miércoles, 24 de agosto de 2011

2 PINOS, ARENA Y PINCHAZOS


Salgo a las 8 de la mañana sin desayunar, con la intención de hacerlo en el primer bar que vea, un fracaso total, en estas tierras de castilla lo de madrugar no se lleva y no encuentro nada abierto hasta las 10 de la mañana. Mientras tanto voy avanzando por tierras de secano, por pistas de arena, por pequeños pueblos lejos de toda ruta turística o comercial, más solo que la una, por las tierras de Segovia, siguiendo la vega del Eresma.


A lo lejos ya se ven los primeros pinos. Estoy un poco preocupado ya que por estos pinares es fácil pinchar y solo llevo una cámara y no tengo bomba. Tenía pensado comprar algo de material en el primer pueblo que tuviera tienda de bicis, por el camino los paisanos me dicen que la única que hay en 50 Km a la redonda está en Nava de la Asunción, por suerte está en mi camino.


Cuando llego allí el grupo de ciclistas con los que coincidí en Zamarramala me advierten de que llevo las dos ruedas pinchadas. Una vez más el Santo protege a sus peregrinos, me permite llegar a este pueblo y puede compra las cámaras anti pinchazo que me habían recomendado estos chavales. Un auténtico descubrimiento de la técnica bicicletera.
El día sigue discurriendo por pinares, por si no lo sabéis una de las características de estos pinares es que se asientan sobre arena muy fina, lo que en ciclismo se llaman trampas de arena. A pesar de saberlo en la primera de ellas me clavo y tengo la primera de las caídas en estas jornadas. Son caídas sin consecuencias, las ruedas quedan encajadas y hundidas en la arena y caes de lado ya que no te da tiempo a sacar los pies del calapié.
El calor va en aumento, este es el principal tormento de esta etapa.


Paso por Coca, todos conocéis su castillo mudéjar, pero lo que realmente me llama la atención es la torre de San Nicolás, también mudéjar, está aislada y no sé el sentido que tiene, en el próximo viaje me enteraré
Continuo viaje siempre siguiendo paralelo al Eresma, entre pinares, sorteando trampas de arena y con un calor de justicia paso a la provincia de Valladolid con el objetivo de alcanzar el Duero.


Llego a Puente Duero, localidad cercana a Valladolid. Allí encuentro un refugio para peregrinos súper agradable, regentado por Arturo, un voluntario hospitalero de 70 años enamorado del camino.
El refugio está subvencionado por una asociación de amigos del camino de Santiago. Me empiezo a dar cuenta de la gran tradición que tiene el camino y de todo lo que mueve
Son las 6:15 y he recorrido 110 Km. La jornada ha sido cómoda en líneas generales excepto por los miedos iniciales a los pinchazos y por el fuerte calor de la jornada, pero ya estoy en la meta y con el objetivo cumplido
Aquí coincido de nuevo con el grupo de la primera noche y decidimos ir a conocer el pueblo y tomarnos unas merecidas cervezas.
Iván, Miguel y Carlos trabajan en Madrid en una fábrica de piezas industriales, dos de ellos tienen 30 tacos, son jóvenes y fuertes. Miguel tiene 40 y es una verdadera máquina en bici, ha hecho el camino 5 veces por distintos trayectos, es un veterano. Durante la cena los puedo conocer mejor, son muy buena gente y decido que acompasaré el viaje con este grupo ya que tienen las mismas intenciones que yo, en los próximos capítulos os iré contando más sobre ellos
El albergue cerraba a las 10 y durante la última conversación con Arturo, el hospitalero, escucho por primera vez la palabra ULTREYA, expresión medieval dicha por los peregrinos a modo de saludo, significa “siempre adelante” y marca el espíritu del camino
Me gusta esta palabra, suena bien, tiene fuerza, a partir de ahora será muy importante para mí, no solo en el camino, también en todas las facetas de la vida
¡¡Ultreya!! Compañeros, mañana será otra dura jornada, pero ya le estoy cogiendo la medida al camino, cumpliendo con los objetivos diarios y solventando los problemas sobre la marcha. ¿Será esto lo que tengo que hacer los próximos años?

3 comentarios:

PacMan dijo...

Magnífica experiencia, muy bien escrita y editada. Espero más entregas con avidez.

gonso dijo...

Lo primero que he hecho nada más llegar de mi desconexión playera ha sido buscar las andanzas de Yiyi por los caminos de Dios.
Siempre hacia adelante, ULTREYA, Páter, eres mi héroe.

Mike Muddy dijo...

Me interesan mucho-mucho (como diría Guardiola) esas cámaras antipinchazo.