He visto a compañeros de profesión salir por la puerta sin pestañear. -No hay otra solución-. Me he encontrado a madalenas derramando amargos ríos escaleras abajo, después de un buen montón de fines de semana machacando el portátil para aquella oferta. -Ya no se construye-. Pero a los que más veo son a jóvenes que terminan su contrato estando en una remota obra conectados por un gélido emilio y una línea caliente, que pasan una última vez por la oficina, saludan con el vacío por cara, recogen las cuatro cosas que tienen por aquí, con el finiquito entre los dientes, y ya no vienen más. Más fácil para la empresa: ni 45 ni 20 días por año, sólo un leve movimiento de hombros. Y es que la firma de proyectos en los Colegios de Arquitectos ha bajado más del 30%, y así no vamos a ninguna parte. Ni la administración con sus subvenciones puede parar esta abrupta cuesta abajo del sector de la construcción. De todas maneras, los que quedamos en la oficina somos unos privilegiados. Pero hay otros que ya agotan su plazo anual del paro. ¿Y luego, qué? ¿Los lunes al sol?
miércoles, 27 de mayo de 2009
PÉRDIDAS LEVES
He visto a compañeros de profesión salir por la puerta sin pestañear. -No hay otra solución-. Me he encontrado a madalenas derramando amargos ríos escaleras abajo, después de un buen montón de fines de semana machacando el portátil para aquella oferta. -Ya no se construye-. Pero a los que más veo son a jóvenes que terminan su contrato estando en una remota obra conectados por un gélido emilio y una línea caliente, que pasan una última vez por la oficina, saludan con el vacío por cara, recogen las cuatro cosas que tienen por aquí, con el finiquito entre los dientes, y ya no vienen más. Más fácil para la empresa: ni 45 ni 20 días por año, sólo un leve movimiento de hombros. Y es que la firma de proyectos en los Colegios de Arquitectos ha bajado más del 30%, y así no vamos a ninguna parte. Ni la administración con sus subvenciones puede parar esta abrupta cuesta abajo del sector de la construcción. De todas maneras, los que quedamos en la oficina somos unos privilegiados. Pero hay otros que ya agotan su plazo anual del paro. ¿Y luego, qué? ¿Los lunes al sol?
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6 comentarios:
Todo lo que empieza, acaba. La crisis también terminará. Es el momento de aguantar. El gobierno quiere adelantar proyectos presupuestados para generar movimiento y liquidez en las empresas. Tenéis que estar atentos
Un abrazo y mucho ánimo
Otra crisis del sector allá por 1993, después de la Olimpiada y de la Expo de Sevilla, me pilló lejos del ojo del huracán, por esos mundos de Dios. Ahora daría lo que fuera por tener una obra que llevarme a la cartera. Sé que las crisis se acaban, pero dejan cadáveres técnicos por el camino. Y esas bajas no aparecen en los medios.
Nunca a un tío tan experto como tú curtido en mil batallas y mil toneladas de cables
Tranquilos: ZP va a cambiar el modelo económico y pronto nadaremos en la abundancia.
Ánimo, PacMan. Los buenos sobreviven.
Sobre todo ánimo y fuerza.
Yo me fio de ZP y se que esto es algo pasajero, aunque pagar 48 nóminas todos los mess da cierto vértigo, a pesar de la gran confianza que me transmité ZP
Suerte PacMan
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