En la tertulia de café del periódico los temas de conversación son variopintos, pero siempre hay una parada en la estación fútbol. Un compañero madridista habla del gen del Real Madrid, ése que le hace ganar partidos imposibles, y yo le digo que sí, que muy bien, que el toque de corneta y la heroica dan excelentes resultados, pero que los rivales son cómplices necesarios de las remontadas. Pongamos como ejemplo el último partido en el Bernabéu. ¿En qué coño estaba pensando Casquero cuando tiró ese penalti que la prensa define "a lo Panenka" cuando habría que llamarlo "a lo gilipollas"? Puedes fallar, enfrente está Íker y en la chepa el miedo escénico, pero tira a romper, hombre, que en el deporte, como en la vida, la línea que separa la gloria del ridículo es a veces muy fina. ¿Y el gol postrero del Pipita, al que los rivales hacen un pasillo en vez de segarle la hierba bajo los pies? Pero lo admito. Tengo envidia. Y no sana precisamente. Porque el RM, sin jugar un pimiento al fútbol, presenta unas credenciales insultantes el año en que el Barça se sale del mapa. Sin embargo, si yo fuera madridista sentiría un fuerte desasosiego después de ver la performance de Pepe. Y se me pondría el vello como escarpias al comprobar que la prensa afín quita hierro al asunto ("extravío transitorio", "ida de pinza"...). Lo cierto es que el tal Pepe no debería volver a vestir la camiseta que otrora llevaron Di Stéfano, Gento, Amancio, Butragueño... Diez partidos son una bagatela por mostrar tanta miseria.
...Y TRAGEDIA DEL ATLETI
Creo que hay un abismo entre lo que piensa la grada que debe ser este club y lo que piensan los directivos y los jugadores. La afición reclama un equipo grande, que esté en la pomada, que se haga respetar, aunque sea difícil sacudirse la ciclotimia y, por supuesto, meterle mano a los dos favoritos. Lo que es inadmisible es vivir entre lo excelso y lo patético para anclarte, al final, en tierra de nadie. Lo de ayer en Santander no tiene nombre. Los equipos con problemas se frotan las manos cuando el Atleti surge en el horizonte. Al final, el compromiso se queda para anuncios como el de abajo. El que nos tomemos estas cosas con humor no quiere decir que no escuezan. Ahí sí que habría que aplicar un ERE salvaje: desde el palco hasta una plantilla mediocre que, salvo excepciones, no merece esta camiseta.
2 comentarios:
Pepe en lo individual tuvo un inexplicable comportamiento, no sé que conexión cerebral se desactivó para que se le fuera la pinza así. El caso es que si el Madrid pensara de verdad que es posible ganarle al Barça, este chico le ha hecho un flaco favor al equipo.
Lo del Atleti a lo mejor es parecido en cuanto a lo de las desconexiones cerebrales o simplemente es una vergüenza que hagan lo que hacen de vez en cuando. O son flojitos anímicamente o son unos cabrones que están más pendientes de ponzoñas internas y de cargarse al entrenador de turno. Un equipo grande no puede justificar su temporada empatándole al vecino en su casa y ganando al lider.
Pase lo que pase viva el Real Madrid. Tenemos unos webs impresionantes
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