En los minutos previos se anuncia por megafonía que “atendiendo a la legislación vigente está prohibido fumar”, a lo que responde el respetable con una sonora carcajada. “¿Qué ha dicho, que van a repartir birras gratis?”, grita uno. Huele a costo, pero no es como antaño, cuando los carrozas debutamos en un concierto heavy. Abundan los que se han dejado los pelos en la gatera del tiempo y acuden con sus vástagos, chavales que podrían ser los nietos de los miembros fundadores de Kiss. Las púas, por cierto, también pueden conseguirse gratis si uno llega prontísimo, sabe manejar los codos y logra colocarse en las primeras filas. Paul Stanley, colíder del grupo, tiene un buen alijo de ellas pegadas en la barra del micro y en los bajos de la guitarra, y las va repartiendo a discreción durante la velada. A algunas les pega primero un lengüetazo, como si fueran sellos, pero no parece que a sus destinatarios les importe esta menudencia. Es más, los salivazos dan pedigrí a las púas. Pero la lengua por antonomasia es la de Gene Simmons. No para de sacarla a pasear. Un día un periodista le preguntó cuánto medía. “Lo suficiente para que tu novia te deje por mí”, contestó el bajista. Hala, vuelve a por otra. Pero el órgano (una leyenda urbana dice que se lo trasplantó de una vaca) deja espacio suficiente en la cavidad bucal para que el tipo aloje una respetable cantidad de sangre falsa. Tras vomitarla, Simmons se eleva cual murciélago. En el parque de atracciones de Kiss hay tirolinas como la que utiliza Paul Stanley en “I Was Made For Lovin' You”, plataformas elevadoras para que el bajito del grupo, Eric Singer, ascienda con su batería hasta el techo, y guitarras cargadas de munición para que Tommy Thayer dispare a los focos. Por supuesto llamaradas y fuegos artificiales. Kiss es mercadotecnia, y circo... y también música. Al acabar el concierto los hombres con el rímel corrido de emoción se pierden en la noche madrileña con sus chicas y sus hijos tarareando “Rock And Roll All Nite”. Y quizás uno, el ejecutivo, maldiciéndose por haber olvidado el kit desmaquillante facial desechable.
Foto: Ángel de Antonio
3 comentarios:
¿Estuviste por ocio o negocio?
Kiss es un grupo que la mayoría conocemos por la estética. Lo de la música es otra cosa. No conozco ni una canción.
Estuve por ocio. Es la segunda vez que los veo. Al margen del circo, tienen buenos temas. Y alguno de ellos lo conoces seguro, por ejemplo el "I Was Made For Lovin' You", pero aquí no te lo puedo tararear.
Me sorprendes Mike, este grupo no estuvo nunca entre los que teníamos en cartera. Eres una caja de sorpresas.
¿Le gusto a Conchi?
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