debate radiofónico que nuestra generación ha vivido el mayor salto tecnológico de la historia. Estoy de acuerdo. Es cierto que esto no se ha detenido y que veremos cosas que nuestros padres y abuelos nunca creerían, pero el recorrido que nos queda será más cualitativo que cuantitativo. Es decir, internet (con todas sus inmensas posibilidades) y la telefonía móvil como símbolos de esa revolución ya están inventados; las prestaciones y usos mejorarán. Serán nuestros hijos y nietos los que verán al hombre llegar a Marte... y quizás más lejos, pero no habrán experimentado el salto entre el vinilo y el mp3, entre las chapas y las videoconsolas de última generación, entre el lento correo postal y el supersónico correo electrónico que recibimos en una blackberry desde el otro lado del globo en apenas unos segundos.

También hemos vivido otro salto brutal en otro campo que nos es muy cercano y querido: el deporte. Los españoles éramos bajitos, acomplejados y sólo producíamos campeones por generación espontánea. Durante años hemos tirado de éxitos en blanco y negro. De Bahamontes, Ángel Nieto y Santana. Ahora tenemos al mejor piloto de F1, a los números 1 del tenis y del ciclismo, a la selección de fútbol campeona de Europa y de baloncesto campeona del mundo, al futuro crack del motociclismo, a la primera mujer en hollar (probablemente) los 14 ochomiles del planeta... y a todo un portador del anillo de la NBA. Con Pau Gasol ha caído otro "ochomil" del deporte. Ahora en todas las disciplinas importantes tenemos un héroe. Ver a Pau al lado de esos dos mitos (Phil Jackson y Kobe Bryant) parece hoy lo más normal, pero nosotros sabemos lo poco que duraban las alegrías en casa del pobre hace tan sólo 20 ó 25 años.

Que dure la fiesta.