Uno apunta en el calendario algunas fechas importantes. Fechas que pueden ser aniversarios, cumpleaños y cosas así pero que también pueden ser simples fines de semana o puente. Y no te digo nada si son cuatro días. Desde que allá por septiembre me hice con el calendario escolar 2011-2012 le había puesto el ojo y la cruz al susodicho puentazo de la Inmaculada Constitución. Incluso creo que no le habría hecho muchos ascos a pasarlos en mi reducto levantino. Bueno, tampoco hay que pasarse.
El caso es que era el primer finde de los tres o cuatro últimos en que podía planificar algo distinto a tener que ir a currar en sábado o a algún curso de esos a los que ahora soy un habitual.
Pero como siempre todo se torció. Pilar no se coge el puente, por lo tanto ya tengo adjudicado el día del "ya que". Ya que estás de fiesta podrías... hacer la compra, limpiar el trastero, ir al banco, ir al ayuntamiento, hacer los baños a fondo, limpiar la estantería, sacar al perro (que no tenemos) y así hasta el infinito. Glory days que cantaba el otro.
Así que nada de playa y en casa más o menos tranquilos. O no.
Jueves de exposiciones y paseo por Madrid. ¿Nos acercamos a la Plaza Mayor a comprar un pastor para el Belén? Da igual que argumente que habrá trillones de personas y que será imposible dar dos pasos, da igual. Me quedé corto con la estimación numérica y llegué a discutir con un tío que se empeñó en caminar en sentido contrario al que iba el torrente humano provocando un tapón, y va y se pone a gritar que en su pueblo eso no pasaba y le recomendé no haber salido de él. Y se lió.
Del viernes apenas guardo recuerdo ya que la lista de quehaceres me ocupó gran parte de mi tiempo y prefiero no dedicarle ni medio segundo. Lo único es que ya por la noche me empezó a picar la garganta y a tener moquetes.
El sábado por la mañana tenía la garganta al rojo vivo y un gran moco ocupaba el 90% de mis vías altas, medias y profundas. Toma pasmazo.
Con las facultades físicas mermadas me apunto al sillón ball que abría la sesión con un Atleti-Barsa de balonmano. No me iba mucho en el envite pero debo reconocer que en ese deporte el ex Ciudad Real es mi equipo. Palmamos. La primera en la frente, pero ya nos resarciremos.
Noche de clásico y tres rejonazos que mi primo Mou achaca a la mala suerte. Pues habrá sido por eso pero entre la fiebre incipiente y el repasito me voy a la cama caliente, pero no por ardor guerrero de sábado, sino por acabar más quemado que la moto de un hippie.
Barsa 2, Madrid en general 0.
Domingo tirao en el sofá sin un gramo de fuerza con las tripas revueltas por las medicinas antigripales que no me mejoran los síntomas sino que me provocan otros nuevos.
Me topo con un derby baloncestero que acaba malamente para el Madriz... y van dos. Por lo menos la fiebre ya no aparece y me estoy recuperando justo a tiempo para poder ir a currar el puto lunes. Buen puente si señor, y lo próximo que viene son las Navidades, que miedo me dan.
Postdata. Para acabar de arreglar los enfrentamientos deportivos Madrid-Barcelona del fin de semana, el Atleti vuelve a dar espectáculo: 3-0
Joder qué bien me lo he pasado el puente.
3 comentarios:
Joder que balance ocio-deportivo. Si alguien con mala leche lo idea a posta, no lo hace mejor.
Qué vista tenía el chino del proverbio, quieras que no.
Mejor no os cuento mis maratones en la amada redacción durante el macropuente, acabando a las mil todas las putas noches, en especial la del sábado, porque no hay clásico que se precie que no empiece a las tantas. Menos mal que pedimos unas pizzas.
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