"La va a tocar para Diego, ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, deja el tendal y va a tocar para Burruchaga... ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta... Gooooool... Gooooool... ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme... Maradona, en una corrida memorable, en la jugada de todos los tiempos... Barrilete cósmico... ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 - Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona... Gracias Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 - Inglaterra 0".
Veintitrés años después: "A los que no creyeron, con perdón de las damas, que la chupen y que la sigan chupando. Yo soy blanco o negro, gris no lo voy a ser en la vida. Ustedes me trataron como me están tratando. Sigan mamando".
Del relato que hizo el locutor de origen uruguayo Víctor Hugo Morales del gol más famoso de todos los tiempos, ese eslalon imposible del Maradona jugador en México 86, al exabrupto catártico del Maradona seleccionador después de lograr el pase para Sudáfrica 2010, se podría contar el tortuoso viaje de un ídolo caído.
Hoy se complen 25 años de aquel gol histórico. Eran otros tiempos. España se iba a las primeras de cambio a casa y los del "síndrome Naranjito" teníamos que acoplarnos con alguien. En el 86 me acoplé con la Argentina de Maradona. Con ese recuerdo y con ese gol me quedo (la cara B del genio, que incluye la famosa "mano de Dios" y la "boca del patán", prefiero archivarla).
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