Ya hace años que los fumadores lo tienen crudo. Con orgullo hablo en tercera persona del plural, ya que sólo fumé en la boda de alguno y no pude acabar aquel puro. Puede que en ello hayan tenido que ver las influencias. Malas, por supuesto.
Vamos al lío: los pobres fumadores están ante otra vuelta de tuerca más ante las autoridades sanitarias. Primero fue por lo económico: los precios se pusieron por las nubes, y aún así la gente seguía fumando. Más tarde se recurrió a argumentos de salud: el cáncer de pulmón era la consecuencia directa de haber fumado mucho. O poco. Los políticos y el mundo de la cultura -a regañadientes algunos- se sumaron a la argumentación. Humphrey Bogart pasó de ser un mito, todo un maestro en lo de acariciar cigarrillos con clase en la gran pantalla, a ser tabú el solo hecho de encender un cigarrillo: hasta el vaquero de Malboro había muerto víctima de su trabajo. Como leyenda urbana no estuvo mal. Hace tres años que se entró en vigor la Ley Antitabaco, y que las proximidades de las escaleras de incendios están llenas de colillas en días de diario. Incluso en las cajetillas que cuestan un ojo de la cara se te amenaza de quedar impotente o dañar irreparablemente la salud de los que están a tu alrededor. Ni por esas. Se fuma. Y mucho.
Aquí os presento lo último que se quiere importar del Reino Unido y traerlo a España para mover la conciencia de tanto fumador descarriado: imágenes desagradables impresas en las cajetillas de 20 cigarrillos que ahora parecen esquelas en blanco y negro. Estas fotos me resultan paralelas a las imágenes de aquella campaña de la DGT con atropellos simulados y actores paraplégicos. Para gustos, los sabores. A mí me parece bien... si funciona.
3 comentarios:
Pues estará importado del Reino Unido, y allí ya no pueden fumar ni en los pubs y además les cuesta un huevo... pero siguen fumando y mucho.
Ya que por aquí somos todos no fumadores y no necesitamos convencernos de que no es bueno, ¿habría posibilidad de cambiar las fotos por otras menos cruentas? de la Scarlett for example.
Durante la mili estuve tres meses en el Hospital del Aire haciendo autopsias y era especatcualr oler, tocar y ver los pulmones de los fumadores. Quizá una campaña tan violenta tenga efecto, a mi me lo produjo realmente. Nunca pense en fumar, pero si tenía alguna duda se me disipó.
A mí me jode que en algunos establecimientos no se respete la ley. Pero me doy con un canto en los dientes. La Redacción era antes peor que un fumadero de opio... y ahora sólo nos odiamos por el ERE.
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