Se celebra este año el 50 aniversario del lanzamiento del Sputnik 1, el primer satélite artificial puesto en órbita alrededor de la Tierra por la mano del hombre. Ninguno de nosotros (MSB) había nacido. No ocurre igual en el caso del Apolo XI, del que aún me quedan recuerdos aquella madrugada con mi padre, pegados ambos al televisor de blanco y negro y escuchando a Hermida que ese momento era HISTORIA con mayúsculas. Con el Sputnik los rusos se apuntaron un tanto y en Washington hubo muchos que se apresuraron a vaticinar que los comunistas ganarían una guerra en caso de estallar en ese momento.
Pero las consecuencias políticas fueron papel mojado si las comparamos con las sociales y culturales: por aquel entonces, en plena era atómica y recién estrenada la carrera astronáutica, los niños y los adultos de gran parte del mundo volvieron su mirada a las estrellas. Las novelas, comics, películas y otras manifestaciones artísticas de ciencia ficción vivieron su época dorada: Stanislaw Lem, Isaac Asimov, Arthur C. Clarke, Carl Sagan o George Lucas, entre muchos otros, nos han hecho soñar con viajar y vivir en el espacio aventuras que bien podrían calificarse como "neoromanticismo espacial". Se trataba de guiones comunes de viajes y aventuras trasplantados a un mundo de nuevas e infinitas posibilidades. El espacio enganchó al público -ahora se dice "el espacio vende".- Puedo decir que soy un poco un "hijo del Sputnik" (que mal suena, la Virgen).
Sputnik significa "compañero" o "camarada" en ruso. Este compañero estuvo transmitiendo datos dando vueltas a la Tierra por espacio de 92 días hasta que se incineró su cuerpo de aluminio en el escudo atmosférico. -Las estrellas que brillan con el doble de intensidad se consumen en la mitad de tiempo...- y el Sputnik lo hizo con mucha fuerza, dejándonos un sinfín de historias en estos 50 años que nos lo recuerdan un poquito. Salud, camarada.
4 comentarios:
Yo no era ni un lebrel cuando lo del sputnik y cuando lo de Amstrong y Collins en la luna quizá lo viera desde la cuna o en brazos de mi madre mientras me cagaba en los pañales.
Mi primer evento espacial del que tengo memoria clara es el del acoplamiento Apolo-Soyuz. Hice un dibujo para el cole y me quedó muy cachondo, Me encanta eso de poner apuntes o cuadernos de la infancia. Muy bueno Pacman.
Por entonces a los tipos que viajaban al espacio se los llamaba "cosmonautas" (del ruso «kosmonavt», astronauta, término que ha caído bastante en desuso). Es un buen ejemplo de esas palabras que pierden ante otras por su contexto. Es lo que tiene la guerra fría. Aunque quién sabe: de repente los rusos llegan a Marte y se pone de nuevo de moda.
Me ha enternecido leer "estubo en órbita" en tus apuntes.
Coño, no pasáis una. Efectivamente, hay un error ortográfico, pero he decidido incluir la ficha, porque es original, de una libreta añeja en que coleccionaba datos de los logros "cosmonáuticos" de los yankis y los rusos. Eran tiempos en que no había corrector ortográfico en el WORD, porque todo era a manuela, así que no me quedaba otra que escribir con mi mejor letra e ilustrar con mi mejores lápices y ceras. Después vino el Word Star y las impresoras de aguja en B/N. Por cierto, Gonso, ¿te acuerdas de que te vendí mi primera impresora? ¿Aún la conservas?
No, ya no la tengo. Una NEC que también fue mi primera impresora. Un ingenio moderno para la época.
Dió juego hasta que dejó de darlo pero no se que fue de ella.
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