sábado, 4 de agosto de 2007

MAÑANA, MAÑANA

No se si me he traído del castillo galés una maldición (la de Randolph Hearst, mangante de la prensa americana que compró el baluarte y palmó en él) o un virus británico, que es lo más probable, pues a eso de las cinco me apetece tomar el te y he votado a la reina Isabel como la persona más elegante del momento.
Virus o maldición estoy desganado, sin fuerzas, tengo el blog desatendido, miro el ordenador y digo "mañana", miro los barcos en el astillero y "mañana", lo mismo con el libro que quiero empezar e incluso no bajo a comprar el Marca.
Por esos mundos anglosajones nos conocen por los toros, el sol, la paella y por una frase que resume una forma de vivir, una actitud ante la vida: "mañana, mañana".
Es esa capacidad latina de improvisar, el "no hagas hoy lo que puedas hacer mañana" y si lo hace otro, pues mejor. Esto exaspera a los del norte que tienen que tener planeado hasta la hora de ir al tigre.
Mis colegas de Winchester son un ejemplo. A los dos días de regresar del viaje de abril ya tenía un correito del nuevo jefe del departamento de español. Mi amigo Dick está jubilado en el foreign office y ha sido embajador de su graciosa en varios países. Casi nada al aparato.
Ya en esos días me pedía detalles del intercambio del año que viene, ¡Pero coño, que estamos en abril y venís en diciembre! Pues parece que ya es tarde. Los padres ingleses planifican sus vacaciones de Navidad con cierto tiempo.
Recién llegado de Gales recibí al diplomático, que se alojaba en casa de la actual embajadora, para enseñarle el colegio. Después del paseo, embajador y pelagatos, nos sentamos para hablar del intercambio. De una carpeta empezó a sacar papeles con el listado de sus alumnos con comentarios a sus gustos, preferencias, dietas, carácter y número de pie. Seguidamente me sacó otro documento con las actividades programadas para la semana con día y hora y me preguntó por el clima en esas fechas y si habría alguna exposición o acontecimiento singular programado para esos días.
A cuadros estaba el pelagatos.
Y por fin me remató. "Por cierto, llegamos tal día a esta hora" "ya tengo los billetes".
Menos mal que mi amigo Dick, nos conoce y se partía de risa al verme sin argumentos.
Mañana, mañana.

Termino con algo relacionado con la improvisación.
Ante una auditoría de calidad, ese concepto empresarial moderno que toda empresa que se precie debe llevar como bandera, aunque los curritos de turno no le vean la utilidad, y debido a la resistencia pasiva de determinado equipo de profes que sin negarse abiertamente dejaban para el día siguiente la redacción de múltiples informes inútiles, la coordinadora se vio obligada a pedir refuerzos y llamó al director para meternos en cintura. Yo mando y vosotros no.
Después de una introducción suave pero muy clara llegó la pregunta que todos esperábamos:"Y los informes para la auditoría...¿Cómo van?"
Silencio absoluto que un conocido pelagatos se atrevió a romper con una frase que había oído en algún lado y que a partir de ese momento hizo fortuna y es la seña de identidad del claustro de profesores.
" No te preocupes, eso está practicamente... todo a medias"
De nuevo el silencio tenso roto por el descojone general al que afortunadamente se unió el director que salió de la sala mascullando algo así como "reíros reíros que os vais a cagar"
En fin, que estamos en verano, hace calor y no hay que agobiarse. Que si las cosas salen, salen y si no salen es que no tenían que salir.

2 comentarios:

Pepe dijo...

Dick si es un pelagatos en comparación con algunos members de la banda que llevan anotados lo que ha pasado en sus vidas minuto a minuto durante los últimos 40 años y que además saben perfectamente cual es el plan de actuaciones de Bruce en el próximo lustro, las películas que rodará Scarlett de aquí al 2020 y quien ganará la próxima liga y la siguiente y la siguiente, muy a su pesar por cierto. ¡Pa' organizados, calculadores y chulos nosotros, oiga!

PacMan dijo...

Para celebrar que por la mañana me tuve que beber el Manzanares mezclado con un líquido con sabor a anís y que me metieron contraste por vena que me dejaron la almorrana y las macadamias como la lava del Etna -todo para un TAC de los de House-, ayer me fui a ver Ratatouille con mis lebreles. Aparte de pasármelo bomba, resultó que estuve comparando la visión de los fransuas que tiene el mundo con la que ven de los pelagatos del "mañana, mañana". Es desolador que se nos siga comparando más con el tercer mundo, pero así es. ¿Trabajamos menos? Ni hablar. ¿Somos menos listos? ¡Que se atrevan a insinuarlo! ¿En qué consiste, pues, la ventaja organización vs. improvisación? Como en el chiste, que a los no nacidos en la Gran Bretaña todavía nos siguen dando por culo aunque haya 2 tíos y 10 tías. La próxima vez, encarguemos una linterna. Y de momento, relajemos el esfínter, nens.